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—¿Harry te mando aquí?— preguntó Gemma.

—No— contestó dejando caer la almohada en el sofá.

—¿Pelearon?— alzó la ceja.

—En la mañana, algo así— se alzó de hombros.

—¿Por?— alzó la ceja.

—Un cabrón...— dijo en voz baja.

—¿Un cabrón?— frunció los labios.

—Quiere que Harry le tire las briefs como él se los tira a mi niño— gruñó.

—¿Y tú qué piensas? ¿Crees qué mi hermano es capaz de hacer eso? ¿Dejarte?— se sentó a lado de él.

—No, claro que no, pero soy un patán, y Harry es un ángel, Gemma— miró a los ojos olivos de su cuñada.

—Harry estaba buscándote— dijo Niall desde las escaleras.

—¿Estaba?— junto las cejas.

—Se quedó dormido. Más te vale ir a dormir con él— sonrió burlándose.

—Ya...— tomó sus cosas.

—¿Ibas a dormir aquí?— ensanchó su sonrisa.

—Si, no quería molestarlo— bajó la mirada.

—A Harry no le molesta dormir contigo ni aunque lo golpees— Gemma se volvió veloz y Louis lo miró con algo de enojo para que cerrara el pico.

—Bueno, pero eso nunca pasará— dijo evitando la mirada de Gemma—. Bien, me voy.

Niall hizo una mueca, la había cagado.

Caminó directamente a las escaleras, Harry estaba en posición para dormir, era la cuchara pequeña, esperando sentir a su prometido.

—¿Dónde estabas?— susurró.

—En la cocina— mintió.

—Acércate más— le pidió.

Louis se apretujó contra él, sintiendo el trasero de su rizado.

—Amor...— dijo sonriendo.

—¿Qué?— contestó con la voz adormilada, fingía.

Claro que lo que iba a vengar, dandole donde... bueno, ambos pecaban de no poder resistirse. Sintió aún más el trasero de Harry, gimió cuando el rizado fingió que se removía en sueños.

—¿Qué haces, dulzura?— chilló.

—Deja de hablar— volvió a restregarse.

—Bien— intentó darse la vuelta.

—No te muevas— gruñó—. Ya duérmete.

—Déjame dormir— contestó, divertido.

—No te estoy haciendo nada, Louis— movió la mano para tomar una de las almohadas y ponerla en medio de sus rodillas.

—De acuerdo— uso aquel tono de voz travieso que usaba cuando descubría a Harry, pero fingía que no.

De nuevo la mano del rizado se estiró, para tomar al castaño y posar sus manos en su pecho, luego la bajó poco a poco.

—Ya no estás enfermo por lo que veo— se rio.

—¡Ya, Louis, deja dormir!

—Sé a lo que estás jugando, Harry Styles— se rio.

—¡Estoy tratando de dormir, sólo dormir!

—¡Dormir follado!— susurró en su oído.

—No, sólo dormir— sonrió en la oscuridad—. Estoy enfermo, respétame.

Secretos ✨L. S✨LT. ~COMPLETA~ Where stories live. Discover now