98

417 49 53
                                    

NARRADORA.

Al día siguiente Bárbara se levantó temprano, se fue sin despedirse de Franco, ya qué el aún dormía.

″Gracias por dejarme pasar la noche aquí, tuve que irme antes de que te despertarás".

Franco leyó la nota que Bárbara le había dejado y saco su celular para llamarla, cuando estaba buscando su número para poder marcarle le entró una llamada.

-Camila-

-Después del que me hiciste anoche no debería ni de dirigirte la palabra pero necesito hablar contigo-

-¿De qué?-

-Ven a mi departamento y hablamos bien-

-No sé si pueda Camila-

-¿No sabes o NO te deja tu Bárbarita-?

-Si me vas a citar para hablarme mal de ella pierdes tu tiempo-

-No, no es nada relacionado con ella, de verdad-

-Está bien, mándame la dirección de tu departamento y cuando me desocupe yo voy-.

Colgaron la llamada y Franco se dispuso a hacer algunos pendientes.

Bárbara fue al departamento de Aurora pero está no le abrió la puerta, le marco por teléfono y tampoco obtuvo respuesta.

Estaba preocupada por ella.

Decidió esperar un poco más, tal vez había salido y no tardaría en regresar.


-¿Todo está saliendo cómo se planeo?-

-Sí, todo marcha a la perfección-

-Perfecto, mantente en contacto conmigo si llega a suceder algo-

-Entendido-.

Después de esperar un largo rato a Bárbara no le quedo otra opción que ir a Lácteos, aún tenía mucho por hacer ahí.

En cuanto llego encontró su oficina prácticamente vacía.

Estaba a punto de llamar a Flor cuando Gonzalo apareció junto con Damián.

-Tú ya nada tienes que hacer aquí Bárbara-. Le habló Gonzalo.

-¿De qué rayos estás hablando?-

-Estás despedida-

-Es una broma ¿No? Te recuerdo que soy la gerente general de está empresa, no me puedes correr así sólo porque estás dolido conmigo-

-No, yo no te voy a correr, tú misma vas a renunciar-

-¿De qué hablas?-

-Explícale Damián, por favor-

-Con mucho gusto don Gonzalo-. Dijo Damián sonriente. -Resulta Bárbara que revisando los estados de cuenta de la empresa, nos encontramos con qué hay un movimiento por una fuerte cantidad de dinero, hace 15 días ese dinero se movió a una cuenta, estuvimos investigando y esa cuenta resulta estar a tu nombre-

-¿De qué estás hablando Damián? Yo no hice ningún movimiento, no tienen manera de comprobar lo que están diciendo-

-Claro que la tenemos mi alma-. Dijo Gonzalo burlón. -Es tu usuario el que movió todo ese dinero-

Damián le mostró a Bárbara la laptop con la información en dónde efectivamente se veía que había sido su usuario el que movió todo.

-Yo no lo hice-. Se defendió Bárbara.

-Eso tendrás que hablarlo con la policía-. Le contestó Gonzalo.

-Cualquiera de ustedes pudo haberlo echo-. Dijo Bárbara.

-Te recordamos que es tu usuario el que está ahí, nadie más que tú tenía la clave-

-Eso no prueba nada Damián, ¿Para que iba a hacer eso? Si tarde o temprano se iban a dar cuenta-.

-Tal vez planeabas largarte con tu amante pero cómo él decidió traicionarte, todo te salió mal-

-Esto que estás haciendo es de cobardes Gonzalo, y tú Damián no eres más que un imbécil, los dos son un par de estúpidos que necesitan unirse porque solos no pueden conmigo-

-¿Te duele que no te hayas salido con la tuya mi querida hiena?-

-La guerra apenas empieza y les advierto a los dos que no voy a descansar hasta verlos hundidos-

-No estás en posición de amenazar mi alma-. Hablo Gonzalo mientras la tomaba de la cara para plantarle un beso en los labios. -O firmas tu renuncia o todo esto llegará a la policía-

-No voy a firmar nada, porque hacerlo es cómo admitir que soy culpable y no es así, voy a comprobar mi inocencia y después me encargaré de ustedes-.

Bárbara salió de Lácteos sumamente molesta, le parecía increíble hasta dónde había sido capaz de llegar Gonzalo, pero no pensaba darles gusto, iba a acabar con ellos a cómo diera lugar.

Necesitaba pensar, necesitaba medir cada uno de sus movimientos para no tener ningún tropiezo y para eso necesitaba un aliado.

Sabía que ella sola se podía manejar perfectamente pero todo se le estaba saliendo de las manos y con la ayuda de alguien más pronto acabaría todo.

Iba a negociar con Franco, ella le ayudaría a sacar a Liliana de la empresa a cambio de que él la ayudara a demostrar su inocencia y por lo mientras a dar con el paradero de Aurora.

Franco necesito verte. ¿Puedo ir a tu hacienda?

Claro Bárbara, te espero.


-¿Todo bien?-. Le preguntó Franco en cuanto la vió llegar.

-Te tengo una propuesta-

-Te escuchó-

-Yo te ayudo a sacar a tu hermana de la clínica, a cambio de que tú me ayudes a dar con Aurora y a..-

-¿Aurora está desaparecida?-

-Eso creo, fui a su departamento y no me abrió y tampoco contesta mis llamadas-

-Le intentaré marcar yo-

Franco intentó más de 5 veces pero no tuvo éxito, Aurora tampoco le contestó.

-¿Ya marcaste a la iglesia en dónde se estaba quedando en Puebla?-

Bárbara negó con la cabeza.

Marcaron ahí pero les dijeron que Aurora desde que se fue no había vuelto a regresar.

-¿Sabes donde vive Luis?-. Le pregunto Franco a Bárbara.

-Sí-.

-Dame su dirección-

-No creo que Luis tenga que ver en todo esto-. Dijo ella.

-Al parecer el amor te ciega-. Le respondió Franco con tono irónico. -¿Para que crees que le mando esa nota a Aurora? Obviamente para afectarte, y hasta dónde sabemos, solamente nosotros 3 sabemos dónde se encontraba Aurora.

-No es amo..-

-Dame la dirección-. Le pidió Franco sin dejarla hablar más.

Franco hizo unas cuantas llamadas que duraron poco más de una hora.

-¿Para donde se dirige? Por favor necesito que veas quién más va con él-

Franco miró a Bárbara en cuánto corto con su llamada.

-¿Qué te dijeron Franco?-

-Al parecer tu marido tiene que ver con todo esto-.

El dúo perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora