Poisonous Rose (Larry Stylinson)

Capítulo 36

Capítulo 36

Dedicado a @LiamBailame @Mrsmalikbaexx @kkaulitz

Entró al departamento y recargó su cuerpo contra la puerta mientras daba un profundo respiro. Tenía que tranquilizarse antes de provocar otra pelea entre Harry y él, no le reclamaría por haber encontrado a Aldo en la entrada, que aunque estaba seguro que no habían sólo “hablado” no diría nada, veía esa situación como una gran oportunidad de sacarle toda la información sobre el italiano que le fuera posible.

Su urgencia de sacar a Harry del país crecía por cada segundo que pasaba, ahora no sólo tenía miedo de que pudieran hacerle daño, sino que también temía porque ese chico hubiese tenido razón al decir que él no tenía que hacer ninguna de las estupideces que Louis hacía para enamorar a Harry. Estaba dudando de sí mismo, de ser lo suficientemente interesante para mantener al rizado a su lado.

Los celos no son desconfiar de la otra persona, sino desconfiar de sí mismo y no estar seguro de ser suficiente.

Volvió a respirar y se incorporó, continuaba con la comida y los regalos en las manos. Tendría que poner una sonrisa falsa y controlar lo más posible sus tremendas ganas de gritarle a Harry por haber metido a Aldo al departamento apenas él se fue. —Amor, ya estoy aquí. —Mencionó con voz muy alta mientras caminaba hacia la cocina para dejar la comida. Miró la bolsa que contenía la ropa de bebé y por algunos segundos pensó en esconderla, tal vez había sido una gran estupidez pensar que Harry sería una persona con la que podría criar un bebé.

—Hola. —Escuchó a sus espadas y se giró al instante. El rizado parecía nervioso, se había colocado ropa limpia y su rostro lucía levemente húmedo, pues al parecer recién lo había lavado—. Te has tardado más de lo que pensé. —Sonrió falsamente y se acercó hacia Louis depositando un beso sobre su mejilla—. ¿Dónde estabas? —Zayn le había dicho que esa mañana Louis había estado en la oficina de su padre y quería comprobar que éste era capaz de negárselo.

—En el hospital, ya te lo había dicho. —También le dio una sonrisa falsa, se podía sentir la tensión entre los chicos—. ¿Y tú qué has estado haciendo todo este tiempo? —Al igual que Harry, Louis quería comprobar si era capaz de mentirle en la cara.  

—Nada, dormía. Acabo de despertar cuando llegaste, no me ha dado tiempo ni de tender la cama. —Mintió y el rostro del mayor se tensó.

Sonrió mientras sentía su estómago arder en la rabia provocada por esas mentiras. —¿Estás seguro? —Le dijo y le mantuvo la mirada esperando a que el menor le dijera la verdad.

—Sí. —Sabía que probablemente Louis había visto a Aldo salir del edificio, pero mientras éste no le dijera la verdad sobre dónde había estado, él tampoco le diría qué estaba haciendo o con quién. Había veces que no podía controlar sus ganas de dañar, de regresar las mentiras o el dolor, y esa vez fue una de éstas—. He dormido de lo mejor, no tienes idea de lo delicioso que fue. —Le dijo con un tono seductor y con una sonrisa cínica—. Debería dejarme solo más seguido por las mañanas para poder hacer eso continuamente.  —A todo le daba doble sentido.

Louis desvió su mirada y tragó saliva. —Está bien. —No caería en los juegos del rizado, ni mucho menos le demostraría que le afectaban sus palabras—. La comida se enfría, come.  —Dejó las bolsas sobre la barra de la cocina y se dio media vuelta pasa salir.

—¿Tú no comerás? —Preguntó extrañado, comenzaba a sentirse mal por lo que acababa de decirle. Bajó su mirada hacia las manos de Louis y notó el ramo de rosas que llevaba—. Oh, son hermosas. —Se acercó quitándoselas de la mano y las llevó hacia su nariz—. ¿Son para mí? —Lo miró emocionado.