Capítulo¹⁰³

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Eduardo se levanto cuando siento que Bárbara estaba muy agitada

Eduardo: Bárbara estas bien?

Bárbara: si tranquilo, vuelve a dormir

Eduardo: no estaré tranquilo hasta que me cuentes

Bárbara: me da pena hablar de eso

Eduardo: con migo no tienes que tener pena.

Bárbara: estaba soñando que hacíamos el amor

Eduardo: y por eso te despertaste sudando y tan agitada?

Bárbara: si

Eduardo: y que soñaste.
Dijo acostándose a su lado

Bárbara: ya sabes, no me hagas hablar de eso

Eduardo: pero yo quiero que me cuentes y si lo haces de daré una sorpresa

Bárbara: sorpresa?

Eduardo: si, si me cuentas te doy una sorpresa.

Bárbara: pues estabas besándome y luego besaste mi cuello.

Eduardo: continúa

Bárbara: estábamos jugando salvajemente y a al momento de unir nuestros cuerpos me desperté

Eduardo ya se encontraba metiendo su mano por la ropa de Bárbara

Eduardo: y ahí termina?

Bárbara: si

Eduardo: como es que de tener escapar de sueño
Dijo tocando su abdomen

Bárbara: no lo se
Dijo con la respiración un poco pasmada

Eduardo: ahora voy a darte tu sorpresa
Dijo metiendo su mano en la la intimidad de Bárbara.

Bárbara solo se retorcía y tomaba con fuerza las sabanas.

Eduardo: te gusta tu sorpresa?

Bárbara: mmm si
Dijo con la voz entre cortada

Eduardo se acerco a ella y la beso, esta le ayudo a que se subiera encima de ella.

Eduardo: perdon por todo

Bárbara: no hay nada que perdonarte, todo fue una bobada de los 2

Eduardo: te amo mucho

Bárbara: demuéstrame lo
Dijo mientras le quitaba la camisa.

Eduardo empezó a besarla de nuevo y los dos juntos se movían al compás de los besos refugiándose el uno al otro en sus labios, Eduardo empezó a besarle desde el cuello hasta su abdomen, cuando llegó a su intimidad y logró quedarse ahí un largo rato, haciendo llegara a Bárbara a la gloria por diferentes momentos, cuando subió de ahí encaro a Bárbara y la beso, mientras Bárbara con habilidad ubicaba su miembro en su entrada Eduardo la besaba.

Cuando Eduardo entro en Bárbara los dos soltaron un suspiro que fue ahogado por besos, entre diversos ritmos en las embestidas llegaron a su punto máximo de placer, pero eso no acababa ahí así que Eduardo la cargo y la monto encima de el para que esta pudiera cabalgar en el, después de un rato de intensa pasión los dos cayeron rendidos a los brazos de Morfeo.

A la mañana siguiente

Aurora: buenos días

Daniel: te estábamos esperando para desayunar

Aurora: es muy tarde?

Daniel: no solo que Santi y yo nos despertamos temprano

Aurora: vamos entonces

Mañana Es Para Siempre ( La Nueva Oportunidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora