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—Repítemelo otra vez.—insistió frunciendo el ceño.
—Appls está cayendo por si sola, si nosotros.—extendió una hoja hasta ella—Colaboramos podríamos ayudarlos.
—¿Y a mí eso me va a beneficiar en qué?—pregunto mientras leía la hoja que tenía en sus manos.
—Si nosotros compramos las acciones del señor Blunt y si de... casualidad el resulta culpable en los crimines que se le imputan, la empresa será tuya.
—¿Que dices cielo?—su padre la miro—¿Lo hablamos con él?
—Suena interesante, podríamos hablarlo con el si es que está interesado.
—Estará desesperado.—rodo los ojos.—lo venderá.
—Entonces cuenten conmigo.—sonrió.
—La cita con Blunt es en una hora.
—Vayamos entonces.—todos se levantaron de sus sillas, Agnes se puso a lado de su padre mientras bajaban por el ascensor.—¿Crees que sea culpable?
—Totalmente.—la miro—no me atrevería a invertir si no estaría seguro.—Así que tú tienes que convencerlo de que quiera firmar.
—Pensé que eso quería él.
—Eso quiere su abogado, pero él es un poco... testarudo, es darle un empujoncito.—hizo un gesto con las manos.
—Entiendo.—suspiro—No se ve tan... malo. Digo para haberla matado.—miro fijamente una de las fotos en su celular.-
—Las apariencias engañan, quien imaginaria que se metería con su azafata.
—Pues quizá.—se encogió de hombros.
El camino a Applsn fue rápido había muchos reporteros al llegar, en conjunto con cámaras y personas preguntando cosas al azar.
El señor Laurent y su hija llegaron al elevador y enseguida una chica de pelo chino les sonrió.
—¿Puedo ayudarlos?
—Tenemos una cita con el señor Blunt.
—Él no se encuentra.
—Que poco profesional.—contesto Agnes—Tenia una cita con él.
—Lo siento el no...
—¿Hola?.—ambos giraron y ahí estaba.
Llevaba una playera gris y sobre de esta una camisa de mangas las cuales ambas las tenía en los codos, pantalón y zapatos... demasiado informal para ser el dueño de una compañía tan grande como esta, cuando levanto su mirada a su rostro noto como el al igual que ella la examinaba de pies a cabeza mientras sonreía.
—Erich, soy el señor Laurent, hable con tu abogado por teléfono.
—David no me comento nada.—contesto mirando al hombre que estaba a su lado el cual ya se veía un poco mayor.
