Maestro de la Muerte || Harry Potter

Vigesimoséptimo | Grimmauld Place

La tarde-noche que Harry llego a Grimmauld Place estuvo algo deprimido, su animo cambio un poco al realizarse el ritual de Yule, claro que Sirius sabia como realizarlo, era un Black después de todo.

Le había mandado una carta a Severus para que estuviera enterado de donde estaba, era su tutor y no podía desaparecer del radar del mayor de ese modo.

Al día siguiente Sirius le dio un recorrido completo por la mansión, su corazón se lleno de amor cuando, en el ala familiar, Harry tenia su propia habitación - había dormido en una de invitados al estar muy cansado después del ritual Yule - al frente de la de Remus, la principal era de la cabeza de familia, o sea Sirius, que estaba a final del mismo pasillo.

Harry se dejo llevar de su padrino, las bromas que Sirius decía y Remus completaban lo ayudaban a mejorar un poco su estado de ánimo, además ¿Eso era un jardín? ¡Por Merlín! Él ni siquiera sabia que Grimmauld Place tuviera un jardín/patio trasero y maldita sea, era enorme. Jodida la magia y su extraña manera de ocultar una enorme mansión donde debería ir un edificio.

"Prongs. ¿Estas bien?"

Harry levanto la mirada al escuchar la voz de Sirius, se había mantenido en la biblioteca terminando sus deberes, ya le faltaba un poco y aun le quedaban cuatro días para volver a Hogwarts

"Siri... si, estoy bien, solo es..." Hizo una pequeña mueca, observando los pergaminos frente a él encogiéndose de hombros "He tenido pesadillas... no he dormido muy bien"

Y era malditamente cierto, Harry podía dormir casi dos horas seguidas antes de que las pesadillas lo atacaran, se culpo por hacerse dependiente a Draco y la necesidad de dormir juntos, debía acabar con eso.

"Cachorro, sabes que puedes llamarme cuando lo necesites, ¿No?"

Claro que Harry sabia eso, pero no sabia como explicarle a Sirius que sus muchas pesadillas eran en parte de verlo a él cruzar por el velo y ver a Remus muerto en el gran comedor.

"Si... lo sé, pero no quiero molestar"

Pensó que Sirius se iba a molestar por eso, en cambio termino sentado a su lado acariciando su cabello y abrazándolo por los hombros

"Harry, nunca serás una molestia, eres mi ahijado, daría mi vida por ti"

'Mierda' pensó Harry dejando que el adulto lo abrazara, sintiendo sus ojos húmedos y haciendo lo posible por no dejar las lágrimas salir.

'Lo sé' Quiso decirle a Sirius 'Por favor no me dejes' Su mente gritaba en su interior 'No quiero verte morir de nuevo'

Al carajo todo, Harry no notaba que estaba llorando, solo era consciente de que ahora estaba sentado en el regazo de Sirius y sentía caricias en su espalda mientras el lloraba contra su pecho, había sido fuerte por mucho tiempo.

Cuando Remus entro a la biblioteca para avisar la cena se sorprendió por la imagen frente a él. Sirius mimaba de un pequeño Harry dormido, pero se notaba las gruesas lagrimas corriendo por las mejillas del menor. Y lo que mas le dolió, el olor en su cachorro, un olor lleno de tristeza.

"¿Sirius?" Susurro sentándose al lado de su amigo, acariciando las mejillas de Harry para tratar de borrar las lagrimas

"Esta bien, necesitaba desahogarse, creo" Dijo el animago igual de bajo que el lobo, no quería despertarlo

"Al menos duerme, cada noche despierta ahogando gritos, pero no me deja entrar a su habitación"

Sirius suspiro fuerte por eso, dejando su mirada nuevamente en su ahijado, quería protegerlo, quería que se sintiera seguro con ellos