"La sonrisa de tu cara
me dice que me necesitas
La sinceridad tus ojos,
dice que nunca me dejarás
La fuerza de tu mano
me dice que me agarrarás
siempre que me caiga.
Dices lo mejor,
cuando no dices nada."
Ronan Keating - When you say nothing at allÉl entró en la habitación que compartía con su esposa y la encontró sentada en un sillón, concentrada en
sus pensamientos. Darcy caminó en su dirección, no lo vio hasta que estuvo junto a ella.
Estaba resuelto a pedirle que se sincerara con él y le contara sobre su estado de salud.
Realmente temía que fuera algo malo y que ella se lo estuviera ocultando. Se paró frente a ella y tomó sus
manos para que se levantara.
Elizabeth le dedicó una sonrisa pero había pesadumbre en su mirada. Sin soltar sus manos, Darcy le
preguntó:
-Lizzie...necesito que seas honesta conmigo. De lo que sea que trate el secreto que guardas, puedes
decírmelo. Sabes que puedes contar conmigo.
A Elizabeth se llenaron los ojos de lágrimas y apoyó la cabeza contra el pecho de su marido. Esta
reacción alarmó más a Darcy.
-Por favor, dímelo, o creo que me volveré loco...
-Perdóname, sé que debería habértelo dicho antes, pero estaba tan ofendida contigo y ahora temo...temo
que vuelvas a enojarte - le dijo sollozando.
-¡No...no me enojaré, te lo juro!- prometió sinceramente- Pero, por favor...por favor, dime lo que sucede...
Su esposa lo interrumpió abruptamente.
-Estoy...estoy esperando un bebé- dijo mirándolo a los ojos para ver su respuesta ante el anuncio.
Darcy la abrazó fuerte, casi levantándola en el aire. Se sentía tan aliviado y feliz. La soltó para poder verla
a los ojos, acarició su cara y besó su frente, aspirando el suave olor a lavanda de sus cabellos.
-¡Esas...esas son maravillosas noticias!- exclamó riendo.
-Sí...sí, lo son- le respondió devolviéndole la sonrisa.
-¿Hace cuánto que lo sabes?... ¿qué te ha dicho el doctor?... ¿Cuándo nacerá?- Las preguntas ansiosas
de su esposo no le permitían dar respuesta a Lizzie.
-Shhh...por favor. Déjame que te responda de a una- le dijo divertida por la situación- Primero, me enteré
poco después que te fueras a Londres. Segundo, el médico me ha dicho que está todo bien y, tercero,
nacerá en febrero.
Darcy le tomó el rostro con las dos manos y no pudo evitar el besarla con dulzura. Elizabeth, más atrevida,
lo agarró del chaleco devolviéndole el beso con pasión hasta quedarse sin aliento.
-Elizabeth...-dijo al recobrarse- Hoy...yo no sabía...deberías haberme advertido.
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Secuela de Orgullo Y Prejuicio
RomanceEstá historia no es mía, pero me ha encantado y me gustaría compartirla. Todo le pertenece a Jo Darcy (seudónimo). Esperó que la disfruten. Es la versión, que a mi parecer se ajusta mejor a la forma de escribir de Jane Austen.