11. La verga nos trajo y la verga nos va a llevar

125K 10.6K 40.4K
                                    

Primero que nada: Reporten su presencia ante el viernes homosexual.

Ja, no se crean: El que no comente no pasa el año.

Soy una persona mala y lo reconozco *risa malvada* en mi defensa tengo luna en Aries.

Tercero: ¿Ustedes en donde tienen la luna? Veo que algunos tienen la misma que Honne o Mar.

Tercero: ¿Ustedes en donde tienen la luna? Veo que algunos tienen la misma que Honne o Mar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Es homofóbico de parte del universo que me salga todo mal.

Me ahogué, no porque no pudiera respirar sino porque de un solo flash aparecieron diez más en un parpadeo, aquellas personas amigables sentadas alrededor compartiendo cena dejaron sus tareas para filmar, estaba segura de que algunos siquiera nos conocían.

Me levanté arrastrando la manta conmigo, para cuando miré abajo Honne ya se estaba de pie, supuse que cualquier daño que nos hubiéramos hecho era superficial comparado a esto. El sujeto de atrás de los arbustos con la cámara brillante se acercó, en lugar de hablar sacó fotografías, estuvo a pocos centímetros de pisarme, aunque pareció importarle menos que nada con tal de tener una buena toma.

Me resbalé, mi novia me sostuvo, íbamos a caer de no ser porque alguien detuvo al paparazzi. Un hombre grande y fuerte puso su palma en el pecho del extraño, ese acto lo mandó de vuelta en sus pasos.

—Déjame en paz —protestó el fotógrafo—. No sabes a quien estás reteniendo, tengo contactos en...

—No te pregunté, pero ni modo ya abriste el pinche hocico —reconocí su voz, es Kalum.

Me hizo recordar que supuestamente Luka nos estaba controlando, por el rabillo del ojo lo vi comer una hamburguesa despreocupado. Nunca lo había visto de cerca, entendí por qué su hermano gritaba como si lo fueran a exorcizar cuando pelearon de broma.

Está potente.

—Mar, pa' qué tienes tus pies si no andas corriendo. —dijo exaltado.

—¡Astrohada, déjenos hacerle unas preguntas! —exigió una de las personas.

—¿Por qué no te vistes de abeja y zumbas la verga? Esto no es un show. —me defendió Kalum

—Acompáñame —Honne tomó mi mano—, hay que huir, juntas. 

Las lindas estrellas fueron opacadas por las luces de autos, cámaras y teléfonos alrededor, tuve que dejar mi comida tirada, lo único que cargaba aparte de miedo era el cuarzo que me regalaron.

Mientras mi cara expresó pánico, ella simplemente me sujetó con fuerza, marcó el camino de salida, además se aseguró de dar su mejor versión la cámara. Con la cabeza baja, una sonrisa forzada pero bonita y sus ojos clavados en mí, incluso el viento la ayudaba yendo suave a mover su cabello.

Era lindo. A la vez no tanto, estaba confusa si solo actuaba así para que pensaran que andábamos enamoradas, no actúa de esa forma normalmente.

Llegamos a una furgoneta morada, nos perdieron la pista en la salida, Honne cerró rápido la puerta antes de lanzarse en el asiento al lado mío.

Si ellos supieranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora