Bárbara empujo a Damian y le dio una fuerte bofetada, justo en ese momento entro Franco.
-Buenos días ¿interrumpo algo?-
-Buenos días seńor Santoro, no se preocupe, solo estábamos checando cosas de la empresa, compermiso-.
Damian salio dejando a Bárbara y a Franco solos.
-¿Y usted quien se cree para entrar así a mi oficina? ¿Qué no le enseńaron a tocar?-
-Necesitamos hablar y esta vez no voy a permitir que me evada el tema-
-Mire, si quiere hablar de lo que paso anoche pierde su tiempo, porque para mi no significo nada-
-Porqué mientes Bárbara?-
-No le di permiso a tutearme-
-Creo que después de lo que pasó sería hipócrita de nuestra parte seguir hablandonos de "usted", ¿no cree?-
-Ya le dije que no pasó nada ¿Acaso nunca había tenido sexo con alguna mujer-
-No con alguna como tú Bárbara, con ninguna como tú-
Bárbara se quedo callada, esperando a que Franco explicara a que se refería al decir que ninguna mujer con ella pero a cambio de palabras, Franco se acercó a ella y la beso con toda la pasión.
-Esto, esto es un error-. Decía Bárbara intentando alejarse pero le era imposible.
-¿Por qué estas casada o porqué?-. Respondió Franco repartiendo besos por el cuello de ella.
-S...si, por... por eso y por muchas cosas más-. Por puro instinto hizo su cabeza hacia atrás para así darle más acceso a Franco para que siguiera besando su cuello.
-¿Qué cosas?-. Fue ahí que Franco se separo de ella para mirarla directamente a los ojos. ¿A que o a quién le tienes tanto miedo.
Bárbara no respondió. Solo lo abrazo y busco sus labios. Nada le estaba importando, ni estar en su oficina ni lo que pudiera pasar después, solo quería disfrutar de ese momento.
Franco la besaba sin control, de un momento a otro Bárbara lo empujo hacia una silla y se montó sobre él.
-Bárbara ¿Compraste los boletos para mi viaj..-. Se oyo decir a Damian antes de abrir la puerta y encontrarse con esa escena.
