65

12K 801 100
                                    

COLOCADOS
_____________

Pasaron unos días y antes de que nos diéramos cuenta, estábamos a mediados de julio. El Mundo Mágico aún estaba expectante ante los movimientos de los Mortífagos, pero todos tratamos de evitar pensar demasiado en ello y vivir como si una guerra mágica no nos estuviera acechando.

— Pon tu pierna un poco más cerca de la mía — guié a Fred y él obedeció. Él trataba de parecer confiado pero ya había detectado su punto débil. 

Había venido, acompañado por Liv y George, a mi entrenamiento.  Y después de haberle machacado en Quidditch y haberle mostrado que era mucho mejor que él, me había convencido para que practicáramos combate muggle de nuevo, pensando que me ganaría solo porque era más grande y más fuerte.  Tanto su gemelo como Olivia se rieron de sus palabras y se sentaron en el césped, mirándonos a los dos. 

En esa posición, Fred trató de hacerme caer pero no se dio cuenta de que estaba dejando expuesto su punto débil, así que aproveché, y usando su propia fuerza, agarré su brazo poniéndolo detrás de su espalda y golpeando la parte de atrás de sus rodillas con las mías haciéndolo caer instantáneamente. Él pelirrojo, rodó sobre la hierba dramáticamente para terminar tumbado bocarriba, con el sol pegándole en la cara. 

— Joder, Lilith— se quejó, divertido, al escuchar el estallido de carcajadas de nuestros acompañantes. 

— Te dije que no deberías meterte con ella, Freddie — le dijo su hermano, para luego darle un largo sorbo a su cerveza fría. 

— Deberías haber escuchado a tu gemelo — le guiñé un ojo a Fred, ofreciéndole mi mano para ayudarlo a levantarse de la hierba. 

— Me distrajiste — se excusó tratando de agarrar la cerveza de Liv, cosa que no logró ya que ella le dio un manotazo en la mano impidiéndoselo. Últimamente, los cuatro habíamos pasado mucho tiempo juntos, volviéndonos así, más unidos y cercanos.

— En la guerra y el amor todo se vale...

Me senté en la hierba y me relajé, disfrutando de los rayos de sol que rara vez se veían en Inglaterra. Tras descansar un rato, abrí los ojos levemente para mirar a Fred, lo cual, inconscientemente, se había vuelto un hábito para mí, y me lo encontré mirando mis piernas mientras se mordía el labio discretamente, haciendo con una pequeña sonrisa se formara en mi rostro. Qué buen día para estar usando ropa veraniega...

De repente, sentí un peso caer sobre mí y una risita familiar.
— ¡Tonks!  — grité abrazándola cuando la reconocí, con la voz un poco sin aliento por el susto. 

— ¡Buenos días chicos! —  la bruja de cabello púrpura nos saludó a todos, todavía sobre mí. 
— Pasaba por aquí para darte una pequeña visita y decirte algo — me miró. — Pero dado que todos estéis aquí, me ahorro los demás viajes para contároslo.

Todos le prestamos toda nuestra atención. 

— En tres días es mi cumpleaños, y honestamente, este año no tengo muchas ganas de hacer una gran fiesta, así que, después de visitar a algunos de mis amigos muggles, pensé que tal vez, podríamos tomar un par de pintas y algunos porros.

— ¡Cuenta con nosotros!— los gemelos estallaron al mismo tiempo. 

— ¡Qué fantástica influencia eres, Dora!—  Liv rió entre dientes irónicamente haciendo que Tonks le guiñara un ojo.

— ¿Pero está todo bien? — Le pregunté sorprendida de que dijera que no quería hacer algo más grande por sus 23 años. 

— ¡Sí, claro! Solo quiero tener algo más tranquilo, ¿sabes?

WICKED HATE | FRED WEASLEY (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora