El Baile.

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Finalmente terminó de Ponerme mi vestido mientras Draco me espera afuera de la habitación.

-Ya puedes pasar.- le aviso, el abre la puerta y entra en la habitación. Me giro para mostrarle el vestido con más confianza. Me mira y sonríe ligeramente.

-Bastante bien los gustos de mi madre.- admite.

-De hecho, lo son. Pero...¿no te parece demasiado?- le pregunto preocupada, el camina hacia mi. Y me toma de los hombros.

-No.- niega con la cabeza. -Pero.- se aparta y de se dirige a el espejo. -Te falta esto.- toma mi labial rojo y me lo muestra. Me rio ante su acción.

-Oh no, no lo quiero arruinar.- me niego. El se dirige a mi y abre el labial.

-No, lo tienes que usar. Definitivamente si, ven acá.- toma mi rostro en su mano apretando mis mejillas -Abre los labios.- me ordena con voz suave. Yo obedeciendo lo hago y comienza a untar el labial en ellos.

Después de unos segundos termina. -Listo, así está mejor ¿no?-

Me dirijo a el espejo para verificar que lo haya hecho bien. Para mi sorpresa, lo hizo bien. -wow.- me giro para verlo. -¿Quien te enseño a pintar labios?- pregunto curiosa.

-No tienes idea de las veces que tuve que arreglar el labial de Pansy en la mansión después de... bueno, ya sabes.- admite poniendo la mano en su cabeza algo nervioso. Lo que me trae el recuerdo de yo y Tom en el baño hace unos momentos.

-Si, entendible.- le digo.

-Bueno, ¿Volvemos?-me tiende la mano y yo la tomo. Ambos salimos de la habitación. -Draco.- le llamó -Dime.- responde mientras continuamos caminando por el pasillo.

-¿De verdad te agrado? O solo estas haciendo esto por qué soy sangre pura y parte de tu familia?- le pregunto.

-Me agradas de verdad Black, simplemente creo que no somos iguales en la escuela cierto? Ni tú ni yo.- menciona.

-Yo soy de esta forma, tu eres el chico amargado que me ha molestado desde que llegue a Hogwarts.-

-Solo por Harry, si no estuvieras con el. Quien sabe, quizá hasta me habría fijado en ti.- Me da una sonrisa egocéntrica.

-Somos primos.- niego con la cabeza.

-Si, lo sé. Aunque eso no me impide decirte lo linda que eres Black.- admitió

-Me agrada.- mencionó.

-¿qué cosa?-me pregunta el.

-Este Draco, me agrada. No el que conocí hace años.-

-Soy el mismo, si fueses mi amiga entenderías. Puedes preguntarle a Pansy.-

-pfff- suspiró. -No lo creo, ¿Siempre te follas a tus amigas?-

-Solo cuando son lindas.- me guiña un ojo. Lo miro algo confundida pero finalmente llegamos a las amplias escaleras.

Bajo de el brazo de Draco y veo a la señora Malfoy esperándonos a el final de la escalera. Miro al rededor y veo a unas cuántas personas bailando en medio de el gran salón y algunos músicos tocando música lenta y clásica. He perdido de vista a los Riddle pero realmente me alegro de haberlo hecho.

-T/n!- exclama la madre de Draco. -Sabía que era el vestido ideal para ti y ese labial te queda estupendo.- me admira.

-Claro que si mamá, yo se lo sugerí.- Draco se alaga a sí mismo.
-Ah, tan bien gusto como tú madre, Hijo.- admite ella. -Oh, ¿por qué no llevas a t/n a bailar?- ella le dice a Draco.

-La verdad, quisiera hacerlo yo.- Tom sale de la nada detrás de nosotros.

-Oh lo lamento Riddle, seré yo el primero.- Draco le dice con una mirada amenazante y Tom le devuelve una aún peor, no parecen llevarse bien.

Detrás de nosotros aparece Lucius Malfoy tomando de el hombro a Draco. -¿Pasa algo Draco?- le pregunta -Deja que el chico baile con la señorita, son nuestros invitados. No seas mal educado hijo.- lo persuade mirándolo.

-Bien.- Draco acepta un poco molesto y Tom me tiende el brazo. De mala gana lo tomo y ambos nos dirigimos a la pista.

El coloca sus manos en mi cintura y yo las mías rodeando su cuello, sobre sus hombros. Nos comenzamos a mover junto con la lentitud de la música, que en ese momento desearía que fuese más rápida para salir de ahí.

-Eres un idiota.- le digo mirándolo con enojo. El ríe cínicamente ante mi comentario.

-Te dejaste tocar y besar por este idiota, no digas incoherencias Black.-

-Me sentía mal en el baño y en la mesa me obligaste.- mentí

El se acerca a mi oído para susurrarme; -No no es verdad y lo sabes, deseabas ambas.-

Niego con la cabeza -No, no lo hacia.-

-Si, lo deseabas tanto como yo.- él admite y vuelve a mi rostro para mirarme a los ojos, su mirada me penetra tan profundamente como un hechizo.

Ambos nos vemos por unos momentos sin apartar la mirada de el otro, cuando él interrumpe. -¿Que? ¿Ahora no tienes nada que decir?-

-Suponiendo que si lo deseara, ¿por qué lo hiciste? ¿No me odias por ser una Black?- le pregunto, el aparta la mirada viendo hacia otro lado.

-Odiarte.- se burló. -No seas infantil Black, eres alguien sin importancia para mi.- admitió. No puedo negar que sentí como un gran golpe me diera en el estómago por sus palabras pero no lo demostré.

Quite mi mano de su Cuello y la dirigí a su mandíbula haciendo que me mirara a los ojos de nuevo. -No soy infantil, y no creo que de verdad no te importe.- mis palabras son frías mientras lo reto con la mirada.

-Tienes razón, solo hay una cosa que quiero de ti y se que tu también la quieres. ¿Quieres saber que es?- frunzo el ceño y lo miro confundida.

-¿Que?- preguntó.

-Follarte.-

"SECRETO" (Tom Riddle y tú +18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora