*Ferran Torres - 4

7.2K 141 18
                                    

ATENCIÓN: contenido para +18!

*Levantándole el ánimo*

Tu chico llevaba unos días de bajón importante. Desde que había vuelto de jugar la Nations League no había levantado cabeza. Entre que perdieron el partido, además de esa forma tan injusta, y que había vuelto lesionado, el ánimo del valenciano estaba por los suelos. Se pasaba los días tirado en el sofá mirando la tele o alguna serie en el portátil, y con los únicos que parecía comportarse medio decente eran con Milo y contigo.

"¿Amor?" - Le dijiste tú entrando al salón.

"¿Sí?" 

"¿Quieres que preparemos unas pizzas juntitos para cenar?" - Aquella era una de las cosas que más os gustaba hacer juntos. Siempre acababais rebozados en harina y dejando la cocina hecha unos zorros pero os lo pasabais tan bien que luego os daba igual tener que recogerlo todo.

"No me apetece" - Dijo él, siendo esa la respuesta que por desgracia esperabas ese día.

"Va, bicho" - Dijiste tú acercándote a él y sentándote a su lado en el reposabrazos del sofá - "Ye te he preparado el taburete y todo para que estés cómodo sentado y no tengas que forzar el pie"

Él te miró y puso cara de no querer hacer nada - "De verdad que no tengo ganas, t/n"

"Ferran, cariño" - Le empezaste a acariciar el pelo suavemente - "Tienes que intentar animarte, no puedes estar así para siempre"

"Ya lo sé" - Dijo acercándose un poco más a ti para apoyar su cabeza en tu regazo - "Pero no puedo evitarlo"

"Pues tienes que intentarlo. Deja la tele, va, y vente conmigo a la cocina" - Le medio ordenaste mientras cogías el mando para apagarla.

Él al final accedió a regañadientes y te siguió hasta dónde estaba todo preparado para hacer las pizzas. Aunque no fue tan divertido como otras veces, al final el delantero se animó bastante e incluso se puso juguetón con Milo y un trozo de masa que había sobrado. Tú estabas encantada porque por lo menos le estabas volviendo a ver sonreír y eso era un gran paso, y es que habías echado de menos demasiado esa sonrisa tan bonita que tenía tu chico.

"Buah, está buenísima así" - Dijo con la boca llena una vez os habíais sentado en la mesa para cenar - "El queso nuevo que compraste es la clave"

"La verdad es que ha sido un acierto, sí" - Contestaste tú saboreando tu porción.

"Me ha animado bastante hacer esto contigo" - Añadió él de repente a la vez que acercaba su mano a la tuya para poder acariciarla - "No sé cuantas veces te lo he dicho ya, pero es que quiero que te quede bien claro que eres la mejor persona de este planeta, ¿me oyes?"

"Exagerado" - Le dijiste tú sonriéndole - "Además, la mejor persona del planeta la tengo yo como novio"

Él se limitó a negar con la cabeza porque tenía la boca llena, antes de acercarse a ti para dejar un suave beso en tus labios - "T'estime moltíssim" 

"Yo te quiero más, mi amor. Me alegra verte más contento"

"Todo gracias a ti" - En ese momento Milo soltó un ladrido - "Bueno... y a ti también, chiquitín" - Le dijo mientras le acariciaba la cabecita y tú te morías de ternura ante aquella escena.

Después de cenar, con Milo ya en su caseitata del jardín durmiendo, el valenciano y tú volvisteis al sofá para ver algo antes de iros a la cama. La verdad es que no encontrabais nada que os gustara a los dos y os estabais empezando a desesperar un poco.

"¿Cómo te puede gustar eso?"

"Es muy entretenido y aprendes muchas cosas. Tú es que solo sabes ver fútbol y poco más"

"Eso será... Dame el mando" - Dijo cogiéndote el brazo e intentando quitártelo de las manos.

"¡No" - Protestabas tú. En ese momento empezó a hacerte cosquillas en el costado y sabías que, si querías pararle para mantener el mando en tu posesión, la única forma era besándole porque así conseguías distraerle, y eso lo hiciste. Al instante dejó de hacerte cosquillas y se centró en el beso, beso que por momentos iba subiendo de intensidad.

"Para, para" - Te dijo de repente separándose de ti.

"¿Por qué?" - Le dijiste tú haciendo pucheros porque querías seguir besándole.

"Porque si continuas me voy a poner muy malo y no estoy en condiciones de hacer nada al respecto" - Cuando oíste aquello una idea cruzó tu mente y una sonrisa maliciosa se dibujó en tú cara. Ferran se dio cuenta - "¿Qué?"

"Que tú no estarás en condiciones pero yo sí que puedo hacer cositas"- Y te sentaste con cuidado sobre sus piernas para, posteriormente, volver a devorar sus labios como lo habías hecho instantes atrás. Él no entendía muy bien hasta donde querías llegar pero no podía resistirse a que le besaras así, así que empezó a deslizar sus manos por debajo de tu camiseta para poder acariciarte. Cada vez que sus dedos tocaban alguna parte de tu cuerpo se te erizaba la piel. Entre beso y beso conseguiste quitarle la camiseta para poder acariciar tú también su definido cuerpo.

Pasados unos minutos tú paraste de besarle bruscamente y él se quedó con cara de no entender nada, pero cuando vio como tus manos se iban al borde de sus pantalones mientras le mirabas fijamente a los ojos comenzó a comprenderlo todo. Tiraste hacia abajo y él levantó un poco su culo del sofá para facilitarte el trabajo. Nada más deshacerte de la ropa que le cubría de cintura para abajo empezaste a saborear su erección. Comenzaste a hacerlo muy lento porque sabías que le volvía loco, él en seguida empezó a emitir pequeños gemidos y a agarrar tu pelo con fuerza como intentando contenerse.

Cuando notaste que estaba en el límite paraste. 

"Sigue, por favor" - Te suplicó él de inmediato.

Tú, por el contrario, no le hiciste caso. Lo que hiciste fue empezar a desnudarte muy lentamente sin dejar de clavar tus ojos en los suyos. Ferran te miraba y no podía evitar morderse el labio porque eras una visión demasiado perfecta para él. Cuando acabaste y vio que te acercabas otra vez a él, extendió sus brazos para agarrarte con fuerza por la cintura y tirar de ti hasta que acabaste sentada en sus piernas. Todo esto, hecho a su vez con delicadeza para no hacer ningún movimiento brusco y hacerle daño en el pie lesionado.

Bajaste suavemente mientras su miembro se introducía en ti. En aquellos momentos te alegrabas de haber decidido empezar a tomar anticonceptivos porque la sensación que teníais los dos sin el condón de por medio era indescriptible. Empezaste a menearte con un ritmo ya alto porque sabías que ambos lo necesitabais.

"No puedo más" - Te dijo él entre jadeos - "Me has puesto muy malo"

"Pues no te contengas, mi amor" - Y pegaste vuestras frentes - "Déjate llevar que yo te sigo" -Aquellas palabras terminaron de rematarle y al instante alcanzó el orgasmo. Tú le seguiste al instante porque verle correrse era lo que más te excitaba en el mundo. 

Te quedaste apoyada sobre él mientras ambos intentabais recuperar el aliento.

"Tú sí que sabes como levantarme el ánimo, sí..." - Soltó él de repente provocando la risa de ambos.

Te moviste un poco para poder atrapar su cara entre tus manos y mirarle directamente a la cara - "Lo que sea para que tú seas feliz, mi niño"

Él te sonrió y te besó - "Te amo más que a nada en este mundo. Contigo a mi lado es imposible que yo no sea feliz"

Y era verdad porque juntos, por muy dura que se pusiera la vida, podíais con todo.


NOTA: Historia pedida especialmente por @Maryna16, aunque @naramar07 también me pidió una de Ferran así que va dedicada a las dos, espero que os guste 💛

Estoy abrumadísima con todo el apoyo y la cantidad de peticiones que me estáis haciendo de verdad. Cada comentario y cada voto es una inyección de energía brutal que siento que no os agradezco suficiente. Os adoro gente, mil gracias 💛

Vuelvo a repetir que tengáis paciencia con las peticiones, tengo muchas y poco tiempo (entre semana sobretodo), pero tened por seguro que llegarán todas!

Sefutbol Imagines 🇪🇸⚽Where stories live. Discover now