Por primera vez, desde que estaban casados, su esposo se había levantado primero.
Después de cambiarse, bajó a desayunar. Encontró a Darcy en una acalorada discusión con su primo
sobre política. Georgiana se alegró de verla entrar, ya que no creía aguantar mucho más esa
conversación.
-Buen día- saludó haciendo una breve reverencia- ¡Qué grata sorpresa Coronel! ¿Nos acompañará mucho
tiempo?- le preguntó, mientras observaba la expresión de su cuñada.
-Tal vez, en realidad, depende de lo que dispongan mis superiores. Pero espero poder quedarme al
menos un mes- respondió, echándole una breve mirada a Georgiana.
La joven se sonrojó un poco y desvió su mirada al notar que su cuñada la miraba.
Los sirvientes, volvieron a servir más café. Lizzie pidió té.
-¿Cuáles son tus planes para hoy?- preguntó Darcy a su mujer.
-Salir con Georgiana a pasear. Después la acompañaré hasta la casa de la señorita Annesley y yo
aprovecharé para visitar a mis tíos.
-¿Saldrán apenas terminado el desayuno?
-Sí, apenas estemos listas.
-En ese caso, me gustaría tener unas palabras a solas contigo- diciendo esto, se paró y esperó que su
esposa lo acompañara hasta su estudio.
-¿Pasa algo malo?- preguntó inquieta mientras caminaban.
-No, nada malo. Pero ha surgido un asunto negocios, por el cual tengo que ir a Portsmouth. Volveré
rápido, tal vez mañana.
-¿Tienes que irte? ¿Cuándo?- preguntó angustiada.
-Lo antes posible, dentro de un rato, Richard se quedará haciéndoles compañía. Lo siento mucho, por
más que prefiera quedarme contigo, tengo que ir.
-Está bien, entiendo. Pero prométeme algo.
-Lo que quieras.
-Vuelve pronto.
-Lo prometo- dijo y la besó.
Cuando iban a salir, Darcy las acompañó hasta el carruaje para despedirse. Primero abrazó a su
hermanita y le dio un beso en la frente. Luego, abrazó a su esposa. Lizzie no quería soltarlo.
-Elizabeth, el carruaje espera- y susurrándole al oído, agregó- Te amo. Te extrañaré.
-Yo también, vuelve mañana, ¿sí?
-Nos vemos mañana- dijo, dándole la mano para subir al carruaje- Saludos a tus tíos, diles que vengan a
cenar con nosotros.
Elizabeth asintió y, mientras avanzaban por la calle, miró a su esposo que se despedía desde la puerta.
La tía Mary, la estaba esperando con el almuerzo. Los niños estaban con su institutriz y Edward,
trabajando. Pudieron sentarse tranquilas a conversar.
-Elizabeth, apenas llegamos, nos enteramos de algo que creo debes saber- dijo su tía.
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Secuela de Orgullo Y Prejuicio
RomanceEstá historia no es mía, pero me ha encantado y me gustaría compartirla. Todo le pertenece a Jo Darcy (seudónimo). Esperó que la disfruten. Es la versión, que a mi parecer se ajusta mejor a la forma de escribir de Jane Austen.