Capítulo 21

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A Harry le salta el corazón en el pecho cuando deja el edificio y ve el auto de Louis acercarse por la calle.

Por un momento tiene que apartar la mirada porque la luz de las farolas terminan golpeándole el rostro, molestando sus pupilas que se encogen por el impacto. Louis tiene los vidrios arriba, como siempre.

Detiene el auto frente a Harry y él no espera demasiado para acercarse y tomar la manilla de la puerta. Al abrirla, se encuentra con la luz interna y el alfa con las manos en el volante, ni siquiera voltea a ver al muchacho.

—¿Qué huele así? —pregunta Harry después de tomar asiento, cerrando la puerta en el proceso. Cuando ve a Louis, y el ceño fruncido de este, lo entiende—. ¿Eres tú?

Louis no responde de inmediato, él solo pone en marcha el auto una vez más y toma la vía rápida que ahora conoce a la perfección.

La curiosidad de Harry pica en la punta de su lengua, tamborilea sus dedos en sus rodillas y muerde la parte interna de su mejilla porque ya se había acostumbrado a ser él el que ignorara al otro cuando preguntaba demasiado.

—No entendí tu llamada.

—Ya te explicaré.

Harry frunce los labios.

—¿A dónde vamos? —pregunta cuando Louis toma una calle diferente a la que están acostumbrados.

—Al departamento —responde con sencillez.

Harry sonríe en su lugar y se remueve para ver al alfa.

—¿Ya es completamente tuyo? —dice con sus ojos iluminados en medio de la oscuridad.

Ve como Louis se gira a verle, apartando los ojos del camino por un par de segundos. No tiene la sonrisa en el rostro que siempre le adorna, tampoco la calidez de su aroma o los ojos tranquilos que le devuelven la paz de alguna manera.

—Así es. Estuve en eso ayer —murmura Louis después de regresar su mirada al camino.

Harry le echa un vistazo a su ropa por puro aburrimiento. Louis no tiene más que un pantalón deportivo y un suéter del mismo color, verde oliva. Y después de pensarlo un poco, el omega se da cuenta que es la primera vez que lo ve con algo más que trajes aburridos y planos.

—¿Compraste los muebles que dijiste que querías para el balcón de la habitación principal? —cuestiona.

Louis suspira y niega. Harry no puede entender la actitud del alfa que nunca antes se había presentado de esa manera.

Después de olfatear en el aroma una vez más, Harry se da cuenta que el aroma viene de Louis. Sin embargo, no puede descifrar exactamente qué es lo que ese olor está representando.

—Solo hice compras sencillas y moví todas mis cosas del hotel, junto a lo que compré para ti.

Harry sonríe una vez más, dejando caer su espalda en el asiento.

—¿Compraste algo para mí? —cuestiona con la voz aterciopelada y un hoyuelo adornando su precioso rostro.

El efecto que causa en Louis es casi inmediato. El alfa se remueve en su asiento y una sonrisa pequeña se adueña de sus labios delgados.

El omega no hace ningún comentario al respecto. Muerde su labio y espera en silencio durante el resto del camino.

Louis no habla en ningún momento, solo está ese espeso aroma al que Harry no está acostumbrado cuando está con Louis. Entonces, los siguientes minutos pasan con Harry intentando adivinar la combinación de la esencia y a qué tipo de emoción puede estar enlazada.

Amateur ꩜ abo! larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora