SeokMin atendió la llamada con su corazón acelerado. Nunca antes JunHui le había llamado, y no tenía idea alguna de aquel comportamiento.
— ¿Jun?
—Se, SeokMin —Se escuchó vacilante detrás de la línea.
—Jun, ¿sucedió algo? ¿Te encuentras bien?
—Sí, lo estoy... —Silencio— Es solo que tengo que decirte algo.
—Por supuesto.
—Ven al ultimo piso del edifico "A".
Sin más que decir, terminó la llamada siguiendo a SeokMin con la mirada desde el lugar donde acordó con el moreno. El ultimo piso de ese edificio era usualmente utilizado por el club de jardinería, donde también había un pequeño domo y bancas para que los alumnos se pudieran refrescar en el tiempo libre.
Y gracias al lindo paisaje que les regalaba la altura del edificio, se había vuelto un lugar especial para los alumnos de la institución, para poder confesar sus sentimientos a las personas que les gustaba.
SeokMin no tenía ese pensamiento rondando su mente, fue hasta el lugar angustiado de que algo malo haya pasado con el pelirrojo, incluso si aún seguía culpándose hasta entonces de la alergia que le causó días atrás.
El menor llegó hasta el paradero de Jun, este se encontraba sentado en las bancas con un lindo suéter color lila, ya que el frío del otoño empezaba a erizar la piel y a desnudar los arboles. El pelirrojo dejó que SeokMin fuera hasta él.
—Hola —Saludó el moreno, jugando un poco con el movimiento de sus ojos.
Jun no tendría porqué ser adivino para saber que SeokMin aún se sentía cohibido por la cita que habían tenido. Durante todo el almuerzo, SeokMin evitó que su mirada chocara con la de él, no hubo una risa o sonrisa, o no una dirigida para él, y eso causó que su corazón se comprimiera dejando un ligero dolor en su pecho.
—Hola, SeokMin —El menor se estremeció cuando lo mencionó, nunca antes lo había hecho— Mamá se siente un poco preocupada porque piensa que sigues culpándote de lo que ocurrió la semana pasada.
—Sí, porque así fue.
—No, también fue mi culpa. Debí decirte mi alergia al pelaje de gato, no fue muy sincero de mi parte estando en aquel lugar. Un lugar realmente lindo.
SeokMin alzo su cabeza y una sonrisa emergió.
— ¿En serio fue lindo? —Jun asintió con una esquina de su boca arriba.
—Mamá quiere que vayas a la casa a tomar el almuerzo, esta muy ilusionada de que nos visites algún día.
— ¿Tú quieres que vaya?
Las mejillas de Jun se colorearon una vez escuchar la pregunta —Sí.
Después de terminar su amena charla ambos bajaron en silencio. Sus vivos corazones se sintonizaron cuando nuevamente sus manos se rozaron, pero esta vez SeokMin se aventuro a algo nuevo, y decidió tomar la mano de Jun.
No cruzaron palabra o miradas, era un lindo momento que incluso Jun no se sentía capaz de arruinarlo, no fue hasta que escucharon las voces de sus compañeros acercarse que SeokMin soltó su mano.
Una vez afuera, sus ojos se alinearon por última vez, despidiéndose sin hacer útil su voz y se marcharon cada quien por su lado.
Como Jun había dicho, su madre estaba tan ilusionada de que el gentil muchacho llamado SeokMin fuera de visita a su casa. Y era más por decir que la señora Wen se emociono aún mucho más de que sería así sabiendo que SeokMin no se negaría.
Aquel sábado pasando el medio día, SeokMin hizo presencia en la residencia Wen con un poco de guisado que hacía a Jun escurrir de baba.
—No debiste —refiriéndose al platillo.
—Es tu favorito... O más bien, un de los que te gusta.
—No lo digas frente a mamá, pensará que te obligue a prepararlo para mí.
La eufórica risa de SeokMin provocó que el tímido cuerpo de Jun se estremeciera —De acuerdo.
Jun se hizo a un lado y dejó pasar a SeokMin. El moreno miró a su alrededor con una expresión de asombro. El lugar era espacioso y un poco refinado, definitivamente hizo mal en juzgar un poco el exterior de la casa.
— ¿Eres rico o algo así?
Jun le miró avergonzado.
—Mi padre era dueño de una empresa famosa, antes de que él falleciera, heredó parte de su riqueza a mamá y a mí, incluyendo la casa, dejó la otra parte a su amigo con el que también compartía el titular en la empresa.
—Oh, lo siento.
—Todo pasó antes de que fuera a la escuela básica, te mentiría si dijera que aún recuerdo a mi padre.
Ambos quedaron en silencio mientras veían un marco con una foto donde se apreciaba la boda de los padres de Jun.
—Mi primer acercamiento a la cinematografía fue con una linda rana. Mi madre pensaba que era raro que tuviera demasiadas fotografías pegadas en toda mi habitación de la misma rana.
— ¿Qué? —El pelirrojo se rió.
—En mi defensa, era muy linda. Incluso llegué a llenar un álbum repleto de fotos de esa ranita. Y además tenía uno que otro casete filmando al animalito. Desde ese entonces creo que tenía el anhelo de tener esa vocación en el futuro.
Compartieron una sonrisa divertida antes de que la madre Jun interfiriera.
— ¡SeokMin, que puntual eres! ¡Vamos, la comida está hecha!
—Agradezco que me hay invitado para pasar una linda tarde con ustedes —Dijo SeokMin.
— ¡Oh, qué muchacho! Yo soy la que estoy agradecida de que vinieras.
—Puedo imaginarlo, señora.
—Nada honoríficos, solo dime Mei.
Jun rodó los ojos por lo linda que era su madre con SeokMin, aunque no sabía el por qué se impresionaba, SeokMin tenía ese no-sé-qué para ganarse a todas las personas, que hacía que todos cayeran a sus pies. Un encanto que a Jun también le cautivó.
La comida fue deliciosa, aún más con las graciosas ocurrencias del moreno. Esa tarde SeokMin también pudo conocer un poco más de Jun, la mujer contaba anécdotas de como JunHui se escapaba de la regadera para salir al jardín trasero en paños menores, o de cómo había conocido a su difunto esposo. Pudo saber también cual eran las metas de Jun, y sus ojos casi salían de sus cuencas al enterarse que el primero de uno de los salones no estaba interesado en llegar aspirar una carrera.
—Iré a encaminar a SeokMin —alzo la voz en la entrada mientras se ponía una sudadera inesperadamente más grande que su talla ideal.
—De acuerdo, no tardes, el sol esta apunto de ponerse.
El menor espero paciente a fuera, cuando Jun llegó a su lado notó la prenda y se dijo en su mente lo lindo que era Wen JunHui sin hacer demasiado esfuerzo. Ese habito de halar las mangas de los suéteres y sudaderas solo le hacían enamorar aún más del pelirrojo.
— ¿Fue agradable la tarde? —Preguntó el moreno.
—Omitiendo las vergonzosas anécdotas que mi madre compartió de mí pequeño, fue una esplendida tarde.
La expresión que Jun mostró, provocó que SeokMin también se enrojeciera.
—Eres tan hermoso, Jun. Realmente haces que mi corazón enloquezca.
Con esa nueva confesión Jun siguió caminando. Llegaron cerca de una estación de autobuses, SeokMin está vez no se contuvo y sujeto la mano del mayor para llamar su atención.
—Jun... —Suplicó.
—Solo hace falta una cosa —se volvió a SeokMin— no te haré esperar por más tiempo, SeokMin.
Jun titubeo antes de despedirse de SeokMin con casto, pero significativo, beso en la mejilla.
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Destino ➮ᏚeokᎻui
FanfictionJun tarde o temprano tenía que caer ♡ 📩 S e o k h u i 📩 Extensión: ? ✒️ Capítulos cortos. 📢⚠I. Historia con contenido h o m o s e x u a l. ⚠II. Prohibida la adaptación de éste libro y copia del mismo.
