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Donde estaba Madame Pomfrey cuando la necesitaban? Pensó mientras miraba a ningún sitio, esperando que Harry se fuera y no lo siguiera más

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Donde estaba Madame Pomfrey cuando la necesitaban? Pensó mientras miraba a ningún sitio, esperando que Harry se fuera y no lo siguiera más.

-Kaia, podemos hablar?- pregunto este de repente, intentando acercarse a la chica haciendo que ella no lo mirara.- Kaia?

-Preferiría que no.- dijo acomodándose algo nerviosa haciendo que el platinado tuviera que evitar reír.

Harry ignoró su comentario y siguió insistiendo mientras se acercaba más hasta quedarse delante de ella a unos dos metros de distancia. Por momentos pensaba que era inútil hablar con ella pero ahí seguía. Habían demasiadas cosas de aquella chica que le intrigaban.

-Bien, pues tengo algo que decirte... a solas, en otro lugar.- dijo refiriéndose al platinado quien bufó mientas rodaba los ojos.

-Lo siento, tengo cosas que hacer.- dijo intentando no tartamudear, intentando verse normal y nada nerviosa de lo que realmente estaba.

-Por que no quieres hablar conmigo? Te lo estoy pidiendo amablemente.- empezó a decirle algo confuso.- Al menos podrías mostrarte algo entusiasmada.

-Por que? Por que el elegido me está hablando?- preguntó ella ahora con más confianza, dejando que las palabras fluyeran con más tranquilidad y seguridad.

El azabache ahora se empezó a molestar. Sentía la mirada burlona de Draco en su nuca y entendió que el platinado ya la había convencido de ser mala con él.

-No, por que dado que no tienes amigos, deberías agradecer que te este hablando.- dijo Harry sin pensarlo haciendo que ella solo sonriera sin alegría, viendo venir esa reacción del chico.
-Crees que puedes hacerme más daño? Bien inténtalo.- dijo ella levantándose de golpe intentando permanecer de pie, mareándose en el camino.

-D-donde vas?- dijo este ahora algo confuso y algo arrepentido.- No te ves bien, deberías quedarte... tienes mala cara.

Y Kaia solo pudo pensar, vaya, gracias por recordármelo antes de salir de enfermería ya que no pensaba estar hablando con el azabache por más tiempo. Preferiría aguantar el dolor de cabeza a eso.

Harry suspiró algo frustrado por no conseguir lo que quería, entonces se giró viendo como el platinado ahora miraba sus manos.

-Contento? Ya has puesto a otra persona en mi contra.- le dijo haciendo que Draco frunciera el ceño. Y ese de que estaba hablando?

-Como sea.- respondió haciendo que el azabache se cruzara de brazos.- Puedes irte? En serio, eres insoportable.- dijo al ver que este no se iba.

Entendía perfectamente a Kaia, entendía que no quisiera estar al rededor de Harry, era odioso con sus intentos de héroe, pensó mientras veía como el azabache se frustraba aún más.

-Así que es cierto.- dijo finalmente el Gryffindor haciendo que el platinado rodara los ojos cansado. Por que seguía hablando con él?

-Y a ti que te importa si hablo con ella o no? Es que no te conformas con todo lo que tienes? Deja vivir en paz a la chica, te ha dejado claro que no le gustas.- le respondió mientras se cansaba de esperar a la señora y se iba.

Harry, ahora solo en el lugar, cerró sus ojos al ver que Draco en el fondo tenía razón. Que hacía insistiendo en alguien quien no estaba interesado?

-Oh, señor Potter... ha visto al señor Malfoy? Tenía su remedio listo...- dijo algo decepcionada. Entonces miró la camilla donde se encontraba antes Kaia y empezó a palidecer mientras parecía buscarla con la mirada.

-Kaia se ha ido.- dijo Harry haciendo que Madame Pomfrey guardara un frasco en uno de sus bolsillos.- Se encunatra bien?
-Si... yo, yo debo hacer algo.- dijo mientras se iba de nuevo y dejaba de nuevo al azabache solo con sus pensamientos.

Si esa poción era para Kaia y la enfermera estaba tan... asustada, que tan importante sería? Pensó mientras se marchaba de ahí en busca de alguno de sus amigos.

Y la verdad. Aquella poción en realidad si era importante para la chica quien se encontraba caminando por los pasillos, delirando e intentando mantenerse de pie. Finalmente Kaia se apoyó en una de las paredes al sentir demasiado dolor de cabeza.

Parecía que se estuviera muriendo. No tenía fuerzas para pedir ayuda.

-Señorita Sparks! Que alegría que al fin la encuentro.- dijo una voz haciendo que ella tuviera que sacar todas sus fuerzas para mirar al profesor Slughorn.- Se encuentra bien?

-Si, perfectamente.- respondió mientras intentaba sonreír.

-Bueno, si es así, quería invitarla personalmente a mis fiestas privadas en las que solo asisten los alumnos con invitación, usted es realmente impresionante con pociones, me gustaría saber más de usted.- dijo con alegría.

No, Kaia quería decir que no, un absoluto no pero quién era ella para negar a un profesor? Que debía hacer? En ese instante solo pensaba en estirarse en su cama y dormir. Quería estar sola.
-Suena bien.- respondió lo más tranquila posible.

-Me alegra oír eso, he escuchado que no se junta con mucha gente, estaría bien que aprendiera a socializar más no cree?- dijo de forma amistosa intentando bromear con ella para sacarle una sonrisa.

Kaia ahora quería llorar. Humillación era lo que sentía en ese momento.
-Si, supongo.- respondió mientras miraba a otro lado para controlarse el llanto y la rabia.

-Si, yo puedo ayudarla a integrarse entre los muchachos, por que no viene al próximo partido? He escuchado que juega Slytherin contra Gryffindor.- siguió insistiendo este.

Ayudarla? Ella no necesitaba ayuda. Necesitaba estar sola para poder llorar con tranquilidad.
-Supongo que si.- respondió ella respirando con dificultad.- Yo debería...

-Si! Entonces déjeme presentarle a los alumnos que nos acompañaran en la cena, son grandes personas si me permite decirlo.- dijo el profesor intentando seguir hablando con ella.

No, no, no, no, por que le hacía esto? Por que a ella? Por que no la dejaba en paz?
-Profesor Slughorn, necesito su ayuda con uno de sus ingredientes, al parecer lo ha agotado todo.- dijo la gruesa voz de Snape apareciendo.

-Oh claro Severus.- dijo este con una sonrisa. Miró de nuevo a la chica quien miraba al suelo.- Otro día será, espero verla en el partido.

Kaia miró a Snape quien le señaló con la cabeza su sala común. La había salvado, menos mal. Asintió para empezar a caminar hacia allí, entrando al fin hasta acabar en su cuarto donde se dejó caer al suelo mientras se abrazaba a si misma intentando no perder la cabeza.

-Tranquila, tranquila, estas bien Kaia, no llores, no puedes llorar.- de repetía a si misma mientras las lagrimas traicioneras se escapaban cada vez más por sus ojos. Era una tortura.

what is love? (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora