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Draco miró al suelo. No quería discutir, no quería hacer nada más que alejarse de todos.
Miró a Kaia la cual aún se miraba la mano. Cuando la chica notó los ojos del platinado, lo miró y entendió que debía irse.
Draco le regalo una mirada menos dura, no una sonrisa si no mas un... no estás sola, finalmente para irse de allí.
-Va todo bien?- le preguntó el azabache.- Te ha hecho algo? Malfoy. -No, no lo ha hecho.- respondió ella ahora cruzándose de brazos.- Qué haces tú... aquí?
Harry se acercó a ella la cual retrocedió unos pocos pasos. Notó como sus lágrimas ahora secas se encontraban en sus mejillas de haber llorado. -Se que no... quieres hablar con nadie.- empezó a decir este.- Pero puedes contarme.
Vio como ella negaba y una parte por dentro le desesperaba pues lo único que quería hacer era entenderla. Saber sus problemas y ayudarla. -Estoy bien, solo tengo frío.- mencionó ella ahora más tranquila.
Como nadie decía nada, Kaia prefirió irse de allí. Quiso pasar por el lado del azabache para salir pero este se lo impidió. -Yo... creo que te pasa algo.- dijo ahora más decidido.- Verás, no soy el mejor ayudando ni aconsejando a la gente.
La Hufflepuff miró al suelo. -Pero no quiero que estes así. Me gustaría que te sintieras cómoda... de explicarme, que es lo que te sucede.- terminó por decir.
En el momento que Kaia miró a Harry por primera vez directamente, no se sintió mal. Se sintió cómoda y era agradable su compañía. -La verdad es que tengo demasiados problemas y no creo poder solucionarlos. No creo ser tan fuerte para ello... y estoy cansada, muy cansada, de estar luchando todo el tiempo.- dijo ella sin más, explotando un mar de emociones, las cuales no sabía como controlar.
Harry quería abrazarla. Quería protegerla de todos y decirle que nunca dejaría que le hicieran daño, quién lo hiciera.
Pero el azabache sabía que era ella misma? -Lo siento mucho.- respondió este sintiendo gran pena por ella.- Yo... -No es tu problema.- le interrumpió esta.- De todas formas... debería ir a descansar.
Cuando se dio la vuelta, el azabache no aguanto y le tomó del brazo, provocando que ella se apartara con brusquedad. -No me toques.- dijo ella protegiendo su antebrazo, como si estuviera escondiendo algo.
-Eres... uno de ellos?- preguntó Harry ahora mirando el brazo.- Es eso lo que te preocupa? -Qué?- dijo ella sin entender nada.- No... adiós Potter.
Kaia empezó a bajar escaleras, seguido de Harry el cual necesitaba demasiadas respuestas. Por qué se iba? -Por favor, solo quiero saber la verdad!- le dijo este insistiendo.
Y si el azabache sospechaba de que era un licántropo? Y si se lo contaba a todos? La expulsarían y sería el hazme reír de todos. Un monstruo.
-Harry...- dijo la voz de Hermione una vez vio la escena la cual estaban montando.- Harry déjala.
El azabache se puso enfrente de la Hufflepuff la cual cada vez se empezaba a preocupar más. Y si ellos lo sabían? Nadie podía... sería su perdición. -Eres uno de ellos? Igual que Malfoy. Por eso estas siempre con él, verdad?- le preguntó finalmente el chico.
-Harry...- dijo Hermione. -Dímelo, solo responde a la pregunta, eres parte de los mortífagos?- le preguntó este causando sorpresa en ella.
-De qué? De qué hablas?- preguntó muy abrumada.- Mortífagos? -Si, al igual que Malfoy.- dijo este muy seguro de si mismo.- Kaia, solo responde.
La Hufflepuff frunció el ceño. Miró a Hermione la cual sostenía un libro en su mano. Mierda. Licántropos. -Draco no es nada de eso. Él no es malo.- respondió ella ganándose una mirada curiosa de la castaña y una risa sarcástica del azabache.- Lo digo de verdad.
-Se que lo es, y sospecho que lo eres tú también. Si no, por que hablaríais?- le preguntó este ahora más fuerte, con más seriedad. -Por qué piensas tan mal de él?- preguntó ella.
Como si fuera una novedad. -Si fueras el elegido no dirías lo mismo.- le espetó este haciendo que Kaia suspirara. -Lo siento.- dijo ella ahora mirando al suelo.
-Lo sientes? Por culpa de personas como Malfoy mi vida es miserable! Voldemort mato a mis padres y también a Cedric! Y Sirius! Mi única familia. Yo no tengo nada y he intentando hablar contigo pero eres tan egoísta que no te importa en absoluto!- le gritó este. -Harry!- le interrumpió Hermione.
-Lo siento, lo siento mucho, por todo.- dijo la chica muy arrepentida tratando de irse de allí.
Harry se apartó inmediatamente de ella, dándose cuenta de lo que acababa de decir. Miró como ella ni se atrevía a mirarlo y se dio cuenta de que el egoísta era él. -Lo siento.- dijo antes de irse de allí, dejando a Hermione y a Kaia solas.
La Hufflepuff miró como el chico se iba y cerró sus ojos para maldecirse, quería pegarse y quería gritar. -Va todo bien?- le preguntó Hermione ahora acercándose a ella.- Harry... no quiso decir eso.
-Da igual, lo entiendo. Siento todo esto.- dijo finalmente la chica ahora dirigiéndose a su sala común.
Y Hermione, la vio irse de allí, vio lo cansada que se encontraba y triste y solo suspiró con pesadez para ir en busca de su amigo no son antes mirar de nuevo el libro que Ginny le había dejado.
La castaña encontraba demasiado extraña la relación entre Kaia y Draco. Entendía el punto de Harry pero era algo inviable. Es decir, mortífagos? Y si era así, por que elegir a alguien tan inestable como lo era Kaia?
Si notó como la chica se apartaba al mínimo contacto, será que le dolía la marca? O simplemente no le gustaba el contacto físico? No podía sacar conclusiones tan rápidas.
Mientras caminaba hacia su sala común, ojeaba el libro licántropos con algo de desinterés.
"uno de los tantos síntomas que presenta un licántropo son los cambios constantes de humor. Es normal que sientan rechazo al contacto físico."
La castaña paró completamente en medio del pasillo para leer más detenidamente ese párrafo. Cada letra, palabra y frase de ese libro hacía que Hermione abriera más los ojos.
