Capítulo XLI

1.2K 128 0
                                    


No estoy cien por ciento consciente de lo que pasa a mi alrededor. Alguien está a mi lado inyectándome algo. No logro distinguir quien es.

-Después de todo, sí te ama  _Escucho en la lejanía esa voz tan familiar. Mi cuerpo no me responde. No sé cuánto tiempo paso en la misma posición, pero me incorporo en el suelo cuando me siento mejor. La información de las últimas horas me atormenta y me engaño al pensar que eran alucinaciones por el veneno. Logro levantarme y caminar por el lugar donde me encuentro. Ya oscureció, no hay señales de Christopher y Antoni por ningún lado. Eso me desespera y preocupa. Ignoro el dolor que siento con cada paso. En la casa no hay absolutamente nadie. Consigo un teléfono y le aviso a la FEMF todo lo que sucedió. Los paramédicos me revisan. No hablo solo me concentro en idear un plan para buscarlos.
Me niego a la sola idea de que el coronel esté muerto, sé que por cada minuto que pasa es menor la posibilidad de encontrarlo con vida.

-Dios, Lucy _Musita Lucas. Me incorporo en la camilla, él se acerca y me abraza, sigo sin inmutar palabra.

-Deberíamos hacerle una revisión en el hospital _Agrega el joven que me revisaba y niego. No hay tiempo para eso. Ya me suministraron el antídoto hace horas. Ahora mismo lo que mi cuerpo necesita es una cama, sin emabargo, no podré dormir hasta saber que Christopher está bien.

-Lucía, debes ir al hospital _Me ordena Lucas y lo miro como si estuviera loco.

-No hay tiempo _Digo y me levanto de la camilla y él me sigue. El ministro llega al lugar con clara preocupación en su rostro. Lucas le informa de la situación. Él me entiende y haría lo mismo que yo. Por muy enojada que esté con Christopher no me perdonaría que le pasara algo. De solo pensar que está muerto mi cuerpo se paraliza. No puedría soportar pasar por eso otra vez. Reúno al grupo Élite en la central. Si Antoni juega sucio yo puedo ser peor. Se acabó Lucía Prentys, basta de estrategias militares que el destruye en dos minutos. Lo atracaré como Venus Macherano y aplicaré cada táctica que me enseñaron en aquel lugar donde estuve recluida. Las puertas de la prisión me dan la bienvenida. Si hay alguien que conoce los planes de defensa y ataque como yo es Siena. Ignoro las ganas de matarla por utilizar a mi hijo para manipularme de esa manera tan cruel. Tengo una carta a mi favor y la pienso emplear sin piedad. Se cual es su punto débil. Aunque varias veces pensé estar loca. Lo he comprado con sus estúpidas peticiones.

-Viniste _Dice sorprendida y me siento frente a ella y coloco los planos de las casas de las propiedades más lujosas y mayor aseguradas de mi hermano.

-Por supuesto _Respondo.

-¿Qué es esto? _Pregunta y sonrío de lado.

-En este preciso momento todas y cada una de estas propiedades están explotando en miles de pedazos _Informo y me mira horrorizada.

-¿Qué tengo que ver yo con eso? _Inquiere y por alguna razón no puedo parar de sonreír.

-Mucho. Me ayudarás a destruir todos y cada uno de los negocios de Antoni _Digo y más que una petición es una orden.

-¡Estás loca! _Espeta y aleja los planos de la mesa. Suelto una risita irónica.

-4577 _Agrego y su expresión cambia radicalmente.

-Pensé que jamás emplearías ese plan _Dice y sonrío para mis adentros. Obviamente no emplearé ese plan. Jamás pondría mi vida, la de los niños y la de Christopher en sus manos.

4577 es un código de seguridad donde acabaríamos con el clan Macherano para siempre si Antoni se atrevía a traicionarme. Si hay algo que tenía en ese lugar era mucho tiempo para pensar en como me vengaría de mi padre. Para mi mala suerte él murió y no podrá ver como su imperio cae.
Cuando regresé jamás pensé que tendría que usar lo que tan minuciosamente había planeado, pero Antoni me desafío olvidándose de que yo también soy una Macherano y por mucho que lo niegue su sangre corre por mis venas.

-¿Qué necesitas? _ Pregunta. Me acerco un poco más a ella.

-Tú eres la mejor soldado que conozco _Admito y una leve sonrisa aparece en su rostro.

