10. ¿Qué demonios?. 🐝

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Mellea K.

06:00 am.

—Tenemos que esperar que lleguen Zhak y Angye-le digo a mis hijos, a Jack y a Clarissa mientras en la mesa pongo una funda de pan y luego voy a la cocina por las tazas de café.

Al llegar los dos grandes me ayudan y empezamos a desayunar en silencio cuando dos toques en la puerta me hacen bajar la taza.

—Voy yo amiga, no te preocupes-dice Clarissa levantándose y le luce muy bonito ese conjunto deportivo que se puso con el color de sus ojos.

De reojo veo como Jackson vira los ojos y sigue bebiendo su café, me río bajito.

—Buen día-saluda Zhak entrando con un bolso deportivo y en pijamas y lo bota en la sala, abre sus brazos y nuestros hijos se bajan rápidamente de las sillas y corren hacia él, los envuelve en sus brazos y después los llena de besos, mis ojos se nublan, porqué nunca pensé tener una preciosa familia a lado del chico que conocí cuando papá me fue a dejar al colegio.

Siento como alguien aprieta mi hombro infundiéndome valor y sorbo mi nariz viendo como Jackson me sonríe.

Los tres caminan hacia nosotros y Zhak se sonroja al ver mi vestido de azucenas y sin zapatillas.

—Hola amor, estás hermosa-me acaricia las mejillas y luego deja un pequeño beso en mis labios, Dios mis cachetes van a explotar.

—¿Y tu mamá?-pregunta Jackson viendo que llegó solo-¿ella está bien?.

Zhak abre una silla y se sienta en la mesa,-Sí, mamá está bien no te preocupes Jack, me ha dicho que nos alcanzará allá.

—Que bueno-le digo y retomamos el desayuno.

10:00 am.

—Dios mío-susurra Clarissa al ver el ciento de autos de alta gama que hay en el estacionamiento de la playa a diferencia del nuestro o quiero decir a diferencia del de Ville.

—Joder-exclama mi mejor amigo-¿estos trafican droga o que?

—¿Qué hago para tener uno así?-susurra Zhak en shock.

—Vamos, sigamos nuestro camino-les digo cogiendo mis maletas y las manos de mis gemelos yo sabía en que hotel nos quedaríamos, lo había reservado todo el fin de semana para mi familia.

—Ufff, que aún no se borran de mi mente esos autos-dice Jackson tirándose en mi cama y los niños caen encima de él para hacerle cosquillas.

—Joder que me da risa, basta-chilló moviéndose y los niños seguían.

—¡Mami, el tío dijo una mala palabra!-dijo Zhak tapándose la boquita de una manera muy tierna que me derritió mi corazón de pollo, siempre diré que mis hijos lo único que sacaron de mí fueron mis ojos claros pero de su padre heredaron absolutamente todo HASTA EL COLOR DE CABELLO.

—Ahora tu tío debe poner $5 dólares en la alcancía cuando regresemos a casa, sabe perfectamente que no debe decir malas palabras enfrente de ustedes-digo colocando la ropa en los cajones blancos y superviso que todo quede correcto.

—Pobrecito, tío Villa-dijo mi hijo Jack riéndose, era Ville el apellido de mi amigo solo que él apropósito le decía "villa".

Pequeño diablo.

—Cariño-dice Zhak entrando a la habitación solo con una bermuda de playa y con el abdomen al descubierto-mamá dice que nos alcanza para el almuerzo que el auto se dañó y que la disculpes-se acerca y me deja un beso en la mejilla para después sentarse en la cama a lado de los otros.

Inmarcesible I & II ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora