Reconciliación

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Durante todo el camino no dijeron nada, ella iba muy seria y él muy confundido, mirándola de vez en vez. Cuando llegaron al edificio, Michiko salió del coche y fue a abrir el lado de Kaji y lo tomó del brazo, obligándolo a salir entre protestas.

Subieron en silencio por el ascensor, y una vez que la puerta del departamento de Kaji se cerró tras ellos, ella volvió a tomarlo por el brazo con fuerza y lo llevó directo hacia la cama.

"¡Oye, espera, demonio! ¿Qué mierda crees que estás haciendo?".

"¡Quédate ahí y no digas nada, idiota!". Lo lanzó sobre la cama y Kaji cayó de lado y la miró muy sorprendido.

"Da---Daimon...".

"¿No vas a rogarme que te perdone o que vuelva contigo?". Fue la sorpresiva pregunta de Michiko mientras se sacaba la bata de doctor y la arrojaba sobre uno de los sillones de una plaza.

Kaji desvió la mirada.

"¿Para qué lo haría, demonio? ¿De qué serviría humillarme más de lo que estoy? Yo fui quien se equivocó, además, tú no eres de las que perdonan... Perdí mi oportunidad contigo al decepcionarte otra vez...".

Michiko torció el gesto, con los brazos en jarra. Kaji se lo estaba haciendo difícil, como siempre, dejando que ella tomara la decisión por los dos, aunque claro, en ese caso sí que era su decisión seguir o no con la relación. Entonces sonrió maliciosamente, se sacó los zapatos de taco alto utilizando los dedos de sus pies y se recostó suavemente sobre él, sonriéndole mientras le acariciaba el cabello y el rostro con la mano mientras apoyaba parte de su cuerpo con el codo doblado y la cabeza apoyada sobre la otra mano. Él la miraba con mucha atención y cariño, muy quieto.

"Daimon...".

Michiko no dijo nada, simplemente se agachó y comenzó a besar el cuello de su novio con mucho amor, llevando las manos hacia su cuerpo, recorriéndolo delicadamente, metiendo las manos bajo la camisa de cirugía, tocándolo entero, haciéndolo estremecer de pasión, retorciéndose de placer.

Luego de unos minutos, Michiko alzó la cabeza con una mirada tan rabiosa que lo asustó. De pronto, ella lo besó en la boca con furia, mordiéndole los labios, haciéndolo gritar y retorcerse. Lo obligó a abrir la boca todo lo que pudo para poder capturar su lengua. Kaji gemía bajo su ataque, cerrando los puños y los ojos con fuerza, poniéndose muy rojo y tensando los músculos de su cuerpo.

Aquel poderoso beso posesivo duró varios minutos, pero a Kaji le pareció una eternidad, entonces Michiko dejó de besarlo y volvió a fijar su atención sobre el rostro de acalorado de Kaji, viéndolo respirar con rapidez, casi sin aliento, con los ojos oscuros vidriosos.

"¿Y bien? ¿Aún te sientes indigno de mi?". Le preguntó, sonriéndole muy molesta. "¿Todavía no quieres que te toque o te haga el amor? ¿Quieres que te tome a la fuerza o con suavidad?".

"¿Eh?". Fue lo único que él pudo decir, aun muy confundido con lo que estaba sucediendo.

"¡Pfh! Lo sabía...". De repente, le soltó las muñecas, se arrodilló y tomó sus pantalones azules de cirugía y se los arrancó con un solo movimiento junto a su ropa interior, haciéndolo gritar otra vez, dejándolo desnudo de la cintura para abajo.

"¡Pero, Daimon, no!". Quiso sentarse pero ella volvió a atraparlo contra la cama, sujetándolo por las muñecas cruzadas sobre la cabeza con una mano y ubicándose entre sus piernas desnudas. Se agachó sobre él y volvió a sonreírle muy enojada. El pecho de Kaji subía y bajaba con rapidez.

"Separa las piernas, idiota, te daré una lección, recuerda que me la debes...". Lo miró, miró todo su cuerpo semidesnudo, la bata quirúrgica azul de mangas cortas siempre lo había hecho ver más esbelto, quizás porque él no era muy alto, ni tampoco muy musculoso... Le daba un aspecto más frágil que a ella le encantaba desde que le había quitado la virginidad.

DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON. EL DEMONIO BAJO MIS ALAS (Doctor-X/Doctor-Y)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora