17. Maté a Luna y no me arrepiento

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Mar.

Honne se fue con otra. Lo que me faltaba.

Desde que llegó de traer la torta actuó diferente, su cuerpo estaba tenso, incluso le tembló el pulso al cortar las porciones. Evitó el contacto visual conmigo pero siguió mirando a Luna.

¿Le habrá pasado algo con ella? La ve incluso más que a mí y se pone nerviosa cuando le habla, sin mencionar que el estilo de Luna es parecido. Quizás a ella le dijeron desde antes que no podemos tener nada real juntas, si ese fuera el caso tiene al mundo disponible menos yo.

Al pasar el rato, llegué a la conclusión de que esa mujer era el diablo y me quiso robar la capricornio que ni siquiera es mía.

Casi me atraganté con mi torta cuando le susurró algo al oído, Honne palideció pese a que ella nunca tenga ese tipo de reacciones. Mi señal de actuar de forma inmadura.

—Tenemos que tomarnos una foto. —fingí una sonrisa mostrando la hora, salió de su trance.

—Sí —tragó grueso—. disculpa.

—¿Qué te pasa? Actúas como si estuvieras por desfallecer.

—No es nada, —respondió Luna por ella—. es que está haciendo frío, tiene que calentarse. —le puso una mano en el hombro.

Ok. Estoy bien. Estoy perfecta.

Además Honne no me gusta, le pregunté a Luka si podía tener algo con ella por puro profesionalismo.

Pero estaría mintiendo si dijera que mantuve la calma. Olvidé traer mis cristales de protección.

—Ven —tomé su brazo, arrastrándola hacia mí—. no se te ve en la pantalla.

Mis piernas fueron en su dirección al estar más cerca, aún tenía a su hija en mi brazos, así que le entregué a Copito para que la levante. Puse mi dedo sobre el botón de tomar fotografía mientras que con la otra que tuve libre tomé su cuello con rapidez haciendo que sus labios choquen con los míos. El flash se encendió en el momento exacto.

Cerré los ojos, pero me pareció ver a Kalum caerse de la silla justo antes.

Fue sin pensar, no fue un beso memorable, pero fue enfrente de todos y la fotografía de nosotras bajo las luces rosadas besándonos con Copito abajo quedó perfecta. Le di a publicar.

Sentí las miradas de todos encima de nosotras, me encogí de hombros, se supone que eso es lo que debíamos hacer. Mantuve mi expresión serena hasta que me giré de vuelta.

El color le volvió al rostro, un sonrojo que la hizo ver aún más bonita de lo habitual, hubo un brillo en sus ojos que no vi antes aunque se ocultaron detrás de su cabello alborotado. Por instinto se lo puse detrás de su oreja, su piel se sintió suave.

Las comisuras de sus labios se curvaron lento, su labial tenía olor a chocolate.

Ya era hora de admitirlo, me enganché.

Me di cuenta cuando pensé, "Aunque tenga planetas en escorpio, eso no sería tan malo". Eso es horrible, muy malo, pero se lo perdonaré si sucede.

—Perdón si no te avisé, se nos pasaba el horario. —no sé cómo pude decir esa oración sin trabarme de la emoción.

En algún momento, justo en esos días, dejé de tener nervios cuando estaba cerca suyo. Los nervios son señal de que algo anda mal o de que algo puede salir mal, no obstante, me empecé a sentir realmente cómoda. Las personas alrededor nuestro siguieron en sus platicas normales.

En especial Kalum y James —el rubio extranjero que se ofreció humildemente a "pagar todo"— quienes parecieron armar un complot así ayudarnos a salir del centro de atención.

Si ellos supieranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora