Los ideales siempre son buenos.
Chu Yang se alegró al pensar que podía pasar la noche sin ningún peligro, y en cuanto a cómo explicaría a Jiang Gu si se descubría el castigo, eso era algo que lo pensaría mañana.
Secretamente levantó el pulgar hacia arriba en su corazón, afirmando con optimismo que todavía tenía el apoyo de los cielos.
¡El hecho de haber impedido con éxito que el Consejo Estudiantil viniera a por Jiang Gu hoy y haberlo protegido de ser acosado fue suficiente para hacerle feliz durante todo el día!
Aunque sólo era carne de cañón en la historia, mientras esté ahí, ningún protagonista original podrá tocar a Jiang Gu.
Cuando el corazón está feliz, la comida estará repleta de energía.
La boca de Chu Yang estaba llena, y masticó rápidamente como un pequeño hámster, tragó y luego se metió en la boca un gran bocado de arroz.
Este era un hábito que desarrolló en su última vida, porque comer era una pérdida de tiempo, por lo que intentaba comer lo más rápido posible.
Desde que cruzó el libro, a excepción de cuando le daba verduras a Jiang Gu, era cuando disminuía la velocidad. Pero después de eso, siempre había sido rápido cuando comía solo.
"Cachorro, ¿en qué piensas que estás tan feliz?, cuéntale al tío y nos divertiremos juntos.
Jiang Zi Ao cruzó las piernas y se sentó al lado de Chu Yang con la barbilla apoyada en su mano, parecía un pervertido mientras veía a Chu Yang comer, sólo pensando de que era tan lindo, así sintiendo que estaba lleno y no podría comer más en su vida.
Chu Yang ni siquiera levantó la cabeza, ni lo miró.
Al ver que Chu Yang lo ignoraba y enterraba la cabeza en su comida, Jiang Zi Ao no se enojó, sino que incluso tuvo la idea de burlarse.
Silenciosamente extendió su mano y de repente pellizcó la mejilla abultada de Chu Yang y la frotó dos veces, el suave toque de su mano le hizo emitir un emocionado "ow".
Chu Yang estaba comiendo alegremente, hasta que lo pellizcaron en su mejilla y casi escupió todo, tapándose apresuradamente la boca y miró a Jiang Zi Ao con los ojos húmedos.
Los pequeños ojos tristes lo miraron, y Jiang Zi Ao sintió que su alma desapareció.
Jiang Zi Ao dejó escapar un grito emocionado y extendió sus brazos para darle un gran abrazo a Chu Yang, sobresaltando a éste, que casi rompe el plato que tenía en la mano.
Al segundo siguiente, Jiang Gu se levantó con una expresión sombría y se acercó rápidamente para alejar a Jiang Zi Ao.
"Oye, oye, oye, ¿tienes prisa otra vez?"
Jiang Zi Ao se apresuró a retirar su mano de forma inocente en cuanto vio que Jiang Gu se acercaba, pero cuando vio que su sobrinito seguía mirándole fijamente, su terquedad lo superó. Intencionalmente pellizcó el suave brazo de Chu Yang: "El cachorro es tan lindo, ¿cómo puede un brazo ser tan suave..."
Como resultado, este roce sólo tocó la herida en el brazo de Chu Yang, así encogiéndose de dolor y apresuradamente retiró su brazo.
"¿Cachorro?"
Jiang Zi Ao tenía curiosidad así que cogió la muñeca de Chu Yang y levantó la manga de su ropa para echar un vistazo. Solo para encontrar moretones verdes y morados.
El comedor se quedó en silencio de repente.
"¡¿Qué está pasando?!" Jiang Guo bajó sus palillos de repente y dijo bruscamente.
