Bárbara se quedo en silencio. No supo que decir, en su cabeza se repetían las palabras de Franco. ¿La quería? ¿De verdad la quería?.
Franco la miraba como intentando adivinar sus pensamientos o mejor aún, la miraba intentando saber si ella le correspondía aunque sea un poco.
-¿No dices nada Bárbara?-
-No te creo-
-¿Qué?-
-Que no te creo, no puedes estar enamorado de mí, no me conoces bien-
-Con lo que llevo conociéndote puedo saber que esa frialdad que muestras es solo una armadura que usas para protegerte... no sé todavía de quién, pero quiero ayudarte, quiero cuidarte, quiero que a mi lado te sientas protegida..-
-Franco..yo, yo no soy buena para ti ni para nadie, estoy atada a un obscuro pasado que al parecer me va a perseguir por el resto de mi vida..-
-¿Cuál es ese pasado? ¿Porque tienes tanto miedo?-
El celular de Bárbara volvió a sonar.
-Tengo que irme-.
Comenzaron a vestirse y al salir de la casa Franco tomo del brazo a Bárbara y la acercó a él.
-Te quiero Bárbara. Te quiero de verdad y te voy a esperar el tiempo que sea necesario-. Le dio un último beso antes de dirigirse a su camioneta.
-¡Franco!-
-¿Sí?-
-Entre Damian y yo no hay nada, ¿lo hubo? Sí, pero todo se acabo desde que llegaste tú-.
Bárbara subió rápidamente a su auto. No sabía si después iba a arrepentirse de aquello dijo pero ya lo había dicho y aunque le costara aceptarlo sabía que Franco le había dicho la verdad. Franco la quería y ella no podía estar más feliz ante esa confesión.
Cuando llego a "su casa" estaban ahí Gonzalo, Camilo, Fernanda y Santiago. Su esposo la miraba furioso y ella supo el drama que se vendría.
-¿Ya viste la hora que es Bárbara? ¡Te saliste desde temprano de la oficina! ¿Donde estabas? Y no me vayas a salir con que "en el salon de belleza" o "vida, estaba en el orfanato con los huérfanitos" porque hable y ahí no estabas-
-Pues por la cara de satisfacción que te trae mi madrastra no hace falta ser muy inteligente para deducir en donde estaba papá-. Hablo Camilo.
-Camilo ¡Por favor!. Lo reprendió Fernanda.
-Vamos querida madrastra, mi papá está esperando una explicación-. Le dijo Santiago en tono de burla.
En ese instante apareció Aurora detras de Bárbara. Santiago corrió hacia ella y la abrazó.
-Mi amor ¡Hasta que llegas-. Le decia Santiago a Aurora mientras la besaba.
-Y bien Bárbara, sigo esperando a que me digas en donde estuviste el día de hoy-. Gonzalo se acercó a ella esperando a que su esposa hablara-
-La Seńora Bárbara estuvo conmigo todo este tiempo-.
Todos voltearon a ver a Aurora.
-¿Qué dices? ¿Porque estuviste con ella? ¿Y en domde estaban?-. Pregunto Santiago.
-No me sentía bien, tú no estabas Santiago y además habías dejado tu celular, le marqué a ella porque desde que llegué aquí me ha tratado muy bien y la verdad es que no pense en nadie más-
-¿Eso es cierto Bárbara?-. Se escuchó decir a Gonzalo.
Bárbara estaba muy sorprendida, no entendía el porque Aurora la estaba ayudando.
-Por supuesto que es cierto, Aurora me pidió ayuda y no se la iba a negar-
-¿Porque entonces rechazabas mis llamadas? ¿Porque no me avisaste que estabas con ella?-
-Fue mi culpa sr Gonzalo, yo no quería estar aquí ni que supieran de mi, perdón por haber causado tantos problemas-. Aurora salió corriendo a la habitación en donde se estaba quedando, Santiago y Fernanda fueron tras ella.
-¡Vaya, vaya! Así que suegra y nuera se escaparon él día de hoy, a la próxima invitan y nos vamos de fiesta los tres-. Decía Camilo mientras reía en lo alto.
-¡Ya basta Camilo! Deja de decir estupideces y lárgate de aquí!-.
Camilo se fue y Bárbara comenzó a llorar.
-Ya estas contento ¿No? Me pusiste en ridículo delante de tus hijos, de Aurora-.
-Mi alma, trata de entenderme-
-Estoy arta de tus dudas, de tus celos sin motivo-
-Perdoname... perdoname mi alma, te lo suplico..-
-Quiero el divorcio Gonzalo-
