Capítulo 15 - Sin previo aviso

4K 262 3
                                    

Capítulo 15: Sin previo aviso.

Había cometido un error. Su mente no podía dejar de recordárselo aun horas más tarde después de haber terminado la llamada, especialmente porque se encontraba sola en esa casa desde que Claire había tenido que salir a trabajar y Blaine se encontraba en la universidad. Le había asegurado que no le importaba pero ahora que su mente trabajaba de sobremanera se encontraba incapaz de buscar otra cosa que apagara las voces de su cabeza.

Era ridículo que se dijera que todo fue malo. Ella había celebrado únicamente con escuchar su voz a través del teléfono, deseando poder verlo en persona aun cuando ella misma había sido quien colocó la distancia para pensar con claridad. Tal parece que no había sido del todo exacto porque no había estado pensando cuando decidió llamarlo.

Estúpida.

El sonido de su teléfono la trajo de nuevo a tierra firme pero no quería atender si era Nathan. Claro, era una loca por desear que lo fuese aunque sea para ignorarlo pero sintió decepción cuando levantó el dispositivo y encontró otro nombre en la pantalla.

Jeff.

Se debatió entre responder o no. Se sentía mal no hacerlo ya que acababa de hablar con Nathan pero, si era sincera consigo misma, no quería hablar con él. No sabía qué decirle.

El sonido del timbre se unió al de su teléfono y se encontró teniendo que tomar una decisión que no era del todo difícil. Era mejor lidiar con lo que fuera que estuviese en la puerta que con Jeff.

Y no era que estuviese esperando nada en específico pero se sorprendió al encontrarse a su hermana frente a ella.

―¿Olvidaste tu llave o eres muy floja para sacarla de tu bolso? ―cuestionó, cruzándose de brazos mientras la miraba.

―Ninguna de las dos ―alzó un dedo y lo sacudió frente a ella―. Es solo que si hubiera hecho eso no hubieses venido aquí para ver esto.

Claire se hizo a un lado para señalar el auto ahora estacionado en el frente de la casa. Ella frunció el ceño al ver que su primo salía del asiento del conductor y se dirigía al asiento trasero para abrirle la puerta a alguien.

Alguien que no pensó ver en un futuro cercano.

―¿¡LYNN!?

La muchacha corrió en su dirección, así que ella bajó los escalones que separaban la casa del suelo y la encontró a medio camino. Ambas se abrazaron mientras Ashley no podía dejar de notar las diferencias en su amiga. Sabía que una parte tenía que ver por todos los años que no la recordaba pero la otra sin duda se debía a su reciente maternidad y no tenía nada que ver con el par de kilos extras que solo notó por la cantidad de tiempo sin haberla visto. Entre el cabello negro que ahora le llegaba hasta los hombros, su piel morena y su aun extravagante vestimenta, era difícil no seguir viendo a su antigua amiga.

―¡Por el amor de Dios! ¿Qué estás haciendo aquí? ―se separó para volver a mirarla, sin creer que estuviera viéndola en persona―. ¿No se supone que deberías estar persiguiendo pañales y biberones?

―En realidad a las personitas que los usan pero su padre está a cargo por ahora ―se rió antes de darle otro abrazo―. ¡Te ves tan genial!

―¿Hablas en serio? Acabas de tener gemelos y aun luces como una universitaria de primer año ―un chillido de emoción salió de sus labios y a continuación todos entraron en la casa para continuar con el reencuentro.

Blaine fue quien se encargó de llevar el bolso de Lynn al interior de la casa mientras las tres mujeres tomaban asiento en la sala de Claire.

―¿Cómo es que ustedes dos sabían de esto? ―preguntó a su hermana y primo, ambos cómplices―. ¿Desde cuándo lo tenían planeado?

Desde el principio... Otra vez ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora