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POV CAMILA.

Había quedado con Franco de vernos en un hotel, ya tenían los papeles que me había pedido firmados por Gonzalo pero a cambio de le pedí una última vez juntos.

Llegué antes que él y me puse una lencería sexy, a él le encantaba el color negro y siempre le fascino que me pusiera ropa así.

Escuché que tocaban la puerta y me apresuré a abrir.

-Hasta que llegas-. Le dije mientras lo besaba.

-¿Tienes los papeles?-

-Sí, aquí están-. Él quiso tomarlos pero yo se los arrebate.

-Primero lo primero-. Le dije mientras lo tiraba a la cama. -Te aseguró que después de esto te volverás a enamorar de mí-

Lo bese nuevamente y él poco a poco me fue correspondiendo.

-Camila..-

-Sólo disfruta, recuerda lo bien que la pasábamos antes-. Me subí en él y toque su miembro.

Nos empezamos a besar y le mordí el labio inferior, volví a tocar su miembro, está vez más fuerte y el gimió.

-Espera..-. Me dijo con la respiración agitada.

-Bárbara no se va a enterar, te lo aseguro-.

Comencé a besarle el cuello y prácticamente le arranqué la camisa.

Bese su pecho y fui bajando, desabroche su pantalón y él me detuvo.

-Debemos parar-. Me dijo.

-Si no hay sexo no hay papeles Franco-.

Ya no le deje hablar porqué nuevamente lo besé, el por fin se dejo llevar y me besó con la misma pasión de antes.
Se volteó para quedar encima de mí y me comenzó a quitar la ropa con desesperación.

Paso a besar mi cuello, mi punto débil, yo gemía al sentirlo tan apasionado, tan mío otra vez.

En poco tiempo me había desnudado por completo, vi que quiso parar y antes de que lo hiciera me di prisa y termine de quitarle el pantalón, luego el bóxer y una vez más lo toqué.

Tome su miembro y lo lleve directamente a mi entrada.

Me embistió cómo nunca antes lo había echo.

Jadeábamos los dos, tirados en el piso, empapados de sudor.

-Esto fue un error-. Me dijo levantándose rápidamente.

-Los errores se disfrutan-. Le contesté mientras me ponía de rodillas y me llevaba su miembro a mi boca.

Él tomó mi cabeza y no paraba de gemir.

-¿Te está gustando?-. Le pregunté.







-Camila, despierta-. Me grito Liliana.

    Todo había sido un sueño, el momento que viví con Franco había sido sólo parte de un sueño mío, jamás paso nada, ni siquiera era real lo de la cita, es más Franco ya ni los mensajes me contestaba.

El dúo perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora