Capítulo 37

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Mientras termino los temas de la práctica que me quedan, pienso en el Alex ebrio de hace una semana.

¿Soy yo o los días están pasando como bastante rápidos? Cosas que veía lejos están a la vuelta de la esquina, por ejemplo, ya faltan unas semanas para terminar mi penúltimo año escolar. Apenas me acuerdo cuando estaba deseosa de pasar a sexto curso de primaria y ahora voy a pasar a el ultimo año escolar. Una locura.

Ya por fin voy por el último tema de la práctica de matemática, amén. Luego de esto, voy a ir a donde mi abuela porque invito a toda la familia a comer.

Mi abuela odia cuando llegamos tarde, y más cuando vivimos a unas casas de distancia, por eso me he visto en la obligación de desactivar el internet de mi celular ¿doloroso? Confirmo pero soy de las personas que me distraigo por cualquier cosa así que tuve que tomar medidas drásticas.

Observando la práctica me pregunto ¿Por qué el tema de las matrices es infinito? No les miento al decirle que mi maestra de matemáticas duró dos meses explicándonos las matrices, me tenía cansada pero lo bueno es que son fáciles.

Terminé.

Todos me están esperando en el almuerzo así que decido tomar el celular y activar el internet donde mi abuela. Cierro la casa y me enfrento a los rayos del sol, que a esta hora están potentes. Cuando llego a donde mi abuela todos están sentados en una mesa y solo sobra un lugar que presiento que es para mi. Tomo asiento.

Bendecimos la comida y nos preparamos para disfrutar el delicioso banquete de la abuela. La mesa es risas y halagos hacia la comida de mi abuela que hace su sonrisa crecer y crecer más.

—Lorena.—levanto los ojos hacía donde mi tía Mer.—¿Cómo está Alex?—pregunta.

—Bien, bien.—respondo y tomo otra cucharada de la comida.

—Mándale saludos de mi parte.—dice y asiento.

—Ese niño es lindo Lorena, parece sacado de las películas.—dice mi tía Sol.—Alto y tiene su par de músculos.—rio ante su comentario.—Cuéntame un poco de como fue el inicio de su relación.—exige interesada. A pesar de que todos estamos comiendo, por cada lado están hablando cosas diferentes y mi historia sólo la escuchará tía Sol y mi hermano Alejandro.

—Pues Alex y yo éramos muy amigos, y en mi cumpleaños me dijo que yo le gustaba.—cuento.

—Awwww.—comenta tía Sol.—¿Y cómo te trata?—parece una entrevista.

—Es muy atento, siempre está ahí para cualquier cosa que necesite.—Alex me tiene demasiado enamorada, ayuda.

—Suenas muy tierna Lorena, espero que duren mucho.—dice y termina el interrogatorio.

Minutos después la mayoría acaba de comer y se van sentando en diferentes lugares de la casa. Mis primos y yo nos vamos hacía la sala.

Ellos comienzan a hablar y entre tanto decido ir a ver los chats de mi celular, ya que tiene tres horas con el internet desactivado. Nada más tengo tres mensajes de Alex.

¿Pensaste que te iba a escribir medio mundo un domingo?
Facts.

Abro el chat de Alex y me encuentro dos fotos, una selfie de él recién levantado y otra poniendo la mano como la mitad de un corazón. También un mensaje que dice que le pase la práctica de las matrices.

No me importa mucho pasarle algunas tareas a Alex porque él la hace casi todas y cuando me pide una tiene que tener una muy buena razón. Así que le contesto.

Yo xd: ¿A cambio de qué?

Apago el teléfono y decido unirme a la conversación de mis primos.

Un Amor Joven.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora