Once in Love [2Min + Jongkey]

[4] Blindfolded

❣ Pareja: [Jongkey]

❣ Advertencias: Ninguna

Respiración agitada, suaves ruidos que desconoce, una incertidumbre que no acaba en ningún momento y es que KiBum no entiende del todo cómo es que pudo aceptar.

Una suave venda le cubre los ojos, ha estado esperando por largos minutos, minutos que inclusive pudieran ser segundos, no lo sabe, la duda le corroe y no puede dejar de pensar en si las cosas están bien o increíblemente mal.

—No te muerdas los labios mi amor. — la voz suave de Jonghyun le provocó dar un ligero salto en su lugar, en la silla de la cual también estaba atado con las manos en el respaldo. —No quiero que te hagas daño.

Si supiera que esto tenías en mente no lo hubiera aceptado con tanta facilidad. Pensó el menor, aguantando la respiración, como si eso le ayudase a relajarse, por su parte, el curioso peli plateado observó su obra maestra, Key estaba desnudo, tan disponible que no creía que fuera el mismo novio que ha tenido por un par de años, no aquél que a pesar de ser el pasivo era quien dominaba en la relación.

Ya merecía una retribución.

Y lo estaba disfrutando.

—Te ves tan bonito KiBummie. — Jonghyun se agachó y tomó el lóbulo contrario entre los labios, mordisqueó la oreja a su antojo, hasta que los quejidos del otro le interrumpieron. —Dijiste que podía hacer lo que quiera, ¿Qué podría ser mejor que hacerte sentir bien?

—Yo creí que a lo mucho me harías hacerte una mamada. — la inocencia de KiBum le arrebató una risa fuerte a su pareja, aunque tuviera esa boca afilada no se salvaría de los planes maquiavélicos que tenían para él.

—¿En serio? — Jonghyun dejó un sonoro beso en una de las mejillas del castaño. —Has visto poco porno al parecer.

Los labios del menor se fruncieron, estaba a punto de decirle al torpe de su novio que le soltara y se dejara de tonterías, le ofrecería su trasero en bandeja de plata y quizás se anime a hacerle una felación como las que le gustaban, aquellas en donde su garganta se veía invadida sin piedad.

Algo frío interrumpió los pensamientos negativos de Key, el frío hielo se paseó por la mitad de su pecho, causando que buscara irse hacia atrás, inquieto por escapar del extraño estímulo. —¿Qué crees que haces?

El cubito se debatió entre seguir recorriendo el pecho o detenerse en uno de los pequeños y rosados pezones, Jonghyun se decidió por la segunda opción, admirando lo deprisa que el hielo podía hacer reaccionar. —Shh... No me hagas ponerte algo en la boca también.

KiBum estaba a punto de despotricar, inmediatamente después de abrir la boca, la de Jonghyun se coló por ésta, quitándole cualquier intención de reclamar, su lengua fue envuelta y sus labios abusados entre los deliciosos besos que Jonghyun otorgaba.

El hielo se fue derritiendo con el calor de la piel, las gotas se iban alojando en su vientre, en las piernas y mucho más allá. Un nuevo hielo se le acercó por el cuello, Jonghyun le recorrió por la nuca, se bajó por el brazo derecho y pasó directamente a uno de sus muslos, un nuevo tirón asustó al castaño.

No ver tenía a Key nervioso a cada segundo ¿Y si Jonghyun sacaba uno de esos dildos extraños con 20 cm de diámetro y se lo mete de la nada? ¿Qué tal que le mete algo por la uretra? ¡¿Y si quería montarlo todo este tiempo?!

No, eso no sucedería.

KiBum fue consciente de que no tener sus cinco sentidos era de alguna manera, un detonante interesante de adrenalina, y por muy nervioso que estuviera jamás creería capaz a Jonghyun de hacerle daño, no cuando el hombre se desvivía por él, así tuviera un carácter especial, Jonghyun no dejaba de admirarlo.