Ciudad de México.
-Santoro ¡Bienvenido a México, mi buen amigo-
-Omar, ¡que gusto verte después de tantos ańos!-
-Lo mismo digo ¿Qué tal el viaje?-
-Todo tranquilo aunque estoy algo cansado-.
Omar Cordoba era el mejor amigo de Franco, se conocían desde niños y prácticamente se veían como hermanos.
-¿Ya sabes como te acercarás a los Elizalde?-
-Tengo el plan perfecto, esta semana los voy a conocer o mejor dicho ellos me van a conocer a mí-
-¿Estas seguro de lo que haras?-
-Más que seguro, hice una promesa y Franco Santoro siempre cumple sus promesas-.
-Vida *dijo Barbara a Gonzalo* ¿Quien es Franco Santoro? Vi que el viernes tienes una reunión con él-
-Es un nuevo inversionista, ha seguido la historia de nuestra empresa hace ańos y quiere hacer negocios con nosotros-
-¿Negocios? ¿Qué clase de negocios y por qué no me habías dicho nada?-
-Estaba considerando la propuesta, ademas quien esta llevando a cabo las llamadas con el es Anibal, él mismo se encargara de recibirlo el viernes-
-¿Y tú?-
-Yo tengo una junta con los del banco, estamos muy atrasados en los pagos, si seguimos así podemos perder la empresa ¿Me acompañas?-
-Todo va a mejorar vida y la verdad es que yo prefiero quedarme a recibir a ese seńor Santoro, quiero asegurarme yo misma que sea de completa confianza-
-Esta bien mi alma, como tu prefieras-.
*Gonzalo le dio un beso a Barbara y se dirigió a ver a su hija Fernanda*
-Fer, hija-
-¡Papi!- *dijo levantándose a saludar a Gonzalo*
-¿Y Damian-
-Sigue en la empresa, estaba retrasado con el trabajo y quiso terminar hoy todos sus pendientes-
-¿Como vas con él? Últimamente los he notado distantes-
-Debe ser porque los últimos meses todos hemos estado cargado de trabajo pero no te preocupes, estamos de maravilla-
-¿Segura? Ya sabes que puedes confiar en mí-
-Segura papá- *Lo abrazo y se sintió mal por mentirle pero no quería darle más preocupaciones-.
Franco Santoro se instaló en un lugar llamado "Las animas", ahí preparaba todo para el día tan esperado por él: Conocer a los Elizalde.
