-EDITADO- 10. Give me a moment.

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GERARD POV.

Me vi sorprendido al levantar mi vista de mi mochila, donde estaba guardando mis pertenencias, y no encontrar a Frank a mi lado. Mi mente había empezado a sacar teorías estúpidas sobre que lo había hecho enojar y probablemente me odiaba, cuando encontré sobre mi banco un post it azul que decía:


"If you had a day, would you give me a moment? Centro comercial, 16:30"


La expresión confundida que tenía en el rostro se había transformado ahora en una sonrisa un tanto confusa, de esas que se plasman en tu rostro y no puedes borrar por más que lo intentes.

Por supuesto que tenía un momento, si se trataba de Frank, podía tener para él todos los días de mi vida. Sonaba un poco exagerado, pero era la persona más agradable que conocí en mi vida, claro, después de mi hermano y mi abuela, pero si hablábamos de personas con las que hoy podría contar, él era el único.

Frank había llegado para ayudarme, y eso era algo que nadie se había preocupado por hacer. A nadie le importaba que podría suceder conmigo, si hoy estaba y mañana no. Pero al parecer a Frank sí.

Seguía sin entender por qué a Frank se había acercado a mí, por qué me había hablado, por qué quería ayudarme. Toda mi vida había sido víctima de la soledad. Y no del todo por voluntad propia. Tal vez me creían un extraño, o simplemente no les interesaba. En conclusión nunca alguien se había molestado en intentar caerme bien o en pasar un receso hablando conmigo.

En ese corto plazo de un par de semanas Frank me había ayudado mucho. Me había interrogado cada vez que parecía inseguro de mis "estoy bien" y había hecho todo lo posible para que eso cambiara. Él se comportaba tan bien conmigo que a veces era algo que me molestaba bastante. ¿Cómo puedo convencer a mi cerebro de que chico+chico está mal si no deja de hacer cosas buenas por mí? Intentaba creerme la teoría de que solo estaba emocionado por encontrar a alguien decente en la vida, que no era atracción, pero no funcionaba.

Era extraño sentirse así hacia un chico. No es como si me hubiese gustado alguna vez una chica, creí que el momento llegaría, por esa razón comenzar a creer que me estoy volviendo gay o que tal vez siempre lo fui pero nunca lo supe, es algo difícil y extraño.

Desde que tenía conciencia sobre el tema había apoyado las relaciones igualitarias, no había mucha razón, pero como mi abuela decía "hay que dejar que cada persona haga su vida" y si alguien estaba enamorado de una persona de su mismo género y estaba dispuesta a arriesgarse por ella, era lo mejor del mundo.

Tal vez ella me decía esas cosas porque creía que me gustaban los chicos. Me daba mucha tristeza pensar que ella no podría ayudarme en esta situación. Pero al menos tenía mis recuerdos de ella que perdurarían en mi memoria para siempre y me harían seguir buenos pasos y aprender de mis errores a lo largo de mi vida.

El término homosexual no era el que estaba mal, en realidad solo era así cuando se trataba de mí.

Al fin en casa aproveche para darme una ducha y vestirme decentemente. Me había dividido mi cabello en dos y colocado una camiseta sin mucha importancia. Quería lucir bien, por supuesto, pero tampoco quería llamar demasiado la atención, solo verme bien como si en realidad no me interesara hacerlo, como si no me hubiese preocupado.

Terminando con mis tantos dilemas sobre qué demonios escuche como alguien azotaba, no necesariamente con furia, la pesada puerta de entrada. Mi madre había llegado. Suspire pesadamente y decidí cambiar un poco la rutina. Me acercaría a ella.

Después de tantos meses sin saber qué tal le había ido a mi madre en su día, hoy conseguimos una linda charla. Me pregunto a donde iba, le dije que con un amigo aunque todavía faltaban un tiempo. No dejo de sonreírme y asintió escuchando atentamente cuando le mencionaba que tal me iba en las asignaturas de la escuela. Ella también menciono que tal se las había pasado en su trabajo, lo cansada que estaba y lo mucho que le dolían los pies. Aun así, nunca se mostro incomoda a la situación.

Cuando llego el momento de marcharme me despedí de ella con un abrazo (que extrañamente se sintió real) y salí por la puerta principal.

A pesar de las buenas noticias seguía sintiéndome nostálgico y deprimido, ni yo mismo tenía idea de lo que ocurría y eso me ponía aun más nervioso. Se me hacia pesado el tener que salir con alguien, pero vería a Frank y como siempre, él era la acepción de todo. No sabía porque, pero mis manos sudaban y lucia terriblemente ansioso.

Iba tarareando alguna canción que mi compañero de banco había metido hoy en mi cabeza al escribir una de sus frases en un post it azul, y no podía evitar sonreír.


"Would you allow our play to leave no bone unbroken?"


Susurré mientras caminaba y escondía mis manos en las mangas de mi abrigo a causa del frío.

Estaba llegando a destino y una parte de mi quería que mis pies se detuvieran. Tenía miedo de lo que podía llegar a pasar. Frank había estado preocupado por mí todo el día y luego de eso, enojado. Nunca le había visto el lado malo a sentirme deprimido. Para mí era totalmente normal aunque al parecer no estaba en lo cierto.

Aunque predominaba en mí la parte que no quería avanzar, termine haciéndolo. Busque con la mirada a Frank en la entrada del centro comercial hasta que lo divisé en una esquina, mirando su teléfono con desgano. Se veía preocupado. Si bien estaba llegando a horario, parecía que algo andaba mal aparte de eso.


"Let's love, like 17,

i'm in love with poisoning.

Only bring your pretty, frightful gifts to me.

Let's love, and kill like 17 now."


Cante en voz baja al viento helado que soplaba en mi rostro.

Cuando por fin él logro verme, algo en su rostro dejo de estar tenso y una sonrisa algo triste se formo en su rostro mientras se acercaba a mí.

The Messenger | FrerardWhere stories live. Discover now