Especial: Las Cartas de Virgo 2/2

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Especial; Parte Dos.

La vida de un artista siempre es cansada, la mayor parte del tiempo tienen que ir de un lado a otro, ensayando canciones, coreografías, presentaciones.

Muchos artistas no soportan tanto estrés, tanta pesadez mental y física, y muchos creerían que un artista que parece nunca dejar de ser niño, sería la excepción.

Aries era un cantante reconocido al mismo nivel que Sagitario, quizá en diferentes géneros, pero ambos tenían el mismo éxito.

La diferencia, era que Sagitario no era vocalista, bailarín, instrumental, rap y productor al mismo tiempo. Sag era instrumental y productor nada más.

Por otro lado, Aries, el Peter Pan de la música como sus fanáticos le llamaron, era todo eso en uno solo.

Pese a todas las responsabilidades que tenía como solista, él siempre parecía alegre, parecía disfrutar los momentos en los que llegaba al escenario y armaba un gran show, cuando la gente gritaba su nombre, él se emocionaba demasiado, cuál niño viendo a sus personajes favoritos.

Solo que, no todo era miel y dulces.

Detrás de esos show's estaban horas de ensayo, días sin comer, sin poder dormir, la inquietante consciencia que le hacía preguntarse si a las personas les iba a gustar el siguiente proyecto.

Una gira estaba cerca, y Aries tenía que aprenderse todos los pasos de baile bien, encontrar el tono y el ritmo adecuado para que su voz no se canse al estar moviéndose.

Ya eran las dos de la mañana, y Aries aún estaba ensayando, pero ensayando de una forma mortal, no había tomado ningún descanso ni nada desde que comenzó, Capricornio le había insistido en ir con él, ya que al menos hace dos meses, había ocurrido una situación.

En medio de un ensayo, Aries pidió urgentemente que pararan, los bailarines de apoyo se detuvieron, él se había quedado sin aire por no poder descansar ni un poco, y fue cuando se sostuvo de una pared, que estuvo apunto de desmayarse, de no haber sido por Capricornio que estaba cerca con una botella de agua, hubiera quedado inconsciente un tiempo.

Claro que, Capricornio se enojó, y se sigue enojando porque no le gusta que Aries se exceda así y no quería que nada le pasara.

Aún así, el pelinegro tenía muchas cosas qué hacer hoy, así que Aries no dudó en escaparse al ensayo.

Pero cuando Capri se enteró, una videollamada ha estado corriendo desde hace dos horas, Capricornio en casa, arreglando varios papeles, mientras veía a Aries practicar.

¿Le gustaba verlo bailar y cantar? Claro, le parecía un ángel, un ángel que a veces hacia coreografías muy atrevidas o arriesgadas que a ambos le gustaban.

—Ari, deberías dormir ya —opinó él ojiazul, mirando que su chico se había recostado en el suelo, totalmente agotado.

—La presentación debe salir bien, no puedo fallarle a la gente —se escuchó el eco de la voz del castaño por todo el salón de baile.

—Has estado ensayando hace dos semanas. Y la gente ni siquiera se sabe la coreografía, si te equivocas no lo van a notar.

—Pero tú, los productores, los bailarines y yo, sí lo vamos a notar —añadió.

Capricornio negó. —Eres muy persistente cuando te lo propones.

—Yo también te amo —finalizó Aries inocente, mandando un pequeño beso con la mano, y se reincorporó para finalizar la videollamada.

Él castaño que llevaba una voz cansada, tuvo qué aceptarlo cuando colgó la videollamada con su novio.
Si seguía cantando por más tiempo mientras bailaba, era probable que perdiera su voz por un tiempo, pues ya comenzaba a sentir su garganta rasposa.

Chicos Perfectos [Zodiaco Boys Love]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora