Maestro de la Muerte || Harry Potter

Vigesimoquinto | Ritual II

A Harry no le tomo tiempo encontrar a Lucius, lo que si tomo tiempo fue convencer a Draco de que estaría bien y de que no era necesario que estuviera en la sala de rituales. Claro que eso no fue posible y ahora tenia a un dragón preocupado y en modo salvaje a su lado.

Cuando llego a la sala suspiro satisfecho, le había pedido al lord que meditara y reuniera magia en la habitación, la cual ahora estaba por completo llena de esta, la iba a utilizar por completo.

"Buenas noches, mi señor" Dijo Harry con una sonrisa, Quirrell abrió los ojos y asintió a los tres en la habitación para volver a cerrarlos, seguiría meditando hasta que Harry terminara con los preparativos.

Estirándose algo fuerte se volteo a los dos Malfoy, su mirada ahora era completamente seria

"Por favor, no toquen las runas ni los ingredientes que se van a usar"

Observo como ambos asentían y como la mirada de Draco se había llenado de emoción y curiosidad, ugh, no sabía cómo el rubio se tomaría la presencia de Muerte, pero era algo que ya no estaba en sus manos; ni siquiera Lucius pudo obligar a Draco a retirarse.

Harry paso una hora haciendo runas alrededor del lord, también hizo pequeños círculos de runas donde irían él y Quirrell, por ahora todo iba bien y solo cuando estaba con los retoques finales le pidió al lord que dejara de meditar y se ubicara en el circulo que le correspondía

"Profesor Quirrell, se que usted renuncio a su vida cuando dejo que el lord lo poseyera, pero le aseguro que no será así, usted vivirá, lo prometo, pero debo advertirle que separarse de nuestro señor será doloroso, le recuerdo que por nada del mundo debe salir del circulo de runas ¿Lo entiende?"

Harry esperaba paciente, la mirada que recibía ahora era del profesor que solo estaba asombrado

"Entiendo señor Potter, me mantendré en este lugar" Harry sonrió al no escuchar el tartamudeo y asintió

"Debe volver a Hogwarts, seguir enseñando por al menos este año, de hecho, puede dejar ir ese tartamudeo, cuando logro entenderlo sus clases son muy buenas"

Esta vez la mirada del profesor era llena de gratitud, Harry sonrió y se acomodo en medio del circulo grande para preparar los ingredientes de la poción necesaria para el cuerpo del lord.

Harry invoco el caldero, comenzó poner los ingredientes en el – que iban desde la sangre de Dragón hasta alas de hada – cuando los ingredientes que debían cocerse estuvieron dentro del caldero a fuego lento se posiciono en su lugar de runas

"Muy bien, repetiré la orden, por favor no entren en las runas ni toquen nada de los ingredientes, si llega un punto en que se sienten sofocados por la magia retírense sin hacer ruido, NO me interrumpan, profesor, recuerde que no debe salir de sus runas"

Harry no podía ver a los dos Malfoy tras él, pero supuso que entendieron, Quirrell asintió nuevamente y luego dio paso al lord. Observo los ojos carmín llenos de intriga y solo termino con un asentimiento al mayor observando las runas bajo sus pies

"Es hora, Muerte"

Su compañera de inmediato llego tras él, nadie más que él podía verla, pero estaba seguro que sentía su presencia, Harry inhalo profundo y al igual que el anterior ritual tomo la daga que se encontraba en el suelo abriendo esta vez ambas palmas de sus manos, era extraño y algo divertido ver como desde que comenzó a recitar las palabras que muerte susurraba en su oído la sangre volaba directamente hasta el caldero sin llega al suelo.

Detuvo el sangrado cuando Muerte le ordeno, los rezos de Harry eran susurros muy bajo que rápidamente fueron cubiertos por los quejidos del profesor, él lo había advertido.