Verdaderos sentimientos y frustraciones.

1.1K 104 5
                                    

Tomioka se dio cuenta de que el niño se había movido por pura suerte de forma correcta y por pura suerte pudo hacer retroceder a su atacante antes de recibir un ataque. El chico, en ese momento, le recordó a Tanjiro, de alguna manera, aunque este era mucho más joven.

—Bien, mocoso que busca la muerte— Dijo el demonio mientras su herida se cerraba y sus enormes dientes esbozaban una gran sonrisa— ¡Esta vez no te dejaré vivir por diversión!

Esos dos parecían tener historia, al menos la suficiente como para ignorar al cazador.

El demonio se movió con rapidez pero Tomioka esta vez pudo reaccionar.

—Respiración de agua, novena postura: Salpicadura caótica.

La cabeza del demonio termino rodando en el suelo frente al chico quien en su emoción, solo pudo enterrar su hacha varias veces en su cabeza con tanto odio y con tantas ganas que comenzó a deshacerse más rápido.

—Yo... Lo mate— Dijo feliz el niño, soltando el hacha.

—No te equivoques— Tomioka hablo con su típica frialdad— Ese monstruo no hubiera muerto por mucho que lo atacaras y solo habrías terminado muerto si yo no hubiese llegado.

— ¿De qué hablas? Se...—Comenzó pero el estar relajado y sin tanta adrenalina en la sangre, provoco que colapsara.

Tomioka lo tomo antes de caer y lo cargo. Ahora debía encontrar a Shinobu para tratarlo.

Por otro lado Shinobu no encontró nada lo que la hacía sentir frustrada pues tenía muchas ganas de pelear con algo. Era la manera que tenia de sacar lo que sentía y de aclarar sus ideas.

—Shi- Kocho— Tomioka le llamo, provocando que se girara hacía él pero antes de ponerse a pensar en que no quería verlo y en que por poco la llama por su nombre, noto el bulto que tenía en la espalda.

—Ara ara ¿Qué tienes ahí, Tomioka-san? ¿Secuestraste al niño esperando que te quiera?

—No hay tiempo para bromas, está herido— Tomioka recordó, gracias a los dioses, porque no hablaba mucho con ella.

—Eso puedo verlo— Shinobu acerco su mano a la frente del chico, no solo estaba ardiendo si no que pudo identificar la razón. Esas enormes cicatrices— Bien, vamos a llevarlo a la posada.

Una vez llegaron, Shinobu no pudo evitar sentirse nerviosa pues Tomioka estaba ahí, mirándola ¿O estaba mirando al chico? La verdad no lo sabía pero no podía detenerse a pensarlo.

—Por cierto Tomioka-san ¿Encontraste al demonio?

—Sí, ya me encargue de él— Asintió el inexpresivo pilar.

Otra vez se quedaron en silencio, y Shinobu no pudo evitar sentirse abrumada de nuevo, tanto que sintió que se estaba moviendo más lento de lo que lo haría. Debía sacar a Tomioka de ahí.

—Puedes ir a buscar esto— Dijo Shinobu tendiéndole una etiqueta de un medicamento que ella tenía de sobra— Lo necesitamos, por favor.

Tomioka asintió y salió para comprarlo.

La cicatriz del chico cerraría bien, de hecho, le sorprendía lo bien que ya había cerrado sin infectarse y sin tratamiento previo. El chico se quejaba por la fiebre pero no interrumpía su trabajo.

—Traje lo que...—Comenzó Tomioka pero se dio cuenta de que Shinobu ya había terminado.

—Lo siento, aún tenía un poco pero me sirve— Dijo Shinobu tomando el vial para guardarlo entre sus cosas. Se dio cuenta de que miraba al chico— ¿Por qué no eres honesto con tus sentimientos, Tomioka-san?

Respiración Combinada: Danza de la mariposa en calma.Where stories live. Discover now