La abogada del diablo© ||#1 Trilogía Purgatorio||

Capítulo 42🃏

ADELINE IVANOVA

En algún momento, todo llega a su fin  y sobre todo las cosas buenas. Nuestro viaje terminó, consiguieron lo que deseaban y pudimos pasar tiempo los tres. Sin embargo, no todo fue tan relajante y perfecto como se esperaba.
Al llegar al aeropuerto, tuvimos un encuentro un poco caótico con el Boss de la mafia Corsa y su dama. El francés sólo buscaba provocar a los hermanos y Keegan no se resistió, intentó dispararle y todo se salió de control. Khlaus consiguió calmar las cosas pero algo me dice que esto a penas inicia.

Las palabras del boss fueron claras; "destruiré todo lo que tienes"

Eso ha dejado el clima demasiado tenso, todo el viaje fue en completo silencio e incluso ahora que acabamos de llegar a la casa ninguno de los hermanos dice alguna palabra. Sé que hay algo detrás de toda esta guerra de clanes, por eso mismo es que los Petrov han estado tan raros.

El coche se detiene, de inmediato aparece un voyeviki para bajar nuestras maletas. Abro la puerta y decido bajar, el clima está un poco fresco por lo que llevo puesto un pantalón negro engomado, una blusa de encaje rojo y mis tacones favoritos. El portón principal de la mansión Petrov se abre automáticamente, me adentro sin esperarlos y camino en silencio por la casa.

Me encuentro con una escena en el living la cual me sorprende demasiado.

Kaia y Vincent están discutiendo intensamente, él envuelve su cintura con sus brazos y todo de vuelve cada vez más confuso. Kaia suelta una carcajada, no puedo entender si están peleando o jugando.
Sé que algo pasa entre ellos, no puedo evitar notarlo cada vez que están en la misma habitación. Vinc es siete años mayor que Kaia, aunque ella es una gran mujer no me deja de incomodar el sólo pensar que puede hacerle daño y romper su puro corazón.

Le conviene a Vincent comportarse porque le cortaré las bolas.

Notan mi presencia y se separan de inmediato, Kaia sigue como si nada con una sonrisa en su rostro pero Vincent toma una postura sería mientras se acerca cambiando el punto de atención.

—¡Bienvenida!—pronuncian ambos al mismo tiempo.

Mi rostro es lo más expresivo que pueda existir, en este momento, una mueca extraña me invade.

Si se trata de hombres o manipulaciones, podría descifrar la situación en un segundo. Si siento que esto no me gusta, es porque hay algo que no va.

—¿Qué estaban haciendo?—pronuncio seca.

Soy así, transparente y sin pudor. No puedo fingir un emotivo reencuentro cuando en realidad mi mente no deja de hacer teorías.

Kaia acomoda su cabello azul y se tira en el sofá.

—Vincent no cree en el horóscopo—suelta.

Me sorprendo al oírla, creí que diría otra cosa.

Siento como me descontracturo un poco, me desplomo en el enorme sofá al lado de la menor de los Petrov. Vincent pone los ojos en blanco y nos observa como si estuviéramos locas.

—¿De qué signo es?—le digo a Kaia, mirando a Vincent para molestarlo.

Ella me da una mirada cómplice.

—Virgo—responde siguiéndome el juego.

Frunzo el ceño y finjo sentir repudio mientras coloco una mano en mi pecho exageradamente.
Kaia no deja de reírse, lo mira a el morocha frente a nosotras y disfruta de este momento incómodo para él.

—Es muy virgo de su parte—hablo sincera—. Se creen con el derecho de criticar todo.

Kaia voltea su cabeza y me sonríe al darse cuenta de que no sólo estoy jugando, también creo en el horóscopo y en la astrología como ella.