Mi Pobre Diablo (Yoontae)

Capítulo 65

Algo sucede.

No sé que es en realidad.

Solo sé que mientras estuvimos en la piscina luego de comer y disfrutar el momento con toda nuestra loca familia, Yoongi recibió una llamada junto a Jungkook, los dos se fueron de donde estábamos, dejándonos a todos confundidos.

Hasta que Jungkook regresó sin decir una sola palabra, solo ingresó a la piscina para darle un fuerte abrazo a jimin y ya llevan casi 20 minutos en esa misma posición.

Jungkook aferrado al cuerpo del más pequeño sujetando su cintura mientras este enreda sus piernas en la cadera del más grande dejándolos a la misma altura dándole la oportunidad de guardar su cabeza en el cuello del chico de mejillas grandes.

— ¿Qué sucede? — pregunta hobi hyung.

— No lo sé — apenas pueden salir esas palabras de mi boca.

Observo a jimin que me mantiene la mirada pensando lo mismo que mi.

Fue algo de su familia.

Le hago señas con mis manos preguntandole que sucede pero este apenas me mueve su mano diciendo que no sabe, seguramente Jungkook volvió a su modo mudo hasta que se sienta mejor y se abra para su novio.

¿Estará bien ir a buscar a yoongi?

Lo busco por todos lados pero no lo encuentro, dejo a taemin en los brazos de nana pidiéndoles al resto que lo cuiden, salgo de la piscina secándome con velocidad, camino cubriendo mi cuerpo con una bata de baño.

Recorro todas las áreas posibles donde pudiera estar pero no lo encuentro, empiezo a desesperarme creyendo lo peor hasta que llego a recepción, veo el gran cartel con los números de las habitaciones y una idea se me viene a la cabeza.

Pero que tonto soy, yo buscándolo por todos lados aquí abajo sabiendo que seguro está en nuestra habitación.

Camino con prisa al ascensor, indico el piso que deseo y sube mientras me muerdo mis uñas con miedo de no encontrarlo ahí.

Llego a nuestro piso y corro por el pasillo hasta nuestra habitación, intento respirar un poco de la locura por haber recorrido casi todo el hotel.

Con mucho miedo lentamente abro la manija al darme cuenta que marcaba verde en la caja de seguridad diciendo que estaba abierta.

Con mucha lentitud termino de abrir la puerta, un sonido raro se escucha y busco rápidamente de donde proviene.

Mi corazón se estruja y rompe de verlo en posición fetal a los pies de la cama solo con el traje de baño mientras sus hombros se sacuden con fuerza por su llanto y sus fuertes sollozos hacen eco en la habitación.

Unas cuantas lágrimas se acumulan en mis ojos por el dolor que siento al ver que el amor de mi vida está sufriendo solo.

Camino rápido hasta rodear su cuerpo desde atrás, paso mi brazo derecho por su cuello dejando que pose su cabeza en este mientras poso mi mano en su costilla, termino de cerrar el agarre de su cintura con el izquierdo apretandolo a mi cuerpo intentando darle un poco de tranquilidad.

Sostiene mis brazos con fuerza llorando más alto, solloza lastimando mi corazón por ese dolor que deja salir de forma tan desgarradora.

Coloco mi cabeza junto a la suya dejando que unas cuantas gotas saladas caigan por mis mejillas, no sé qué le sucede, no sé quién lo dejó de esta manera.

Pero lo haré pagar.

— ¿Qué sucede amor? — susurro la pregunta intentando pasar saliva por el nudo que siente mi garganta.