22. Fallen angels.

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"Posiblemente me quisiera, vaya uno a saberlo, pero lo cierto es que tenía una habilidad especial para herirme".

-Mario Benedetti.

Elodie MacQuoid.

3 de noviembre de 2018, Alaska.

Después de que el cuerpo fallecido de Emilia hubiera caído en el centro del piso inferior, siendo observado por todos lo más esperado era que hubiese caos y si, fue así. Todos después de despertar de su estado de shock corrieron por doquier, empujándose, abriendo todas las salidas posibles y la verdad es que si lo entendía ya que no era muy normal que pasara eso en las fiestas juveniles, ¿no?

Sin embargo, yo no podía moverme. Estaba consiente que el día que me escabullí a la comisaria no estaba su cuerpo y había visto a alguien en ese lugar, pensé que había sido Dewey o quizá todo esto lo estaba haciendo Nick porque esas fotografías me hacían dudar de todos a mi alrededor, era muy posible que él fuese la persona que me acosa con esos mensajes tan estúpidos y amenazantes.

Una vez que mi cerebro se reactivó corrí como alma que lleva el diablo a su cuerpo, era mucho tiempo que ni siquiera hablaba con ella y me sentía mal de absolutamente todo. De salir con su ex novio, de dejar de pensar en ella mucho tiempo y es que en cierta parte sentía que la estaba olvidando. Ya no escuchaba sus comentarios sarcásticos en mi cabeza y solo los recuerdos quedaban como lo único que me hacía recordar que una vez ella estuvo conmigo, escuchar sus audios en las conversaciones de WhatsApp y pensar lo que ella haría en mi situación.

No me importo que Dankworth quisiera detenerme para salir de la casa, solo quería observarla. Corrí hasta llegar a ella sin siquiera pensar en el fuerte olor que desprendía de su cuerpo, las náuseas se hicieron presentes pero lo reprimí como pude. Quería abrazarla pero solo pude tocarla, Dewey me tomo por la cintura y me llevo casi a rastras fuera del lugar, me resistí como pude aunque en el fondo sabía que era en vano porque era más fuerte que yo.

Lagrimas rodaban por mis mejillas sin ningún control, pataleaba para zafarme del agarre de Dewey pero parecía no importarle en lo absoluto, ya no me importaba si tenía que explicarle lo de Emilia porque ya no podía con más mentiras, por primera vez en mi vida decir la verdad parecía lo correcto y la salida a la paranoia de estar ocultando algo.

En ese momento entendí que él también tenía derecho a saberlo, debía de decidir si a pesar de saber la verdad quería seguir conmigo. Ya no quería quitarle ese derecho.

Una vez que estábamos fuera de la casa pude visualizar a todos los chicos que habían asistido a la fiesta corriendo a sus casas despavoridos, la policía no tardaría en llegar. Quise volver a dentro pero Dankworth se volvió a interponer.

-¡Muévete Dankworth!-protesté, molesta con todos.

Él hizo caso omiso a mi petición que más bien era una exigencia pero me importaba muy poco ahora, no se inmuto solo parecía extrañado y yo sabía la razón pero lo único que quería hasta el momento era estar con Emilia y ya después tendría tiempo de explicárselo a todos.

-¿Por qué te importa tanto?-interrogó, tomándome por los hombros para colocarme en un solo lugar y yo solo podía golpearle el pecho con furia.

-¡¿Y por qué a ti no?!-paré de golpearlo, era inútil y solo intentaba sacar mi frustración mediante los golpes y él no lo merecía.

-¿Eh?- me abrazó después de que me quedara quieta.

-Es Emilia, ¿no lo ves? Tú la conoces.-lloriquee-Mejor de lo que me gustaría admitir.

INEFABLEWhere stories live. Discover now