05.

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"desearía poder encontrar el verdadero amor ésta noche, ¿serás mío?"

lana del rey, i want you boy.



Con sus grandes y marcados brazos me subió sobre la cerámica de mi cocina, bajando rápidamente el cierre de su pantalón y sacando aquella tira de condones de uno de sus bolsillos. Mi piernas solo pudieron tensarse al ver su miembro ya desnudo, pero él era rápido, no me dio tiempo si quiera de reaccionar. Levantó mi vestido y corrió a un lado mi ropa interior, ni siquiera se tomó el tiempo de quitarla por completo. Sólo me alzó, penetrandome mientras yo enredaba mis piernas al rededor de su cuerpo y clavaba mis uñas en su espalda, jadeando sobre su oreja. Sus manos sostenían fuertemente mi culo, subiendo y bajándome de su cuerpo. Y en ocasiones sólo podía limitarme a soltar quejidos por lo fuerte que estaba siendo conmigo, pero disfrutaba de ello. Disfrutaba de la humillación en el sexo, y ser él quien tuviera el control.

—Mierda, que caliente estás —dijo clavando sus uñas en mi trasero, sintiendo como lo rasgaba con ellas. Yo solo cerraba mis ojos recibiendo de sus embestidas, sintiendo mi clítoris chocar contra su abdomen. El contacto tan estrecho entre ambos provoca que cada parte dentro de mi sea alcanzada, sabe manejarlo a la perfección—. Quiero que te corras mientras te follo, así que hazlo —en eso se separó de mi, y me sentí algo confundida al momento que me quedé parada. Pero solo terminó volteándome, haciendo recostar mi abdomen sobre la cerámica. Me dejó allí en cuatro. Sentí su pene acercarse a mi entrada nuevamente, y volvió a penetrarme mientras con una mano sujetaba de mi cabeza, dejándome inmóvil en aquella posición. La otra la direccionó a mi clítoris, comenzando a masturbarme mientras continuaba de sus embestidas. También sostenía su remera con sus dientes, así evitando que se cayera interrumpiendo el acto.

—M–Mierda —solté en un murmuro casi inaudible, pero mis gemidos terminaban escapándose fuertemente de mi parte. Mis piernas comenzaron a contraerse y sentí mis muslos tensarse. Cerré con fuerza mis dientes—. ¡J–Jean! Voy a correrme —se me escaparon unas lágrimas debido a la excitación, lo cual logró avergonzarme un poco; pero eso no importaba ahora. Y en aquel instante, solo pude sentir por fin salir aquel orgasmo, en cual terminó por dormir mi cuerpo, dejando mi piernas temblando. Suspiré agotada mientras lo sentía separarse de mi. Lo observé por encima de mi hombro y lo vi allí, quitándose el condón y masturbándose a él mismo.

—Ven, no terminaste —ladeó su cabeza, dándome a entender que me arrodillara frente a él. Tragué saliva nerviosa y obedecí. Quedé debajo de él sacando mi lengua mientras su pene se encontraba debajo de mi rostro. Guió mano desocupaba hacia mi, introduciendo su dedo índice en mi boca. Comencé a lamerlo, mientras nuestras miradas estaban fijas, viendo como sonreía y suspiraba al mismo tiempo—. Voy a correrme, abre la boca —quitó sus dedos y guió con más firmeza su pene en mis labios. Sus movimientos eran cada vez más rápidos, y no tardó mucho en salir aquel líquido espeso y caliente de dentro de él. Tragué, sintiendo el agrio sabor deslizarse por mi garganta—. Que bien te comportas cuando quieres que te coja, Bria. No te preocupes, aún tenemos tiempo para más.

..

Abrí mis párpados agotados, con lentitud, y sentí aquel calor recorrer todo mi cuerpo. Mi cabeza se encuentra acurrucada sobre el hombro de aquel muchacho, y mis brazos están sobre su pecho. Alcé la mirada muy cuidadosamente de no despertarlo y vi su mentón sobre mi. Sus labios levemente abiertos, su barba, y párpados cerrados, mientras sus brazos estaban abiertos cubriendo toda mi cama sobre las almohadas. La televisión colgada frente a mí cama se encuentra prendida, puesto en un canal de música al azar, el cual pusimos para que los vecinos no nos oyeran la noche anterior. Aún sigue allí, pasando ahora canciones de hozier. Me levanté y me quedé allí sentada, solo viendo al frente. Mi cuerpo está desnudo, y al percatarme de eso cubrí mis pechos cruzándome de brazos, mientras las sábanas cubren mi parte inferior. Pasé saliva, tomando una bocada de aire y soltandolo nuevamente.

hurt me | jean kirschteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora