Playing Dress-up ~Tomarry~ (Traducción)

Capítulo 39

Dumbledore enarcó una ceja al ver al recién colocado Slytherin, más aún cuando el chico se giró y empezó a hablar con el heredero de los Malfoy. Había pensado que Aedan habría educado a su pupilo en la creencia de que Slytherin era malo, y en la socialización con los Malfoy y otros niños conocidos como mortífagos. Le preocupa mucho, tendría que enviarle una lechuza al hombre.

Severus Snape miró a su nuevo pupilo, admitiría que Aedan Cousland nunca le había hecho daño. En todo caso, el Ravenclaw había sido todo lo contrario a involucrarse en su humillación hacia él. Muy parecido al lobo, excepto que él era más propenso a oponerse a su odio y humillación. Incluso en ocasiones, arrastrándolos o ayudándolo a levantarse después.

A Minerva McGonagall no le sorprendió demasiado que el chico hubiera acabado en Slytherin. Le habría encantado que estuviera en Gryffindor, pero sabía que detrás de esos ojos verdes brillantes había algo siniestro. No era frío como ella recordaba a Tom Riddle, pero parecía igual de astuto. Esperaba que ese chico no fuera otro señor oscuro. Eso sería lo último que todos necesitaban. Especialmente con la desaparición de Harry. Le encantaría saber dónde estaba su precioso león.

Se negó a hablar con Dumbledore después de eso. Se había enterado de las demandas de los muggles y se puso como loca con el anciano. No sería algo que el viejo loco superaría, al menos no por parte de ella.

Filius Flitwick sólo se había sentido ligeramente decepcionado cuando Hadrian Max-Cousland no había acabado en su casa, sorprendido también. Casi todos los Cousland habían acabado en Ravenclaw, pero al parecer éste no.

Por otro lado, Pomona Sprout se alegró de ver al chico hablar con los demás en su nueva casa. Esperaba que se sintiera bienvenido aquí.

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Hadrian se dirigió de nuevo a la sala común de Slytherin, con Draco y un par de sus otros compañeros de curso. Todos parecían bastante simpáticos, aunque él se mantenía en su fachada.

Parecían pensar que era genial tenerlo como estudiante transferido. Ojalá lo fuera.

Pansy Parkinson parecía muy intrigada por la clasificación de sus casas. Hadrian le explicó alegremente todo lo que había averiguado: "Parkinson-San, se nos clasifica en casas derivadas de cómo aprendemos, en mi caso: fuerza interior e intuición. Somos creativos a la hora de enfocar las situaciones, aunque sea algo tortuoso".

La chica de pelo castaño hasta los hombros escuchó con entusiasmo, Hadrian le sonrió. "Si me permite, ¿podemos continuar esta conversación en otro momento? Estoy bastante cansado". La chica parecía un poco cabizbaja, pero asintió. De todos modos, estaban en la sala común.

Draco dijo la contraseña "Nacido de sangre", Hadrian no dijo nada. Sabía que la contraseña era ligeramente racista, pero entonces la supremacía de los sangre pura era algo real en el mundo de los magos. Otros tenían que trabajar para evitarlo, pero eso no importaba, él encontró una manera de evitarlo.

La sala común no era tan lúgubre como la recordaba de su segundo año. El hecho de que la sala común estuviera bajo el agua realmente le convenció, "¿Sr. Max-Cousland? Supongo". Una voz adusta resonó desde atrás. Hadrian sabía que era probable que Snape hiciera algo así.

Hadrian se giró para mirar a su nuevo jefe de casa, asintiendo, aunque inclinó un poco la cabeza. "Sí, bienvenido a Slytherin. Somos la casa de las serpientes, me llamo profesor Snape y soy el maestro de Pociones y su jefe de casa. Ahora que estás aquí debes seguir las reglas de nuestra casa".

Hadrian asintió, "Por supuesto Snape-Sensei".

El hombre siguió con su discurso, sin parecer tan sorprendido como los demás. "Sólo hay un par de reglas principales. Asegúrate de caminar en grupo, para no estar completamente indefenso. Los Gryffindors tienden a meterse con gente como nosotros".

"En segundo lugar, si estás haciendo algo que no deberías hacer, no te dejes atrapar. - Si lo haces, reza para que sea yo quien te encuentre".

"Por último, las discusiones internas de la casa deben quedarse dentro de los muros de la casa. Mostramos un frente unido fuera de la sala común, el resto del colegio puede estar en contra de nosotros, no se incluyan. ¿Me he explicado bien?"

Hadrian inclinó la cabeza, "Por supuesto, Snape-Sensei. ¿Me disculpa? Estoy muy cansado".

El hombre asintió, "Puedes hacerlo. Buenas noches".

Hadrian sonrió un poco y se fue, siguiendo a Draco hasta las habitaciones destinadas a los quintos años. La puerta era de color roble oscuro, como la mayoría de los muebles de la sala común. Las camas eran de color verde oscuro, como el color de sus túnicas.

Hadrian se tumbó en la cama que tenía su baúl al final de la misma. Era muy cómoda, incluso más que las de Gryffindor. Hydrath seguía acurrucado en su nueva túnica, que era más cómoda que la que había comprado a Madame Malkins. Como éstas se habían hecho a su medida, le quedaban mejor que las de Gryffindor.

Aedan había pagado para que se las hicieran a mano especialmente antes de volver, y estaba seguro de que volvería a hacérselas.

Hadrian escuchó un siseo furioso desde su bolsillo, debía de haber aterrizado con demasiada fuerza en la cama y había molestado a su serpiente dormida. "Lo siento, Hydrath". Siseó suavemente en voz baja.

La serpiente devolvió un siseo furioso, pero Hadrian no pudo entender lo que dijo, así que se limitó a dejar al reptil solo para que durmiera, parecía bastante cómodo después de todo.

Hadrian sacó una pluma y papel de pergamino de su baúl, antes de que se le olvidara. Prometió escribir a Tom y a Aedan sobre la casa en la que había sido clasificado.

Cara de serpiente (es una broma, Tommy),

Fui clasificado en Slytherin, de alguna manera creo que mi amigo Barty estará molesto. Dale recuerdos de mi parte.

Me he hecho amigo del mini Malfoy, y de un par de hijos de tus otros... amigos. Todos parecen bastante decentes, mucho mejor que cuando estaba en mi otra asignación. Tengo que admitir que has hecho un gran trabajo con mi pierna, al menos no tengo que ir a ningún fisioterapeuta muggle.

Por cierto, gracias por eso, no recuerdo si alguna vez te di las gracias.

¿Podrías enviarme un listado de todas las próximas incursiones y reuniones? Quiero estar disponible para el mayor número posible de ellas.

Con cariño,

Tu Hadrian.

Sonrió ante la carta, y la hechizó para que sólo se abriera para Tom y se la enviara. No tenía lechuza, pero el hechizo fue igual de rápido.

Miró la hora y decidió que escribiría la carta de Aedan mañana, el hombre probablemente le escribiría primero de todos modos.