Capítulo 21

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El sol de verano golpeaba fuertemente. Elizabeth se sentó junto a la ventana, esperando que alguna brisa


la refrescara. El calor era intenso y ella miraba hacia fuera, buscando ver a su esposo, que había salido a


recorrer la propiedad con su administrador. La preocupaba que estuviera tanto tiempo bajo esa


temperatura.


La Sra. Reynolds entró con una bebida refrescante y le acercó un abanico a Lizzie.


-Gracias - dijo Lizzie - ¿Ha regresado el Sr. Darcy?


-No Señora, aún está con Henry. Usted sabe que tiene que ponerse al día después de la larga ausencia-


intentó tranquilizarla.


-Sí, lo sé, pero es que hace mucho calor y no ha regresado desde la mañana- comentó preocupada.


La Sra. Reynolds la miró con cariño, había criado al Señor Darcy desde niño y, a medida que conocía


mejor a su joven esposa, se sentía feliz de la elección que había hecho su amo.


-¿Necesita algo más Sra. Darcy?


-No...Sí, dígale a Andrew que tenga preparado el baño para mi esposo.


-Se lo diré, con su permiso- dijo antes de retirarse.


Lizzie tomó su bebida mientras se abanicaba, luego, caminó hacía el estudio de Darcy, estaba vacío. Se


acercó a su escritorio, mirando los objetos que estaban sobre él y se sentó en el sillón cercano. Sobre la


mesa, el pequeño retrato que Elizabeth le regaló en Navidad la miraba. Elizabeth se durmió con el calor


de la tarde esperando el regreso de su marido.


Despertó algunas horas después, se dio cuenta que era tarde porque el sol estaba descendiendo. Salió al


corredor y le preguntó a uno de los sirvientes si el señor había regresado. Ante la respuesta afirmativa,


corrió hacia las escaleras, rumbo a la habitación. Al llegar al tope, debió frenar, le faltó el aire por un


minuto y le provocó un mareo. "La carrera y el calor me están afectando", pensó, mientras intentaba


normalizar la respiración.


Llegó a su dormitorio y entró al de Darcy por la puerta que los comunicaba. No había nadie en él, pero la


ropa para la cena estaba preparada sobre la cama. Caminó hasta el vestidor y golpeó la puerta.


-¿Quién es?- preguntaron desde adentro.


-Soy yo, ¿puedo pasar?- respondió al reconocer la voz de su marido.


Tardó en responder, como si estuviera pensando la respuesta.


-Estoy en la tina, si no te molesta puedes pasar.


Elizabeth entró tímidamente, Darcy estaba recostado en la bañera. Tenía expresión de cansancio y sus


ojos azules, resaltaban en el rostro ligeramente tostado


-¿Estás bien? Estuve muy preocupada por ti- le dijo.


-Sí, sólo cansado.


Lizzie se sentó junto a él y jugueteó con su cabello mojado.


-No deberías hacer lo que hiciste hoy, demasiado calor para pasearte por el campo. Si yo intentara hacer

Secuela de Orgullo Y PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora