Capítulo XVIII

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Capítulo XVIII

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Capítulo XVIII

Wanda llegó a casa con la niña en los brazos y el alma en los pies. Natasha le había realizado varias pruebas a la pequeña Rosalie y, todas habían arrojado el mismo resultado: la niña era autista, sin lugar a dudas. Ahora faltaba determinar en qué parte del espectro autista encajaba su sintomatología para así poder iniciar un tratamiento que fuera acorde con ella y que le permitiera desarrollarse de la mejor manera posible. La pelirroja le explicó que el autismo no era una enfermedad, sino una condición y que la niña podría vivir perfectamente con ello si se le orientaba y se le trataba. Sería un proceso largo y muy complejo, pero, ella estaba dispuesta a asumir el papel. Claudia salió a recibirlas con la angustia pintada en sus rasgos sin edad y Rosie le estiró los brazos en cuanto la vio.

─ ¿Cómo está? ¿Qué te dijeron? ─ preguntó atropelladamente, en voz baja, antes de coger a la niña entre sus brazos y entrar con ella a la casa.

─ Luego te explico... ¿James ya llegó? ─ preguntó y Claudia asintió, mirando hacia la cocina.

─ Estaba preocupado por ustedes, pero, le dije que habías llevado a Rosie a dar un paseo... no llegó hace mucho, no sabe cuanto tiempo estuvieron fuera de casa─ le explicó y Wanda asintió.

Rosie, que escuchó la voz de su padre a lo lejos, forcejeó para bajar y en cuanto sus pies estuvieron en el suelo, corrió al encuentro del castaño. Wanda y Claudia la siguieron más lento y cuando entraron a la cocina se encontraron con el hombre besando las mejillas de su hija con su cariño. Al ver a la chica, su sonrisa se amplió y Wanda se sintió más culpable al ser la portadora de una noticia tan compleja de asimilar.

─ Hola, ¿adónde fueron a pasear hoy? ¿se divirtieron? ─ preguntó alegremente y Wanda asintió suavemente.

─ Sí, nos divertimos... Claudia, ¿llevarías a Rosie a darse un baño? Hay algo que Bucky y yo tenemos que hablar─ dijo, más seria y la sonrisa de Bucky se fue diluyendo poco a poco. Besó a su hija por última vez y la entregó a los brazos de la mujer mayor, mirando a Wanda con curiosidad.

─ ¿Qué es lo que pasa, Wanda? ¿Pasó algo con Rosie? ─ preguntó, comenzando a preocuparse, pero, ella lo detuvo con un gesto.

─ James, primero, tienes que entender que no hay nada malo con Rosie, ¿sí? Ella está bien... pero, hay algo que sí tienes que saber─ comenzó y él puso de pie, impacientándose.

─ ¿Qué es lo que pasa con mi hija, Wanda? ¿Adónde la llevaste? ─ volvió a preguntar, con las manos en las caderas. Ella suspiró y se sentó en uno de los bancos de la cocina, enfrentándolo con tranquilidad.

─ Hoy, cuando regresé del supermercado, encontré a Rosie en medio de una crisis. Fue realmente... difícil tranquilizarla, nunca la había visto así y Claudia dijo que nunca antes se había comportado de ese modo...─ explicó y el hombre frunció más el ceño.

2 A.M.Where stories live. Discover now