Cuando se logra el acercamiento

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Él caminaba por inercia y cuando despertó de su trance, ambos llegaron a las afueras del gimnasio. Damian vio pasar todo tan rápido que no vio la oportunidad correcta para negarse, si es que podía negarse, ya que su interior gritaba a leguas de distancia que quería estar con la chica. Entraron al gimnasio y vieron muchas parejas que estaban inscritas. Eso era evidente, ya que, todas estaban esposados.

一Bueno muchachos, a cada pareja se le entregará un mapa y el primero que encuentre el tesoro, se llevará las entradas al parque.

La chica de las inscripciones le fue entregando a cada uno los mapas, y luego sonó un silbato que daba el inicio de la búsqueda.

一Vamos 一dijo Anya tirando de la esposa sutilmente para que él caminara junto a ella, mientras le sonreía.

"Debo aprovechar esta oportunidad que tengo para acercarme más a ella, maldición. Aunque odie admitirlo, me gusta estar en esta situación". Pensó Damian mientras le seguía el paso a la joven. Anya, que había escuchado sus pensamientos, se limitó a sonreír con rubores en sus mejillas.

La pareja buscó por cielo, mar y tierra, el tesoro, pero no habían tenido suerte. Al estar el día tan soleado, decidieron quedarse bajo la sombra del árbol para descansar un poco mientras a Damian se le ocurría una idea arriesgada. Anya estaba perdida en sus propios pensamientos, sólo podía pensar en dónde podía estar el aclamado tesoro, mientras que Damian actuó por puro instinto.

El posó su mano libre junto al árbol que estaba tras la chica, mientras ella se sintió acorralada por el brazo de él. Es decir, que él había hecho la famosa maniobra llamada "kabedon". Ante esto, Anya no tuvo más opción que dejar de pensar en el tesoro, para fijarse en el bonito rostro de Damian que cada vez se acercaba más y más al suyo. ¿Acaso él iba a besarla? Porque a simple vista eso parecía. A Anya le gustaba Damian, demasiado. Pero lo disimulaba para no parecer tan desesperada, además ella quería corroborar los sentimientos que Damian tenía para con ella. Le daría un terror tan grande ser rechazada por Damian, que eso la acobardaba a la hora de querer confesarse ante él, es por eso que lo ocultaba.

Damian estaba determinado a besarla en ese mismo instante. Tenía que. Ya estaba cansado de que otros chicos la miraran como si ella estuviera disponible para algunos de esos plebeyos. Já. Eso nunca. Sobre su cadáver.

Sus rostros estaban cerca, muy cerca. Damian tenía los ojos cerrados y Anya se apresuró a cerrarlos también. Damian alcanzó a rozar los labios de ella antes de que escucharan una interrupción que decía:

一Según el mapa, estoy segura de que el tesoro debe estar en el árbol donde está esa pareja.

一No, no creo que esté ahí, además no me gustaría interrumpir a esa pareja. Debe estar en otro lugar, vamos.

Las palabras llegaron a sus oídos de manera instantánea, y de esa forma logró romper el encantamiento del momento que estaban viviendo. Lograron separarse un poco, pero no era lo que tenía previsto el muchacho.

一Damian 一susurró la chica con delicadeza, pensando que así él se separaría de ella, pero Anya se sintió asombrada al sentir como él seguía muy cerca de su rostro.

Damián sabía que el valor iba y venía y en ese mismo instante se había llenado de valor para poder estar así con ella. No se iba a detener aunque el mundo estuviera ardiendo, así que con toda la pasión del mundo y dejando atrás sus nervios, le robó el beso que durante tanto tiempo había anhelado. La besó con ternura, con delicadeza y con dulzura. Anya le correspondió feliz al beso. Por segunda vez, se sorprendió, porque jamás creyó que Damian besara tan bien. Ella se sintió en el mismo cielo, mientras sus mariposas revoloteaban por su estómago. Damian, por su lado, se sentía satisfecho de al fin haberse atrevido a cometer ese deseo que lo carcomía por dentro. Una vez que el aire se les acabó, ambos con los labios ligeramente hinchados abrieron sus ojos.

一Anya yo... 一dijo el chico avergonzado de sus actos, aún a centímetros de ella. Pero por dentro estallaba de felicidad. "Sí, al fin la besé. Lo hice, al fin".

一¿Sabes?, me harías muy feliz si recogieras el tesoro que está sobre esa rama de ahí 一soltó Anya mientras apuntaba con su dedo la rama objetivo.

Para Damian esas palabras fueron como un balde de agua fría, ya que no quería separarse de ella y no quería cambiar el tema porque él quería declararse, sin embargo, era verdad. Si no se apresuraban, alguien más recogería el tesoro y ella se sentiría triste.

一Cierto 一dijo volviendo a la realidad el chico.

El chico se alejó de ella y alzó su mano para recoger el tesoro que efectivamente estaba allí. La caja era un cofre que decía, "tesoro". 

Ambos al ver lo que decía el cofre se miraron y se alegraron, y se fueron corriendo hacia el gimnasio, pues aparentemente eran la pareja ganadora. Al entrar, sintieron como una persona volvió a hacer sonar el silbato y así las parejas volvieron a llenar el recinto.

一Ahí viene la pareja que logró encontrar el tesoro. Acérquense al escenario por favor.

Damian y Anya se aproximaron y subieron a la tarima. Estaban felices, por haber alcanzado la gloria. La chica de las inscripciones abrió la llave de las esposas que los mantenían unidos, y se las quitó. Además, abrió la caja del tesoro en frente de todos y ella les entregó las entradas a Anya. Ella le agradeció a la muchacha y sonrió a más no poder, contagiando su sonrisa al chico que tenía al lado. Entonces, en un arrebato de felicidad, abrazó a Damian. Agradeciéndole también a él, mientras que el chico la abrazó de vuelta. Todos los presentes, soltaron un "¡¡Aw!!". La chica de las inscripciones soltó: ¡Vaya se nota que se quieren mucho!. Así, ambos ruborizados se separaron y bajaron del escenario.

Ya se hacía tarde y era hora de la fogata nocturna. Entonces, ambos tuvieron que separarse. Pero antes de lograr eso, los volvieron a interceptar.

一¡Lord Damian, aquí estabas! 一dijo uno de los amigos de Damian.

一¡Anya! 一inquirió Becky.

一Becky, no vas a creerlo. Damian y yo ganamos la búsqueda del tesoro 一soltó emocionada Anya a medida que le mostraba las entradas, mientras adelantaba el paso para acercarse a Becky.

Becky intuyó que algo más había pasado, ¿Por qué? era bastante simple, Damian miraba a Anya con una expresión de amor y se podía notar en su cara, como si fuera un libro abierto. La pregunta del millón era, ¿Qué había pasado ahí? Ella tendría que interrogar a Anya, necesitaba saber o sino iba a explotar de curiosidad. La idea era llevar a Anya a solas a la fogata y preguntarle todo lo que quería saber. Así que, la tomó del brazo y se apresuró a alejarla de los muchachos, pero no contaba con que Anya se detendría para acercarse a Damian.

一Toma, es tu entrada 一dijo Anya con una sonrisa en su rostro invaluable.

一Te espero el sábado a las 16.00 en la entrada del parque 一inquirió Damian recibiendo la entrada gustoso y muy ruborizado.

一Allí estaré 一respondió Anya guiñandole un ojo.

一Vamos Anya 一demandó Becky tomando el brazo de Anya otra vez.   

To be continued...

El amor siempre floreceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora