"Fuimos a un lindo restaurante de comida italiana y nos sentamos en el fondo, ordenamos una botella de vino tinto, ensalada y pasta, brindamos por mi cumpleaños y por el cierre de otro exitoso negocio que él concretaba. Fue una linda velada que me hizo olvidar todos los pensamientos lujuriosos que había tenido durante el día, estaba frente a un hombre real, del cual conocía todo y que además amaba y me amaba. Pagó la cuenta y salimos tomados de la mano del restaurante, nos besamos mientras nos llevaban el coche, que diferentes eran sus besos a los de aquella extraña, el amor debía ser la diferencia, pensé tratando de borrar aquellos recuerdos."
"Llegamos a mi apartamento y lo invité a subir, necesitaba apagar el fuego que me había estado consumiendo todo el día. Entramos tomados de la mano y cuando subimos al ascensor no pude contenerme y lo besé desesperadamente mientras acariciaba su pecho por encima de la camisa, al llegar al piso de mi departamento Reggie me miró de forma extraña."
Reggie: Pero Cheryl, nunca antes me habías besado de esa forma –
"Exclamó sorprendido."
Cheryl: Te necesito – respondí con voz de niña pequeña – y te extraño.
"Entramos a mi apartamento y volví a besarlo frenéticamente mientras hacía que se sentara sobre el sillón y yo me senté encima de él y comence a desabrochar su camisa con urgencia, Reggie me acariciaba la espalda, comencé a besar su cuello, en tanto llegaba al último botón de su camisa, cuando su móvil sonó."
Cheryl: No contestes
"Supliqué con la voz entrecortada."
Reggie: Puede ser importante –
"Replicó tratando de alcanzar el celular en su pantalón"
Cheryl: Si es importante volverán a llamar
"Insistí exasperada."
Reggie: Perdóname cariño, pero sabes que es mi deber contestar el móvil sin importar la hora que sea!
"Entonces, me senté molesta a su lado mientras recuperaba el compás de mi respiración y el latido normal de mi corazón. Me di cuenta que era, su jefe, para recordarle de la importante junta que tenían al día siguiente a las ocho de la mañana. En cuanto colgó vi que abrochaba su camisa, yo me llevé una mano al cabello y lo hice para atrás."
Reggie: Perdóname mi amor, tengo que irme, mañana tengo que madrugar, la junta es en Nueva York y ya sabes cómo se pone el tráfico para allá."
Cheryl: Dijiste que me recompensarías
"Exclamé furiosa cruzándome de brazos."
Reggie: Y lo haré, te lo prometo, Mauro va a darme un par de días libres como recompensa al negocio que ayer cerré y viajaremos a donde quieras.
Cheryl: Eso has venido diciéndome por los últimos seis meses y sigo esperando.
Reggie: Te prometo que ahora sí se hará realidad, tú sabes que trabajo por los dos.
Cheryl: Lo sé, lo sé, es sólo que... ¿hace cuánto hicimos el amor?, ¿tres meses?, ya ni siquiera lo recuerdo. – agregé frustrada, cuando íbamos en la universidad lo habíamos hecho más veces en una semana que las que lo habíamos hecho en el último año.
Reggie: Mi amor, te juro que yo también te extraño y te necesito en ese aspecto, pero tienes que comprender que de este trabajo tendremos todo lo necesario para casarnos y poder mudarnos de Canadá.
Cheryl: Lo sé y lo comprendo – dije resignada – que descanses y suerte en tu junta.
Reggie: Recuerda que te amo Cher, por favor, eso nunca lo dudes –
"Dijo tomando mi rostro entre sus manos."
Cheryl: Yo también te amo – respondí.
Me dió un ligero beso en los labios y se fue. Yo me quede ahí, sentada en el sillón, resoplando, a pesar de que me sentía frustrada por el rechazo de mi novio, que prefería sus negocios antes de complacer a su novia aunque fuera por cinco minutos, lo que me tenía en realidad mal era el saber a quien era verdaderamente a la que necesitaba y deseaba en estos momentos, así que me levanté y saque el móvil de mi bolso y decidida marqué su número, me importaba un reverendo pepino si pensaba que era una urgida que no podía conseguir una pareja de forma normal, mi cuerpo entero estaba reclamando, ansiando y deseando esos besos y esas caricias que me volvían loca por completo."
"El número que usted marco se encuentra apagado o fuera de cobertura"
– ¡Maldición
"Grité aventando el móvil al sillón llena de rabia pensando que esas caricias y esos besos que tanto necesitaban estaban siendo entregados a otra perfecta desconocida. Frustrada y resignada me metí a darme una ducha de agua fría."