-Tú eres mejor que yo, no entiendo para que me necesitas  _Agrega y por como mueve las manos sobre la mesa puedo asegurar que mi presencia la pone nerviosa.

-El grupo élite ha entrenado toda su vida, sin embargo, necesitan entender que esto es una guerra _Comento y asiente.

-Aún no entiendo, ¿qué quieres de mí? _Pregunta y vuelvo a sonreír.

-Quiero que te unas a nosotros en las planificaciones. Además de que  dirijirás y entrenarás a un grupo de soldados extraoficiales que se encargarán de las misiones más importantes _Informo y coloca su mano derecha en su mentón.

-¿Qué ganaría yo a cambio? _Pregunta. Con los años aprendí a analizar a las personas y Siena no es la excepción. Le extiendo una carpeta llena de fotos.

-Identidad nueva y podrías verlo _Le digo y sus ojos se cristalizan. Sus lágrima no me provoca ni la más mínima lástima. Tuve que rogarle a Alex para que aceptara.

-Lo haré _Dice sin pensarlo un segundo. No hay nada que supere el amor que una madre siente hacia su hijo.

-¡Si te atreves a traicionarme, te aseguro que te pudrirás en estas cuatro paredes y no verás a tu hijo crecer! _Espeto y asiente sin dejar de observar las fotos.

Hace dos meses descubrí que Siena no había perdido al bebé como el ministro le había hecho creer a todos nosotros. Su embarazo sí llegó a termino. Una carta que no quería utilizar, pero se trata de Christopher y no puedo permitir que el tiempo siga pasando y quedarme cruzada de brazos. No me malinterpreten no confío para nada en Siena tengo tres planes de respaldo por si decide traicionarme.

-¿Cuándo saldré de aquí? _Pregunta. Sabía que iba a aceptar si su hijo estaba en el acuerdo.

-Ahora mismo, no hay tiempo que perder _Respondo y los guardias abren las puertas dejándonos salir a ambas. El papeleo toma más tiempo de lo que esperaba. Llegamos a la central y el grupo élite se sorprende de ver a Siena entre nosotros.

-¡¿Qué hace ella aquí?! _Espeta Gia.

-Ella nos ayudará con el plan para acabar con los Macherano _Respondo a su pregunta sabiendo que tambiém es la interrogate de los presentes.

-¡Te volviste loca! _Suelta Lauren.

-¡Escuchame bien todos! ¡Ahora mismo lo único que me importa es acabar con Antoni de una vez por todas y salvar a Christopher! ¡No están cansados de esta mierda, déjenme decirles que yo sí, así que déjense de estupideces y pongámonos a trabajar! Cada minuto cuenta.

Sé que para los efectos solo soy una teniente, pero Nicolás y Lucas me respetan y apoyan. Gia, Lauren y Génesis terminan por callarse. Obedecen mis ordenes sin pestañear. Todos luchamos por algo en común.
No confío en nadie. Elaboré planes por si alguien me falla. No puedo permitirme errores.

-Lo primero que haremos es ir por Bernardo Macherano _Infirmo mientras señalo la foto sobre la mesa.

-¿Por qué él? _Cuestiona Génesis y a veces dudo que posea inteligencia.

-Es la mano derecha de Antoni _Agrega Siena y ella asiente. Me sorprende que diga conocer a los Macherano y no sepa algo tan importante como eso. Es la información básica que se necesita saber antes de enfrentarse a una misión de esta magnitud.

-Se encarga de las operaciones internacionales y de mantener a Antoni seguro. Una vez esté fuera del juego será mucho más fácil _Digo bajo la atención de todos. Estoy dando información que obviamente no aparece en ningún informe, pero lo único que tengo en mente ahora mismo es salvar a Christopher.

-Tú plan es capturarlo, ¿cómo harás para evitar que Antoni intente rescatarlo? _Pregutna Lauren y niego repetidas veces. Jamás dije que mi plan fuera capturar a Bernardo. Los observo a todos con una sonrisa en el rostro.

-Mi plan es matarlo _Digo y Siena me mira sorprendida. A pesar de todo sabe lo mucho que me importaban mis hermanos. Aunque gracias a los golpes que me han dado mis hermanos aprendí que en las guerras, los lazos de sangre y los principios no sirven de nada.

-Matarlos a todos....

No olviden

Entre sus brazos ... [CM#1] ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora