Cap 69

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Kayla y yo salimos de nuestro típico escondite para dirigirnos a nuestras aulas correspondientes, las horas se hacían cada vez más y más amplias la verdad es que si me aburre escuchar las clases, los 30 minutos se volvieron 1 hora y así respectivamente hasta la hora de salida. Cuando por fin sonó el timbre de salida Kayla y yo tomamos nuestras cosas para podernos ir, mientras caminábamos sentí como nos miraban como las típicas chicas raras del salón, la mayoría de aquí siempre me ha tratado mal por ser la "ojos típica" chica morena, pero con ojos azules, mientras que a Kayla siempre la molestan por su cabello rojizo. Kayla se puso la capucha y bajo la mirada, mientras que yo simplemente me puse los lentes oscuros y metí mis manos en mis bolsillos, todo cambio cuando el típico fuckboy nos gritó "¡silencio ante las raritas, porque no vuelven al circo de donde salieron!", Kayla obviamente se comenzó a sentir mal y lo note, vi como apretó sus manos y sabía que esa era una mala señal, la tome del brazo y la lleve a la cochera en donde estaban los autos de los maestros y de algunos alumnos, abrí despacio la palma de sus manos para encontrar simplemente las marcas de sus uñas, su depresión y ansiedad están empeorando y no sé cómo ayudarla, simplemente sus padres piensas que son la familia perfecta con todos los lujos y tecnología que le dan pero cuando entenderán que su hija los necesita, al igual que yo necesito a mis padres no una simple carta mensual con dinero y un "te quiero" escrito en papel. La abracé porque sentí que quería llorar, es mi mejor amiga y si ella cae yo caigo con ella, sé que somos de mundos distintos y sé que muchos se preguntaran ¿Si ella se tira de un puente tú también lo haces? Y pues la respuesta sería siempre la misma "Tú crees que la dejaría hacerlo". Abrace a mi mejor amiga lo más fuerte posible ya la subí a su auto, le pedí a su chofer que la llevara directamente a su casa y le dieran un relajante, acentuó con la cabeza para después arrancar el auto. Comencé a caminar con mis pensamientos en las nubes hasta que sentí como me abrazaban por la cintura y escuché como me susurraron.

No me dejaste terminar lo que te iba a decir – dijo colocando su rostro en mi cuello. Julyet... - dije sintiendo como mi sangre sabia en y mis mejillas.

¿Qué pasa? No lo esperabas – dijo volteándome para tenerme frente a frente. Eh no, solo bajé para dejar a mi mejor amiga – dije más nerviosa.

Jajaja no te pongas nerviosa, ven te llevo a tu casa – dijo abriendo su auto.

Ambas nos subimos en el auto, me sentía mega incomoda, es ese típico momento donde quieres que te llegue una llamada de cualquier persona o la típica llamada SOS de tu mejor amiga, pero mi mejor amiga no podía estaba mal así que no, no hubo una típica conversación maestra alumna durante esos 10 minutos, al llegar a mi casa simplemente me baje del auto y le agradecí vi como su auto arrancaba y decidí no voltear, abrí la puerta con el reconocimiento de voz, tire mi maleta al piso y le dije a mi nana que me llevaran un vaso de leche con galletas a mi habitación, me tire a mi cama, puse la almohada en mi cara y comencé a gritar como un típica adolescente loca.

increíble mi maestra me beso una mujer que acabo de conocer, que me pasa yo no soy así, tome mi celular y le marque a Kayla quien no me agarraba el móvil, me quite la ropa y me puse unos shorts y un top, salí de mi cuarto mientras me amarraba el cabello me encontré con mi nana en las escaleras quien me traía las galletas y la leche tibia, tome la leche y me comí las galletas lo más rápido que pude, le di un pequeño beso y comencé a correr hasta la casa de mi mejor amiga, en mi cabeza no estaba nada más y nada menos que "vas a pasar por la casa de ella", comencé a sentir mi rostro tibio así que me asome a una de las ventanas de los autos estacionados, vi cómo me había puesto roja solo de pensar en ella en mí solo podía escuchar los gritos internos, no sé ni cuándo ni como pero mis piernas comenzaron a caminar solas y sin pensarlo estaba en la puerta de su casa, mi cuerpo se comenzó a manejar solo los nervios estaban aturdiendo mi ser simplemente toque el timbre, pero como siempre me dio los nervios y simplemente di la espalda a la puerta, me puse los audífonos y me puse a caminar hasta que sentí que me tomaron del brazo para después quitarme uno de mis audífonos y decirme en voz baja "¿Tan rápido te vas?", reconocería esa hermosa voz donde quiera que este, aunque me taparan los ojos, mis mejillas comenzaron a arder y mis manos a temblar no sabía que hacer simplemente me quedo paralizada si estoy junto a ella, no entiendo como ella "una maestra" me tiene a su merced, aun con los pies en el cielo y mi mente en el mismísimo paraíso, me di la vuelta para tenerla por fin frente a frente y mirando a sus labios decirle.

Eh solo quería darte las gracias por lo de hace un rato, adiós – dije para poder retirarme. 

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora