Capítulo 34.

4.2K 321 12
                                    

Capítulo 34.

El rostro de Calum estaba arruinado, una cicatriz cruzaba su cara, dándole un aspecto fúnebre y tenebroso. Era de color rosado y levermente abultada.

P.O.V Freya.

Joder, había salido bien, claramente, gracias al maravilloso té de hierbas Calum se había vuelto loco y había mordido a Charlotte, estupendo, pero, no, le había perdonado, joder, tenía que ocurrírsele otra cosa, rápida para poder separar de una vez a esa parejita de tórtolos.

P.O.V Charlotte.

Mis padres se retiraron de la habitación, dejándonos a Calum y a mí solos. Mientras salían de la habtación mi madre me sonrió.

Sus ojos me escudriñaron con la mirada.

- ¡Tú tontería!, ¡Tendré la cara marcada de por vida! - Gritó en cuanto mis padres se fueron de la habitación.

Me estremecí ante sus gritos y mis ojos estaban picándome intensamente.

- ¡Te dije que no!, ¡Te dije que no lo hicieras! – Me señaló. – Pero no me hiciste caso.

Joder, quiero pensar que no tiene razón., pero no es así, me dijo que no lo hiciera y lo hice y ahora he perdido el ritual del Cachilipúchili y su cara está cruzada por una espeluznante cicatriz y a parte un hombre lobo a muerto.

Me mira fijamente y sus dientes chirrían de una manera horrible pareciendo que acabará con dentadura postiza después de eso.

- ¡Lo has conseguido!- Estaba rojo de la furia.

¿Qué había conseguido?, ¿A qué se refería?

- ¡No hace falta que ganes el ritual del Cachilipúchili!, ¡Ya no quiero salir contigo ni volver a verte jamás!

Un nudo se instaló en mi garganta, mierda, ¿Lo decía en serio? No podía decirlo en serio, incluso me pidió matrimonio, ¿Y ahora no quiería seguir saliendo conmigo?

Mis ojos ya no escuecen, hierven y las lágrimas brotan sin parar por mi rostro.

Su expresión se mantiene impasible y me mira indiferente, como quien mira a cualquier objeto de la casa.

Intenté hacer contacto visual con él, pero sus ojos me esquivaban rápidamente y se colocaban en otro punto de la habitación.

Intenté agarrar su mano, pero él fue más rápido y la sacó de mi camino antes de que incluso llegara a rozarla.

Seguía llorando y me sentía como una estúpida que había arruinado su relación y la cara de su novio por su terquedad.

Calum salió de la habitación, y el lugar se sumió en el completo silencio mientras lloraba por la pérdida de su amor, de su compañía, pero lo más importante por perderle a él.

Habían pasado dos semanas, cuatro días y cinco horas desde que Calum me dejó en el hospital, las heridas se han curado genial y los doctores dicen que no me quedará marca.

No he vuelto a ver a Calum, a Alex sí, sigue igual y nuestra relación está cada vez mejor.

Los primeros días me deprimí, pero después pensé que tenía que disfrutar de la vida, aunque una de las personas más importantes de ellas se hubiera marchado cerrándome la puerta en las narices.

Ahora me encontraba en un centro comercial con Rose, una nueva amiga que había conocido en el instituto. Su pelo era color miel y tenía una carismática personalidad.

Giré mi cuerpo ciento ochenta grados y comencé a caminar, dejando a Rose a un lado, ¿Qué mierda hacía? Joder otra mierda cosa de los hombres lobo.

Los pasos terminaron al divisar a Calum con Freya que acariciaba su brazo mientras reían.

Una sensación vibrante y calor me recorrió al verlo y quise lanzarme a sus brazos, pero no, no podía, me había dejado ,claro que ahora estaba fuera de su vida, y ahora podía ver perfectamente que la había rehecho perfectamente sin mí, ni siquiera parecía que me hubiera echado de menos.

Las lágrimas luchaban por salir, pero las contuve y con paso decidido me acerqué en su dirección.

Al pararme delante suyo notaron mi presencia y giraron sus cabeza en mi dirección. Freya me sonrió mientras Calum se tensaba claramente y miraba para otra cualquier parte que no fuera yo.

Sonreí falsamente y les saludé a los dos con una calidez completamente fingida, no sé si me veía como una estúpida poniendo una sonrisa en plan teletienda para hacerle ver a Calum que le había olvidado completamente. Eso era claramente mentira, pero no pensaba reconocerlo, al menos en su presencia.

Me senté entre los dos y seguí sonriendo falsamente todo el rato, ya se me cansaban las mejillas.

- ¿Y qué tal os va?, ¿Ahora sois novios?

Calum fue a hablar, pero fue interrumpido por Freya, que sonrió.

- Claro, hoy me pidió salir.

Seguí con mi expresión estúpida, aunque mi corazón estaba jodidamente jodido. No podía hacerme eso, no podía tirarme como a una basura y a lo pocos días ir a por Freya.

Abracé a Freya mientras les felicitaba por su relación, lo mismo pasó con Calum, que no cruzó ni una mirada conmigo, joder, por lo menos me merecía una mirada, una sola mirada de su parte, algo que me diera una pista de lo que estuviera pensando de lo que sentía, pero eso nunca pasó.

Tiraba la pelota al perro, habían pasado unas cuantas horas después de lo que hbía pasado con Calum en el centro comercial, imagino que se habrá mudado por que no le he visto.

La pelota se cuela dentro de la valla de la casa, o ex casa de Calum. Me levanto del porche mientras el perro me reclama su juguete perdido en la casa del vecino.

Está bastante lejos y me voy a tener que colar en su casa. Paso la valla y voy a por la pelota, unas manos la agarran antes y miro para ver que Alex la tira al aira y la recoge con una mano de forma intermitente.

Sus ojos se posan en mí y sonríe. Coloca la pelota sobre mi mano y yo la lanzó mandándola al mi jardín.

- Hace mucho tiempo que no te veía. – Mira su reloj. – Siete horas.

Le sonrío.

Sus manos se posan en mis hombros y me abraza, le devuelvo el abrazo.

- ¿Quieres pasar a casa? Tengo un nuevo videojuego.

Suspiro, siempre me patean en los videojuegos, por eso a Alex le gusta jugar contra mí.

Le miro y después asiento, me gustaría jugar un rato.

Me guía hasta el porche, abre la puerta y nos adentramos en la casa.

Nos metemos en el salón y comienza a colocar la consola y a meter el juego.

Me da un pequeño mando.

Después de diez partidas, he perdido todas y Alex se ha reído en todas de mí, no, se sigue riendo, pero en cuanto ve mi expresión deja de reírse.

Acerca sus manos a las mías y siento el calor de su cuerpo, es agradable, pero no es lo mismo que Calum ,es diferente.

Sus manos tocan las mías y el mando de la consola, cuando… 

.................... 

Nuevo capítulo. 

¿Volverán con la relación?. ¿Qué pasará? 

Hasta el próximo capítulo.

Mi vecino es un hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora