20. Azúl depresivo.

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     El silencio en el lugar era aterrador. Tan aterrador, que el sonido de la tormenta cayendo con fiereza parecía una canción de cuna que impedía quedar atrapado en medio de la abrumadora y silenciosa tortura auditiva.

Se encontraban los tres; Will, su hermana y él sentados en el suelo del pequeño balcón cubierto de la habitación del mayor, observando la lluvia caer y el oscuro cielo iluminarse por los relámpagos.

Los gemelos habían permanecido en silencio luego de salir de la biblioteca e incluso al comer en el gran comedor del lugar. Mabel a pesar de ser muy habladora prefirió no decir nada al notar la mirada agotada del alfa y sentir el pesado ambiente, mientras Dipper se mantenía en silencio simplemente observando las acciones del hombre y preguntándose muchas más cosas que deseaba decirle, pero prefirió esperar cuando Will estuviera listo para hablar.

Los había llevado a su habitación, ellos siguiéndolo sin protestar. Luego de entrar los observó y sonrió débilmente, y se sentó ahí donde estaba. Dipper y Mabel se observaron por un segundo antes de caminar hasta donde el mayor se había sentado y cada uno se sentó al lado suyo. Los dos lo sabían, esa era la mirada de una persona absolutamente sumergida en la tristeza, y aunque el hombre siguiera siendo un desconocido para ellos, entendían el sentimiento del hombre, por lo que no lo pensaron mucho antes de decidir acompañarlo así como él lo había hecho en ese tiempo.

Will sonrió con más sentimiento el sentir a los pequeños a su lado, ellos tenían la habilidad de reducir esa tristeza que lo embriagaba siempre y borrar la soledad. No recordaba con claridad lo que era sentirse de esa manera.

—Mi hermano... es una persona un tanto obstinada —comenzó a hablar él, llamando la atención de los pequeños—. Es alguien egoísta y temerario, y por lo que vieron algo maleducado. Me disculpo si los asustó.

Dipper quiso girar los ojos, pero se contuvo. Ese hombre aparentaba mucho más de lo que realmente era, pero prefería esperar a que el alfa de cabellos azules se lo confirmara.

—No sabía que tenía hermano —murmuró Dipper con cuidado, no queriendo romper el cálido ambiente que habían creado.

Will sonrió levemente, acomodándose en su lugar.

—Sí... la familia no es algo que nos defina a nosotros, los Cipher. No muchos saben de nuestra existencia o la del otro.

—Su hermano da miedo... —susurró Mabel, pegándose más al mayor haciéndolo reír por el comentario.

—Suele causar eso en las personas la primera vez que lo conocen, pero realmente es una persona conservadora... que odia todo lo lindo y colorido.

El castaño bufó y Mabel rió.

—Señor Cipher, ¿por qué su hermano nos trajo aquí? —preguntó Dipper, finalmente aquello que quería desde hace tiempo.

Will suspiró, enfocando su mirada nuevamente en el cielo.

—Verán... mi intención no era que conocieran a mi hermano. Yo quería adoptarlos y llevarlos a un lugar fuera de esta ciudad, donde pudieran sentirse en un hogar y vivir como niños sin preocupaciones, pero... —dudó un poco, pero tenía que ser sincero con los pequeños si quería que ellos confiaran en él—. Bajé mi guardia, y pude haberlos comprometido a ustedes al peligro.

Dipper y Mabel lo observaron sorprendidos, sin entender realmente a dónde quería llegar.

—¿Qué peligro? —preguntó nuevamente cauteloso Dipper.

—Al ser uno de los dueños de la compañía, hay ciertas personas que quisieran buscar debilidades para obtener lo que yo tengo —él observó a los pequeños, regalándoles una sonrisa—. Y creo que una de esas personas me descubrió, y ahora mi hermano nos trajo aquí para protegernos, por muy ridículo que suene.

Three || BillDipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora