Capítulo Cinco.

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E L E C C I Ó N



- PATRICK-

Desperté y lentamente abrí los ojos, la habitación estaba completamente a oscuras. Agradecí que en el hotel fuesen tan considerados en ese aspecto. Detesto despertar y sentir el sol dándome todo su esplendor y fuerza. Me estiré lentamente.

Recordé lo sucedido anoche. Suspire.

Voltee a ver a mi lado izquierdo y pude ver a Vera. Tenía el cabello revuelto, dándome una espectacular vista de su escultural espalda. Estaba en posición fetal.

Completamente desnuda.

Una pequeña sabana blanca cubría solamente sus glúteos dejando todo lo demás a la vista de mis ojos. Solo de los míos.

Sonreí.

Me acerqué a ella, como un león que busca a su presa y bese sus castaños cabellos quitando de su rostro todos aquellos que me estorbaban para poderla observar mejor. Quite la sabana que me impedía verla como Dios la trajo al mundo.

Y ahí estaba.

Había visto mujeres hermosa, pero jamás. Había visto una como ella, era simplemente preciosa.

La misma divinidad personificada y yo era el jodido afortunado de tenerla en mi cama.

Me pegue contra su cuerpo y rodee su cuello en un movimiento rápido uniendo mis labios con los suyos.

Ella sorprendentemente respondió al beso dándole más intensidad, sonreí en sus labios para volver al ataque

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Ella sorprendentemente respondió al beso dándole más intensidad, sonreí en sus labios para volver al ataque. Me gusta su sabor, el de su boca, el de su piel, su olor de mujer, me volvía loco.

Vera fue dejando besitos por mi boca antes de separarnos.

Conecte mis ojos con los suyos y sus ojitos brillaban, no con lagrimas, simplemente brillaban y mi corazón dio un vuelco. Sonreí colocando mi frente junto a la suya.

Se estaba metiendo en lo más profundo. Y no sabía cómo ni quería detener este sentimiento.

-Buenos días Pwilz -susurró con voz ronca, denotando que acaba de despertarse.- ¿como dormiste?- consultó mientras rozaba su nariz junto a la mía en un beso esquimal.-

-Excelente -susurre separándome y haciéndola rodar hasta quedar pegada en mi pecho. Ella colocó su mano sobre mi pecho mientras comenzaba a acariciarlo y hacer figuras innentendibles.-Solamente.... Solamente que cuando desperté estabas como a 20 metros lejos de mi. Y pues me di cuenta que no me gusta. -dije haciendo puchero.-

Ella soltó una carcajada mientras golpeaba mi pecho negando.

-Exagerado. Solamente me dio un poco de calor, por eso fue que me corrí 20 metros lejos de ti .-dijo con ironía.-

I N S T A N T E SWhere stories live. Discover now