24 (Parte tres)

4.6K 300 36
                                    

Capitán de la tropa FoxCinco.

En este mundo todo tiene su hora; hay un momento para todo cuanto ocurre.

Eclesiastés 3:1

ºº

Frontera de Lituana, Bielorrusia. 20:17pm, 47 minutos desde el golpe.

Tras arrastrarme sobre la nieve por casi 15 minutos he llegado a la camioneta. El rastro de sangre que he dejado sobre lo blanco de esta no será difícil de seguir y con mi estado actualmente, no podré dar pelea por mucho tiempo.

Con la mano que tengo libre hago fuerza para reincorporarme y sentarme en la parte trasera del vehículo, encontrándome con la imagen de mi teniente, Lila, muerta por degollamiento. La imagen es desagradable y me revuelve el estomago pero no tengo tiempo para perder.

Subo a la camioneta a duras penas y cierro las puertas, apoyando mi cabeza contra un lateral de esta y respirado con dificultad. La espesa y oscura sangre ha humedecido gran parte de mi uniforme y no parece tener intención de dejar de escaparse de mi cuerpo. Me han disparado en el abdomen cuando he tratado de detener el secuestro de mi tropa. O lo que quedaba de ella.

Esto ha sido una masacre.

No quito mi mano de la zona herida, haciendo presión, y me arrastro por la camioneta para alcanzar la computadora donde se rastrean las coordenadas y se envían los informes. Teniendo en cuenta la hora que es, las otras dos misiones deben haber acabado o estar a punto de hacerlo, asique presiono para hacer una videoconferencia con ambas tropas.

La señal está interferida y no tardarán mucho en dar con mi posición, los narcos claro está, pero debo advertir sobre lo que pasó. Debo contar lo que vi.

La pantalla está en negro y en el medio una rueda que gira incesantemente, indicando que está llamando. Pasan un par de segundos y el dolor en el abdomen se dispersa por todo mi cuerpo y me genera espasmos. Estoy muriendo, no tengo tiempo. La pizca de esperanza que se escondía en mi interior abandona mi cuerpo y me obliga a cerrar la computadora, para así dejarme morir, pero el sonido de una voz distorsionada frena mi accionar.

Abro la computadora y me encuentro con una muy borrosa imagen de una soldado de la tropa FoxCero. Érica es su nombre. Las lágrimas de alegría, o tal vez miedo, corren por mi rostro y la voz se me corta.

- Ho-ola. Acá la... la trop-pa Fox...Cero. - La transmisión se corta pero sé que es de mi lado, y del suyo se debe oír y ver bien. No tengo tiempo que perder.

- Soy el capitán Carl Terson, de la tropa FoxCinco. Fuimos emboscados, repito, fuimos emboscados. - La zona del disparo se me acalambra y me hace soltar un jadeo de dolor. - No tengo mucho tiempo, fui herido con un impacto de bala en la zona baja abdominal. He perdido mucha sangre y fui expuesto a bajas temperaturas.

- ¿Sol...dado? ¿M-e oy-oye?

- La señal está pinchada, soldado. No hay nada que hacer. - Paso saliva. - Grabe o tome nota. La tropa de apoyo está muerta, fueron asesinados a sangre fría. 4 soldados caídos. - Miro a mi teniente, a la cual le han arrancado la vida como si de un animal se tratase. - 5 soldados caídos. El resto de mi tropa fue secuestrada.

- ¿Se..cuestra-da?

- Si. No supe ver donde se los llevaban o quienes, pero sé que no fue casu...alidad.

Flashback de lo sucedió me atacan. Gritos de auxilio, llanto, balas y sangre por doquier, no sabía a quién salvar. La saliva comienza a faltarme y los ojos a pesarme.

- Búsquen-los. No los han matado porque los necesitan con vida, no... no sé para qué, pero eso dijeron. - Miro mi mano cubierta de la caliente sangre. - Rastreen las coordena...das de este dispositivo, sabrán con exactitud donde estuvi-mos.

- Solda...do. No s-e duerma-ma. - Érica habla pero su voz se siente lejana.

- Esta-ban preparados. Nos estaban... esperando.

- ¿Qué? ¿Cree... que ellos sa-bían?

Mis párpados pesan, no podré mantener más tiempo mis ojos abiertos y todo a mi alrededor a comenzado a moverse de forma agobiante y me marea. No puedo responder a la oleada de preguntas que me hacen desde el otro lado de la pantalla, y no porque no tenga más fuerza para hablar, sino porque todo se comienza a tornar oscuro.

Oscuro como el lugar que invadimos, oscuro como la mirada perdida de mis soldados siendo asesinados por sicarios, oscuro como las bolsas que les pusieron en la cabeza antes de subirlos al helicóptero, oscuro como el liquido denso que se desprende de mi cuerpo.

- Ellos... sabían. - Intento hablar con mi último aliento. - Sabían que vendríamos... y mataron a todos.

No sé qué sucede luego porque caigo en un pozo tan profundo como asfixiante. Un oscuro pozo.

ºº

Solo voy a decir... QUÉ CARAJOS

Los leo <3

Los leo <3

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Arder | Versión en españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora