Dios de la matanza

Capítulo 129 - Dos cadáveres del cielo

Numerosas tumbas se distribuyeron en el sitio de entierro de la isla.

En medio de la isla había muchas torres de piedra. En el centro de estas torres había una tumba gigante que tenía tres agujeros abiertos, cada uno de los cuales conducía directamente a las profundidades de la tumba.

Shi Yan y Xia Xinyan siguieron a los discípulos de la Secta Cadáver y del País de las Maravillas Yin Yang. Encontraron muchas tumbas en el camino y llegaron al centro de la isla.

Dentro de las torres de piedra circundantes, había varios discípulos de Yin Yang Wonderland. Estas torres también fueron ocupadas por discípulos de la Secta Cadáver, quienes fueron todos responsables de encontrar posiciones favorables para refinar los cadáveres en las tumbas cercanas.

Los dos sacerdotes del País de las Maravillas Yin Yang, Li Zhuang y Ju Yueru, llegaron a una de las torres de piedra con el guerrero del reino de la Tierra de la Secta Cadáver. Parecían estar discutiendo el pago.

Li Wei estaba ocupado mezclándose con algunos discípulos de la Secta Cadáver, que estaban todos en el reino del Desastre. Se pararon junto a los dos guerreros del reino de la Tierra de Yin Yang Wonderland y miraron fríamente a Shi Yan y Xia Xinyan.

Shi Yan y Xia Xinyan fueron asignados temporalmente a una habitación en una de las torres de piedra. No había ventanas dentro de la habitación, solo una puerta de piedra.

Fuera de la puerta, algunos guerreros fuertes del País de las Maravillas Yin Yang y la Secta Cadáver guardaban secretamente la habitación.

Unos pocos discípulos de la Secta Cadáver fueron al cementerio central, ocupándose de algunos asuntos importantes.

Otros estaban ocupados sacando pedazos de rocas extrañas de las torres de piedra. También había una variedad de piezas de madera de formas extrañas y espeluznantes, y algunas botellas que contenían insectos venenosos.

Los discípulos de la Secta Cadáver parecían estar ocupados preparando los ingredientes para refinar los cadáveres.

Shi Yan y Xia Xinyan no sabían sobre los movimientos externos, solo sabían que estaban temporalmente en cautiverio.

En la habitación de piedra, el rostro de Shi Yan estaba tranquilo, pero sus ojos estaban fríos y constantemente en guardia.

Con algún tipo de método, Xia Xinyan parecía saber que había cadáveres de agua escondidos en tres de las tumbas de este lugar de enterramiento.

Según lo que dijo, los cadáveres de agua se volverían muy fuertes en el agua. Pero en tierra, serían muy fáciles de destruir. Mientras pudieran estar envueltos en llamas, los cuerpos de estos cadáveres de agua se derretirían fácilmente.

Los cadáveres de agua no eran como los reyes cadáveres de diez mil años. Los Reyes del cadáver podrían usar los poderes de los cinco elementos, incluso podrían controlar el agua para extinguir el fuego, además de que también tienen el poder de controlar el fuego dentro de ellos.

El Rey Cadáver era el esclavo cadáver más especial y más poderoso. Los cadáveres de agua solo podían nadar en el agua, no tenían el poder de controlar el agua, además eran extremadamente débiles a las llamas.

En el camino hacia aquí, Xia Xinyan ya le había señalado en secreto a Shi Yan las tres tumbas que escondían a los esclavos del agua.

Shi Yan tomó nota de ello en su mente mientras esperaba una oportunidad. Una vez que llegara la oportunidad, definitivamente se haría cargo de los cadáveres de agua enterrados en las tres tumbas primero. Entonces finalmente podrían ir al mar sin preocupaciones.