Netherfield despertó convulsionada la víspera de Año Nuevo. Los Bennet, llegaron para el desayuno. Los
preparativos del baile hacían que la casa estuviera llena de gente, entrando y saliendo, en actividades
varias. Jane y Caroline supervisaban todo.
En medio de todo el alboroto, arribaron los Hurst con unos amigos de la familia Bingley.
Si Darcy hubiera sabido que había un baile organizado, sin duda, habría decidido quedarse en la
tranquilidad de Pemberley. Estaba refugiado en la biblioteca, tratando de evitar el contacto con las otras
personas que invadían la casa, cuando escuchó la voz de su mujer que le decía:
-Cambie esa cara, Señor Darcy, guárdela para cuando comience el baile.
-Estoy enojado con Charles, cuando hizo la invitación, se olvidó de decirme que habría un baile. Sabe que
no me gustan.
-Y porque lo sabe, le ocultó la información. Habrá que reconocer que estuvo muy astuto- comentó
Elizabeth sonriendo-En lugar de poner esa cara de fastidio, por qué no piensas que, esta vez, tendrás el
placer de poder bailar todas las veces que quieras conmigo.
-Ese es mi único consuelo- le respondió Darcy y, diciendo esto, la besó.
Detrás de un alto estante lleno de libros, se perdieron en sus besos, sin darse cuenta que, Caroline había
entrado a la biblioteca en busca de conversar con Fitzwilliam. Al encontrarlos en esa situación, se quedó
helada.
-¡Oh!, dis...disculpen- balbuceó antes de salir disparada hacia la puerta. La pareja quedó por un momento
petrificada, hasta que Lizzie estalló en carcajadas.
-¡Elizabeth!, shhh, no es gracioso- le decía su esposo, pero ella no podía parar.
-Lo siento- dijo riéndose- ¡Pobre Caroline!, no creo que su idea al entrar aquí, fuera encontrarte así- y
volvió a reír.
La picardía de su esposa lo hizo sonreír, pero enseguida reprimió la misma.
-Tal vez, debería encerrarme en nuestra habitación hasta que sea el nuevo año- masculló Darcy.
-Tengo una idea para que cambies tu humor antes de la fiesta- dijo Lizzie, mientras lo tomaba de la mano
y le pedía que la siguiera hasta su habitación.
Los invitados iban llegando. Charles los recibía, orgulloso, junto a Jane. Caroline, también los
acompañaba. La música ya sonaba, el ponche se servía, la gente conversaba, pero los Darcy no
aparecían.
Finalmente, descendieron las escaleras, Elizabeth estaba radiante en un vestido de terciopelo rojo, con
cinta negra debajo del busto y detalles, en cuello y magas, de encaje blanco. (1)
Charles se sorprendió al ver que, la expresión de su amigo había cambiado, parecía estar contento.
Fitzwilliam, Elizabeth y Georgiana, saludaron a los anfitriones antes de unirse con los invitados en el
salón. A Lizzie le pareció ver más aversión de la común en los ojos de Caroline.
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Secuela de Orgullo Y Prejuicio
RomanceEstá historia no es mía, pero me ha encantado y me gustaría compartirla. Todo le pertenece a Jo Darcy (seudónimo). Esperó que la disfruten. Es la versión, que a mi parecer se ajusta mejor a la forma de escribir de Jane Austen.