Interacción

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- Alexa...

Mattheo había entrado en la carpa, y apresuró el paso en cuanto vio su estado. La pelirroja yacía en el suelo recostada al borde de la cama; vomitando en un balde.

Ni se inmutó cuando la lona se abrió y el chico
fue rápidamente a sujetarle el cabello desprolijo con una mano mientras que con la otra, acariciaba suavemente su espalda encorvada.

Tuvo tiempo de observarla, y fue capaz de sentir como su rostro emanaba un sudor pegajoso; como su piel se había transformada en colores más pálidos y amarillentos; como sus manos y mejillas estaban frías; y como sus párpados caían con pesar.

Alexa dejó de vomitar. Se levantó, fue al baño y el Slytherin limpió con magia cualquier suciedad y se sentó mejor a su lado. La pelirroja miraba perdidamente al suelo, y percibió un escalofrío al momento que sus hombros fueron revestidos por un brazo fuerte. Le acariciaban la piel con ternura, y unas manos le corrieron los pelos que le impedían ver con claridad.

- ¿Qué tienes? - murmuró con una voz ronca.

Ella sacudió la cabeza en señal de negación. Mattheo suspiró, rendido.

- Te quiero, Alexa, y no sabes como me mata verte así.

Su mano libre se posicionó en la mejilla más lejana, haciendo girar hacia la derecha su rostro pecoso. Sus frentes entraron en contacto, compartiendo el mismo aire.

- No estás sola. Somos tú y yo, como siempre.

Besó sus cachetes, dejando rastros por toda su suave piel. Le secó las lágrimas con los labios, y pudo ver como, flojamente, se relajaba.

- Estoy enferma, Theo.

Su corazón se frenó por un par de segundos, analizando las peores palabras que su mente le hacían pensar.

- ¿Qué sucede?

- Tengo anemia.

- ¿Anemia?

- Es cuando tu cuerpo tiene problemas para fabricar glóbulos rojos, y por tanto, para transportar un nivel adecuado de oxígeno.

Mattheo se tensó. Por un momento se le había pasado por la cabeza que estuviese embarazada, y aunque deseaba con la máxima de su fuerza que no fuese así; esto era todavía peor.

- ¿Hace cuanto?

- Unas semanas.

- Joder...

- No es tan grave como suena, todos estamos algo débiles.

- ¡Me dan igual, Alexa! - se pasó las manos por la cara, molesto - Tenemos que ir con un médico.

- Ya fui, Theo. Gracias a él me enteré.

Eso pareció dejarlo un poco más tranquilo.
- ¿Y, te dijo cuál es la causa?

- Falta de hierro.

- Necesito un poco más para entenderlo.

- El hierro es uno de los nutrientes que generan glóbulos rojos. El que está en la proteína animal es mucho más fácil de absorber que el presente en las fuentes vegetales. Al no comer carne, necesito otras fuentes de hierro, las cuales, en tiempos de guerra, no son tan fáciles de hallar.

- ¿Qué es lo que necesitas?

- Garbanzos, legumbres, frutos secos, cereales, frijoles, porotos... ¿Por qué anotas?

Mattheo Riddle y Alexa Weasley (parte 3)Kde žijí příběhy. Začni objevovat