Capítulo 60

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Aproximadamente en la mitad del relato empieza las partes subidas de tono, si no son de tu agrado, no leas, Gracias.

— Ya se durmió — sonríe desde la puerta de la habitación — La cuna quedó muy hermosa, gracias.

— De nada mi niño bonito siempre lo mejor para nuestro pequeño tesoro — lo observo que nuevamente está con un gran buso.

Esta vez está haciendo un poco de frío por una torrencial lluvia que cae desde que preparé la merienda junto a ellos dos.

Fue un excelente momento disfrutando juntos los tres en familia, yo cocinaba, el jugaba con Taemin entre risas tirándose pedazos de panes mientras yeontan se los comía, cada una de esas bonitas imágenes las guardé en foto.

Cenamos los tres juntos solos sin que nadie nos moleste, al contrario hice llorar a taemin al quitarle un pedazo de carne, me miraba muy molesto hasta tuvimos una guerra de miradas que nadie se daba por vencido pero el sonrío dejando ver sus dientitos y terminé perdiendo.

Un rayo cae y tae salta espantado.

— Cuando era pequeño, Jungkook tenía miedo de las tormentas y nana me enseñó que ponerle unos pedazos de algodón en los oídos ayuda bastante así que voy a ponerle a taeminie para que no se asuste — me levanto del mueble caminando hacia la única habitación de la cabaña.

Tengo planeado dormir en el sofá y que ellos duerman muy cómodos ahí dentro, mi único compañero será yeontan siempre fiel a mi.

Busco en una de las maletas el algodón, los hago bolita caminando a la hermosa cuna blanca que compré antes de venir para acá, taemin parece un angelito durmiendo abrazado a una mantita de gatos, lo giro despacio dándome un medio infarto de ternura y coloco los algodones para que no escuche la tormenta.

— Listo — me separo de la cuna quedando parado a una distancia prudente de él, solo nos observamos sin decirnos nada.

Otro rayo cae y salta asustado a mis brazos cuando todo se queda a oscuras por completo.

— Lo siento — susurro sacando mi mano de su trasero.

Me alejo varios pasos hacia atrás, busco una lámpara antigua para encenderla, la dejo encima de una repisa dejando que la habitación se ilumine un poco más.

— Esperemos un poco que los generadores se arreglen — asiente jugando con sus manos en nerviosismo — Descansa.

Me doy la vuelta dejándolo ahí, salgo se la habitación cerrando la puerta, me siento en el mueble quitando mi camisa para tratar de dormir, aunque será imposible de hacerlo en este mueble más duro que las piedras.

Otro rayo cae y nuevamente grita, quisiera abrazarlo como antes cuando estábamos juntos.

— ¿Puedes dormir conmigo? — pregunta saliendo de la habitación.

— ¿Seguro? — es mejor preguntar antes de incomodarlo.

— Si quiero que duermas aquí tengo mucho miedo — asiento levantándome.

Me visto nuevamente, sostengo las almohadas y sábanas que había sacado, camino hacia él entrando tratando de no asustarlo, voy a mi lado de la cama colocando mis cosas y me acuesto mirando el techo.

— Buenas noches — menciona bajo.

— Descansa Tae.

¿Cómo puedo dormir? Lo tengo a mi lado y no puedo abrazarlo, no puedo dormir como antes lo hacíamos, dormíamos en cucharita abrazando su cuerpo mientras el abrazaba mi brazo y una almohada.

Mi Pobre Diablo (Yoontae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora